El crudo
diagnóstico en Washington sobre las elecciones y el futuro de la Argentina
Por Martcos
Quintans - (DESDE WASHINGTON DC) “El próximo
Presidente argentino deberá tomar decisiones muy difíciles, tendrá
que estar dispuesto a perder capital político para aplicar medidas
que encaucen la economía”. La sentencia resuena por estas horas en Washington,
donde la mirada sobre el futuro del país recorre la sinuosa frontera de la
bipolaridad.
En la ciudad
epicentro del poder de los Estados Unidos hay dos visiones bien
dispares sobre la Argentina que viene: la optimista destaca la
riqueza de recursos naturales, de capital humano y hasta de ubicación
geográfica (lejos de los escenarios bélicos) que le dan una enorme chance de
lograr a mediano plazo un despegue económico sostenible en el tiempo. “Es un
país que debería nadar en dólares si aprovechara las necesidades
globales de energía y alimentos”, resumen sin pestañear desde el círculo de
poder norteamericano.
Sin embargo, en un
parpadeo la perspectiva se carga de escepticismo con un dato que
consideran irrefutable: el historial de recaídas de
una dirigencia política que -entienden- siempre elige recalcular el
rumbo cuando llega el momento de avanzar con reformas de fondo. En ese momento
apelan a fórmulas cortoplacistas y agravan un cuadro económico y
social desesperanzador que, aun en el mejor de los casos, no se revertirá
rápidamente.
La frase que mejor
resume esa sucesión de ilusiones que mutan en decepción la
pronunció Alejandro Werner, ex director del Departamento del Hemisferio
Occidental del FMI, quien en 2018 supervisó el acuerdo de préstamo por 57 mil
millones de dólares que se le otorgó al gobierno de Mauricio Macri.
“El
de Argentina es un tema que genera muchas divisiones dentro del
propio staff del Fondo; por eso se cambian los equipos (negociadores) cada
cinco años… Es un caso profesionalmente fascinante, uno (se involucra
porque) cree que ahora sí el país va a poder romper esa dinámica de inflación y
tú de alguna manera periférica vas a ser parte de esto. Luego te das cuenta de
que no es el caso y tu reputación se ve afectada”, resumió entre risas y
resignación el economista durante una charla con periodistas que se realizó en
la Universidad de Georgetown, en el marco de la 14 edición del programa Key
Opinión Leaders organizado por AmCham Argentina en Washington.
En el centro del
poder político de los Estados Unidos repiten casi como un mantra que el
gobierno de Joe Biden no tiene un favorito. Garantizan que la relación
bilateral con Argentina se mantendrá y se trabajará con el que gane las
elecciones, sea quien sea. Sin embargo, hay un perfil definido de cada uno de
los candidatos.
En Washington
apelan a la cautela cuando se pide una definición sobre la figura
de Javier Milei. La tentación de hablar de un “little Trump” en gestación
es grande, pero por ahora se evita para no apresurarse en colocar etiquetas
ideológicas; sobre todo porque el líder libertario es todavía una verdadera
incógnita.
En su diálogo
con el FMI, que fue público tras las PASO, el candidato de La Libertad Avanza
hizo un diagnóstico realista de la actualidad y presentó un plan que apunta a
consolidar las cuentas con una drástica reducción del gasto
público en el primer año de gestión; cómo lo logrará es la gran
duda. ¿La dolarización? Esa idea genera mucha incredulidad en varios
sectores que tienen aceitados vínculos con el poder en los EEUU: “Una cosa es
estar en campaña y otra muy distinta es gobernar”, coinciden.
Los analistas que
siguen la dinámica de Latinoamérica tienen curiosidad por conocer cuál
será la estructura política que respaldará al líder libertario en caso de
llegar a la presidencia. Además aguardan mayores precisiones sobre la hoja de
ruta que utilizará para alcanzar rápidamente metas ambiciosas, con medidas que,
tal vez, una parte importante de la sociedad no estará dispuesta a acompañar.
En el caso del
proyecto de Patricia Bullrich, el desembarco de Carlos
Melconian fue visto como una señal importante. El economista visitó
personalmente las oficinas del FMI en el 700 de la calle 19th NW, y en esa
reunión quedó claro que su plan no contempla dolarizar. Uno de los ejes
centrales de su propuesta estará enfocado en el aspecto fiscal para ordenar el
gasto público.
El desafío de la
candidata de Juntos por el Cambio será encontrar la llave para salir de esa
encerrona en la que se encuentra desde el día después de las PASO: su discurso
quedó a mitad de camino en un escenario de grieta que hoy tiene como referentes
de cada extremo al líder de La Libertad Avanza y al referente de Unión por la
Patria.
La figura de Sergio
Massa es la más conocida de las tres en Washington. Y aunque
nadie lo admita en público, eso le da una luz de ventaja en la
comparación con Milei y Bullrich. Allí destacan su carisma
y habilidad para construir puentes diplomáticos y sellar acuerdos.
Sin embargo, se sabe que afronta un desafío muy complejo porque hoy, más que
pensar en el diseño de un plan de futuro, el candidato de Unión por la Patria
compite con el lastre (y el desgaste) que significa ser ministro de Economía en
un contexto de crisis profunda. La potencial influencia de Cristina
Kirchner en su proyecto presidencial se tiene en cuenta, pero confían en
que Massa sabrá hacer equilibrio en esa compleja relación de poder.
Claro que las
buenas relaciones no alcanzan para maquillar la lectura fría de la realidad:
quienes conocen por dentro los pasillos de los organismos multilaterales
coinciden en que, hasta ahora, los resultados de los ajustes
económicos que se hicieron luego de las PASO -con devaluación incluida- no
han sido los esperados porque el impacto inflacionario fue mayor al
que calculaban y la brecha cambiaria no se redujo del modo que preveían.
Aún en ese
escenario, se especula con que la corrección cambiaria de agosto no fue
suficiente y diagnostican que, a corto plazo, el tipo de cambio
actual no será consistente con un plan serio de acumulación de reservas. Algo
similar pasa con los precios de las tarifas que, en ese contexto,
deberían incrementarse para ayudar a ordenar las cuentas.
Un análisis
coincidente que se oye en Washington es que, para que la recuperación de la
Argentina sea posible y perdure, es obligatorio tener una mirada de mediano
plazo y será imprescindible sellar un acuerdo político y social que
permita mantener el orden en las calles durante la primera etapa del
próximo gobierno.
Una marcha de
piqueteros frente al Ministerio de Desarrollo (Foto: Franco Fafasuli)
Un aporte final
interesante al análisis de cómo ven en EEUU a la Argentina surge de boca del
referente de un importante think tank demócrata, quien asegura que hoy no hay
tantas expectativas sobre lo que puede pasar en el país tras las elecciones:
“Existe el ‘Efecto Macri’, que afecta a Milei, a Bullrich e incluso a Massa”;.
¿A qué apunta la definición? A que en 2015 el triunfo de Cambiemos -en combo
con el fin del mandato de Cristina Kirchner- se vio como un quiebre positivo
que podía marcar un antes y después en la dinámica política local, pero esa
esperanza se evaporó cuando Macri no pudo ser reelecto y se fue del poder sin
realizar las reformas de fondo que se esperaban. “Por qué sería diferente
ahora”, pregunta la misma fuente con una sonrisa.
El avance de China
en Latinoamérica y el rol de Brasil
Más allá del
diagnóstico que puedan realizar diversas voces influyentes sobre las elecciones
en Argentina, en los Estados Unidos hay una serie de temas que están muy
por encima en la escala de prioridades: la economía local, en el
marco de la competencia con Donald Trump que se avecina por las
elecciones del año próximo; y la feroz pulseada geopolítica con China, que
convive en la agenda con la inquietud provocada por la invasión de Rusia a
Ucrania que, estiman, podría extenderse aún más en el tiempo.
Melconian advierte
sobre una salida del cepo "apresurada": qué riesgos ve para el precio
del dólar y la inflación
Por Claudio
Zlotnik - Carlos Melconian no dio detalles del programa que
implementaría como ministrode Economía en caso de que Patricia Bullrich llegue
a la Casa Rosada en diciembre. Más bien, utilizó el acto de lanzamiento como
vocero económico de la candidata para dar una idea bien general de su
plan. Y asegurar que "no estamos frente a un salto al vacío" que
significaría la dolarización que pregona Javier Milei como candidato
de La Libertad Avanza.
Hay que ir al
último informe que la consultora MacroView distribuyó entre sus clientes para
tener una idea más cabal del pensamiento de Melconian.
En una línea similar a lo que planteó Domingo Cavallo antes
del fin de semana, también Melconian plantea que una salida
"apresurada" del cepo podría tener derivaciones negativas e impensadas. Habla directamente de un riesgo.
En su blog
personal, Cavallo enfatizó que "para conseguir el éxito, el Plan de Estabilización no debe
comenzar con un fuerte salto cambiario".
Argumenta,
directamente, que sin una planificación consistente, el actual escenario
económico -de alta inflación y brecha cambiaria superior al 100%- podría
disparar una "espiral cambiaria e inflacionaria muy virulenta".
Al planteo de un
esquema que no sea disruptivo en lo inmediato, Melconian agrega que la actual
cotización del dólar "libre", bien arriba de los $700, luce
"cara" mientras que el dólar oficial de $350 no está
"groseramente atrasado".
Dólar e inflación acelerada: ¿1989 puede ocurrir en 2023?
La sugerencia del
economista dice así: "Tanto con una unificación cambiaria 'apresurada
/ improvisada' como con una dolarización fallida o
desordenada, habría alta
chance de que el dólar libre (hoy caro en 700 y pico) termine 'succionando' al
oficial (hoy no groseramente atrasado en 350) y a la tasa de inflación (hoy en
dos dígitos bajos post - salto devaluatorio). Se pasaría abruptamente de un
escenario de mucha oferta de pesos a otro de muy poca demanda de
pesos. Dispararía una espiral cambiaria - inflacionaria muy
virulenta".
Para confrontar esa
postura con los hechos históricos, en el último informe de MacroView pusieron
dos ejemplos más o menos cercanos. Ahí se mencionan "dos experimentos de
unificación cambiaria improvisada, en medio de altísima inestabilidad
macroeconómica". Ambos, en el año 1989 tras el fracaso del Plan Primavera
de 1987: uno en abril y otro en diciembre, previo al plan Bonex.
Bajo la idea de que una decisión apurada podría derivar en
un descontrol total, Melconian recordó que "en la liberalización
cambiaria post - Primavera, el dólar libre explotó de 15 australes en febrero y 40 en marzo a 650 en julio. Esta escalada arrastró al
dólar oficial y a la inflación".
"La inflación
se duplicó mes a mes: 10% mensual en febrero, 17% en marzo, 33% en abril, 78%
en mayo, 114% en junio y 196% mensual en julio. Fue la hiperinflación de
Alfonsín, acelerada por las 'patillas' de Menem".
En el otro hecho
histórico recordado en el último informe de MacroView, el de diciembre de 1989,
ya con Menem como Presidente, sucedió otra vez con el descontrol total:
"El dólar
libre explotó de 880 australes en noviembre a casi 5.000 en marzo 1990. Esto
arrastró al dólar oficial y a la inflación. El dólar oficial saltó de 650
australes en noviembre a casi 5.000 en marzo. Y la inflación se disparó de 6,5%
mensual en noviembre a 40% en diciembre, 79% en enero 1990, 61% en febrero y
95% mensual en marzo. Fue la hiperinflación de Menem, con el plan Bonex en el
medio".
El mapa electoral y el rol de Melconian
El flamante
economista estrella de Patricia Bullrich está convencido de que ella llegará
al balotaje, y no el oficialismo a través de Sergio Massa.
La expectativa de Melconian está puesta en el supuesto
bochazo electoral que la realidad inflacionaria le dará al
ministro-candidato.
Lo dice así:
"Con el fogonazo inflacionario que está generando el salto devaluatorio
del '14 de agosto a las 10 de la mañana', las pocas chances electorales que de
por sí tenía el oficialismo se redujeron aún más. Votar con dos dígitos
mensuales de inflación y con el PBI cayendo en forma más evidente, es el peor
de los mundos para Unión por la Patria. Antes de las PASO y de la devaluación,
la de 2023 ya era una economía insalvable; post-PASO y post-devaluación lo es
todavía más. No habrá política de ingresos ni 'planes platita' que pueda
compensarlo".
Ahora que Melconian
se convirtió en el referente económico de Juntos por el Cambio, relegando
seguramente al resto de los economistas que venía trabajando junto a Horacio
Rodríguez Larreta, se verá obligado a dar más detalles del plan que
pondría en marcha en caso de llegar al poder.
Por ahora, se sabe
mucho de sus advertencias y poco de su estrategia. Se vienen, en ese sentido,
semanas decisivas. |