Por Javier Blanco - El dólar soja IV pareció comenzar a mostrar ayer que
puede ayudar a calmar a sus primos financieros y aportar para que el Banco
Central (BCRA) sostenga la compra de reservas con montos que, incluso, lo
ayuden a recomponer su tenencia neta por esta vía.
Hay que recordar que esto no había sucedido durante agosto, ya que
dilapidó buena parte de lo adquirido en intervenciones para contener al dólar
MEP.
El dato surge de tomar nota de la caída mayor al 3% que mostró en la
jornada el precio promedio del dólar contado con liquidación (que se colocó por
debajo de los $750 por primera vez en dos semanas y cerró a $738,7) y la
estabilización que exhibe su variante “local” (el MEP) por debajo de los $675.
Eso, a su vez, ayuda a mantener calmo al dólar blue, que cerró estable a
un promedio de $720 en el centro porteño para la venta (tras marcar un mínimo
de $715), cayendo unos $75 desde el “pico” próximo a los $800 que marcó el 16
de agosto, aunque manteniendo un avance de $384 ( 107,5%) respecto de su cierre
a $346 del año pasado.
Pero, sobre todo, porque el ente monetario logró recomprar unos US$58
millones por sus intervenciones sobre la plaza cambiaria oficial, su mayor
adquisición desde el final del dólar agro, cifra que más que duplica la
recompra de anteayer.
El resultado del día tiende a confirmar las presunciones de los
analistas: el nuevo esquema que estimula las liquidaciones sojeras (al
permitirles retener hasta el 25% de los montos exportados, siempre que ingresen
al valor oficial el 75% restante) puede servir para que el BCRA vuelva a sumar
reservas netas –aunque no en la cantidad que necesitaría para recomponer su
tenencia– y achicar la brecha cambiaria, sin tener que seguir sacrificando en
esa tarea todo lo readquirido, como ocurrió el mes pasado.
Por lo pronto, con el nuevo saldo positivo por sus intervenciones sobre
el mercado, el BCRA ya “anotó la decimoctava rueda seguida con saldos positivos
por compras en el mercado y acumula unos US$95 millones recomprados” en las
primeras cinco ruedas del mes, observó Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Incluso, según testimonios de varios operadores, hasta se dio el “lujo”
de atender algunos pagos de importaciones que venían demorados. “Algunos están
largando”, coincidió en notar el economista Salvador Vitelli, de Romano Group.
Ingreso temporal y ¿luego?
La cuestión a no perder de vista es que el presente esquema culmina a
fin de mes, por lo que, para incidir sobre la tenencia neta del BCRA (que se
mantiene hundida en terreno fuertemente negativo), tendría que mejorar
sustancialmente sus aportes de aquí en más. De octubre en adelante todo luce
muy cuesta arriba.
“Con el dólar soja IV el BCRA buscó ganar poder de fuego para agrandar
sus reservas utilizables para intervenir en ambos mercados y llegar parado de
la mejor manera a las elecciones de octubre”, evaluaron los analistas de
Portfolio Personal.
“Si bien aún no se notó una liquidación masiva del agro, las toneladas
comercializadas subieron súbitamente de 28.582 a 86.016 del martes a anteayer
( 201%) a pesar de que los precios de comercialización apenas saltaron 20%
entre lunes y miércoles, todavía sin reflejar la suba en el tipo de cambio
percibido neto de retenciones de 56%. De allí que se espera que el salto en los
volúmenes operados se traduzca en un aumento de la oferta y en compras del
BCRA”, acotaban ya en la mañana.
Por lo pronto, el mercado está atento a la respuesta del campo con
respecto al dólar soja IV, en medio de presiones sobre las reservas del BCRA
que no aflojan. ß
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