Sin
embargo, hubo intermediarios que aflojaron las tiranteces, hasta tal punto
que el sábado pasado Macri y Bullrich mantuvieron una videollamada, tal
como reveló el periodista Gonzalo Prado, de la que también
participaron Fernando de Andreis, uno de los principales colaboradores del
ex mandatario, y Derek Hampton, el consultor político y estratega de la
candidata presidencial.
Allí, luego de que
analizaron el resultado de los focus group hechos tras las PASO,
Macri consensuó qué iba a decir el lunes por la noche en el programa
de TN que conduce Diego Sehinkman. Incluso, una vez que se acordó el tono de
sus palabras, el ex presidente se quedó a solas conversando con la ex
ministra de Seguridad.
Por eso no
hubo sorpresas en la reaparición pública de Macri y tampoco se espera que
haya nada distinto mañana, cuando hable en la reunión ordinaria del Rotary
Club de Buenos Aires.
Para los
bullrichistas, satisfechos, el ex presidente pudo despejar las
sospechas generadas primero por sus elogios a Milei en la misma noche de las
PASO y luego cuando no dijo nada acerca de la oferta del libertario
de que iba a designarlo su “representante ante el mundo” si llegaba a la Casa
Rosada. Si bien lo desmintió De Andreis, Bullrich esperó infructuosamente
una negativa tajante de Macri.
En la intimidad,
dicen que Macri no entiende por qué crecieron las especulaciones
sobre su posición ante Milei y habló de “versiones maliciosas”. Anoche aclaró
que sólo le envió un mensaje de texto la noche de las PASO para
felicitarlo y que incluso calificó el resultado de las primarias como
un “empate”, restándole importancia a la condición de más votado del
candidato libertario.
Referentes del PRO
aseguran que el ex presidente sostiene en privado que nunca se había
jugado tanto por una persona como con Bullrich y que siente que en esa
apuesta está en juego su prestigio, por lo que no se podía poner en duda su
apoyo indeclinable a la candidata de Juntos por el Cambio, a la que
en su reaparición televisiva elogió de todas las formas posibles: habló de que
representa “un cambio racional y posible” e incluso destacó que
“tiene exceso de vocación de decidir”.
Más distendidos
tras las declaraciones de Macri, los estrategas bullrichistas interpretan que
el ex mandatario tiene “muy buenas intenciones”, pero que
“está fascinado con la caída electoral del kirchnerismo, ya que
el 70% de los argentinos votó otra opción en las PASO”. Por eso,
creen cerca de la candidata de JxC, el ex presidente “no dimensiona el
peligro de un triunfo de Milei”.
Patricia Bullrich
invitó a Mauricio Macri a la presentación de su nuevo libro
Lo cierto es que
Macri cumplió lo pactado y dio señales en favor de Bullrich y en contra de
Milei. Incluso tomó distancia de la dolarización que propone el
candidato de La Libertad Avanza, al resaltar la opinión negativa de economistas
de JxC que él respeta, calificar la propuesta como “buscar un atajo” y apoyar la candidatura de
Bullrich.
Lo más lejos que
llegó en apuntar contra el líder libertario fue cuando Macri señaló: “No me
parece que en la Argentina podamos convivir con la intolerancia a la
crítica, cuando lo veo a Javier Milei ponerse tan violento cuando
alguien piensa distinto yo digo: por ahí no”, agregó Macri.
Hay evidencias de
sobra de la tregua entre Macri y Bullrich. El ex mandatario fue claro
sobre su rol: “Ella es la presidenta, ella va a ser la presidenta, ella va
a conducir y yo trabajé esto durante cuatro años con mi psicoanalista para
saber que yo soltaba”. |