Por Francisco
Jueguen - Luego de la devaluación del día después de las elecciones primarias,
la inflación dio un dramático salto y cerró agosto en el 12,4%. Alcanzó así los
dos dígitos por primera vez en 20 años y se convirtió en la más elevada desde
febrero de 1991 (27%).
En lo que va del
año, sumó un 80,2%, mientras que en doce meses acumula 124,4%. Los alimentos
fueron el rubro que más subió en el mes. Treparon un impactante 15,6%,
impulsados principalmente por el incremento de la carne y las verduras. También
fueron importantes las subas en medicamentos y en productos atados al dólar,
como electrónicos y electrodomésticos.
El Ministerio de
Economía anticipó un “efecto arrastre” para este mes, con un salto similar.
Por el impacto que
tuvo la generalización del impuesto PAIS a las importaciones a fines de julio y
la devaluación dispuesta tras las PASO –que solo afectó a dos semanas del mes
–, suma do aun elevado piso que y amostraban las subas de precios mensual es en
la Argentina, la inflación de agosto fue de 12,4% y alcanzó los dos dígitos
luego de más de 20 años. El histórico número estuvo motorizado
principalmentepor el impactante aumento en los valores de los alimentos.
El dato mensual del
Indec difundido ayer mostró por primera vez dos cifras desde abril de 2002
(10,4%), cuando la Argentina dejó atrás la convertibilidad con el dólar en
medio de la peor crisis económica de la historia. Para encontrar un dato más
elevado hay que remontarse, no obstante, a febrero de 1991, cuando el IPC marcó
27%.
La suba de precios
acumulada en el año alcanzó un 80,2%, mientras que la variación interanual se
estiró a 124,4%. La medición núcleo –que elimina valores estacionales y
regulados– mostró un alza de 13,8%. Los precios de los alimentos se dispararon
15,6%. Subieron por los fuertes incrementos en las categorías carnes y
derivados, y en verduras, tubérculos y legumbres. Le siguieron salud (15,3%)
–por las alzas verificadas en los medicamentos– y equipamiento y mantenimiento
del hogar (14,1%), muy atado al dólar.
Como la devaluación
oficial de 27% pactada entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional
(FMI) –aceleración de crawling peg desde fines de julio y salto brusco
post-PASO en agosto– tuvo su mayor impacto en los últimos 15 días del mes, se
espera que septiembre muestre también una variación de dos dígitos. Ese IPC se
conocerá el 12 de octubre. Pese a que el Fondo espera una inflación promedio de
115% para este año (casi el doble de lo estimado por el Ministerio de Economía
en el presupuesto 2023), los analistas ya prevén un alza de entre 150% y 190%
para diciembre.
El último
Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central (BCRA) estimaba
un 140,9% in ter anual para 2023. Ese informe, no obstante, se publicó con
datos previos a la devaluación post-PASO.
Justamente, la
Secretaría de Política Económica, a cargo de Gabriel Rubinstein, afirmó ayer en
un comunicado –que se dio a conocer en redes sociales–que la cifra de inflación
para el mes de septiembre será similar a la de agosto debido a un efecto “arrastre”,
consecuencia del salto devaluatorio. El ministro de Economía y candidato a
presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, criticó la devaluación y
anunció medidas (ver aparte) para trabajadores (una devolución del IVA para
compras con tarjeta) y además para jubilados (créditos).
Los datos privados
y públicos ya anticipaban un fuerte golpe para el bimestre agosto-septiembre,
que sumará casi un alza de 25% de los precios. De hecho, el índice de inflación
porteño dio un salto de 10,8% el mes pasado, la misma variación que había previsto
la inflación de los trabajadores medida por la UMET. El número oficial en
Córdoba, en tanto, había adelantado ya un duro 12,15%. La canasta alimentaria
en Rosario, se sabía, se había disparado 25,8% en el mes, por la gran
aceleración en el precio de verduras, pan y carne, según la Universidad
Nacional de Rosario.
El impacto en los
alimentos ya era relevado por los analistas privados. De hecho, FIEL había
medido solo en la tercera semana de agosto –tras el salto brusco del dólar– un
avance de hasta 8%. La carne, que tiene un peso muy importante en el índice de
precios al consumidor oficial, se disparó casi un 50%, según la Cámara de
Industria y Comercio de Carnes de la República Argentina (Ciccra). “Después de
la devaluación, los precios al público subieron un 50%”, había afirmado Miguel
Schiariti, presidente de Ciccra. Era un valor que ya se había adelantado a la
devaluación. Solo en la primera semana de agosto, una importante cadena
mostraba subas de hasta 7,5% en la carne.
La reacción de
Massa, llegó una semana después de la devaluación, que además llevó el dólar
blue a rozar los $800, pese a que luego se reacomodó. Antes, Massa fijó el tipo
de cambio oficial en $350 hasta fines de octubre y acentuó las intervenciones
oficiales sobre el MEP y el CCL.
El domingo
posterior a las PASO lanzó un paquete de medidas, entre los que incluyó bonos y
sumas fijas para trabajadores. Además, hubo refuerzos en la Tarjeta Alimentar.
Esta semana anunció una suba del piso mínimo de Ganancias a $1.770.000.
No es claro si el
BCRA volverá a subir la tasa de interés para que, luego de este dato, se
mantengan reales positivas en un intento de que los pesos sueltos en la
economía no le pongan presión al tipo de cambio y obliguen a la entidad que
conduce Miguel Pesce a volver a una posición vendedora de reservas. Se trata de
una medida que tiene una contracara incómoda cuando la bola de Leliq ya supera
los $20 billones. No obstante, esa condición es uno de los acuerdos que el
Fondo Monetario Internacional (FMI) cerró con Massa, además de la aceleración
de la consolidación fiscal.
“En agosto, la
inflación había empezado a acelerarse por el ajuste de los dólares libres de
cara a las PASO y terminó haciéndolo por el traslado de la devaluación a
precios. No obstante, es de esperar que este traslado no haya terminado y se
vea todavía cierto rezago en septiembre”, indicó Melisa Sala, de LCG.
Sala dijo que en el
relevamiento de precios que hace la consultora, la inflación semanal de
alimentos solo desaceleró en el margen y se sostiene alto, en niveles del 1,8%
semanal. “El congelamiento del dólar oficial en $350, la suba de la tasa de
referencia a 118%, la suspensión de los ajustes de tarifas de servicios
públicos, y la extensión de los acuerdos y congelamientos a un número más
grande de productos podrían estar dando resultados, pero será un efecto de
corto plazo”, advirtió.
“Pasadas las
elecciones, el Gobierno deberá avanzar en un descongelamiento y eso tendrá
impacto en precios. Estimamos que actualmente cerca del 40% de la canasta del
IPC cuenta con precios reprimidos en algún sentido. Con una inercia que todavía
implique registros por debajo de los dos dígitos, la reversión de la medida
sumará 10 puntos porcentuales de inflación en diciembre. Sobre esto, se sumará
el efecto de descongelar el dólar oficial”, dijo. El escenario base de LCG es
de un 190% desde diciembre.
“Me preocupan dos
cosas en profundidad. Una es alimentos. En promedio, subieron más de 15%. Esto
indica una situación social muy, muy compleja”, dijo Ricardo Delgado,
presidente de Analytica. “El Gobierno va a tener que tomar alguna medida para
que, en este trimestre, antes de irse, la situación social no termine
desbordándose”, agregó, y dijo que el gasto en la AUH está en niveles
históricamente bajos.
“El otro punto es
la core [la inflación núcleo]. Te indica que la dinámica de la alta inflación
ya subió de nivel. Desde principios de año, estamos en un régimen de alta
inflación, pero estábamos en 6%, 7% al mes; ahora estamos en torno al 12%,
14%”, dijo Delgado, y cerró: “El salto ha sido significativo y obviamente los
ingredientes que explican esto son básicamente tres: las devaluaciones, no solo
la del 14 de agosto, sino la previa también, que sumó una velocidad de ajuste
de los precios mucho más rápida, casi instantánea. A eso se suma la
incertidumbre del cisne negro, que puede representar [Javier] Milei, y la falta
de dólares”. Delgado estima que este mes marque una inflación similar a la de
agosto, de dos dígitos. ● |