Gobernador es,
intendentes, cámaras empresarias, entidades agropecuarias y de medicina prepaga
y sindicatos expresaron ayer su enérgico rechazo a las medidas anunciadas por
el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, para compensar
los efectos de la devaluación y la inflación sobre los ingresos y sostener su
campaña electoral.
Los representantes
de provincias y municipios se quejaron de la decisión de otorgar un aumento
salarial de suma fija para empleados públicos y privados debido a que, en su
visión, no tuvo en cuenta la situación de las finanzas en esos distritos.
Los empresarios de
la Cámara de Comercio (CAC), la UIA y la CAME cuestionaron que el Estado
imponga aumentos por fuera de las paritarias, consideradas “el ámbito natural”
para estas decisiones. “Buena parte de las empresas del país se encuentran en
una delicada situación”, expresó la CAC.
Desde el campo, CRA
señaló que las medidas para el sector generan “incertidumbre” e
“imprevisibilidad”, mientras que los prestadores de servicios de salud
calificaron de “catastrófico” el congelamiento de las cuotas. En tanto, economistas
privados calculan en $730.000 millones el costo fiscal del paquete, lo que
complicaría cumplir las metas con el FMI.
Las medidas
anunciadas por Sergio Massa, en un intento de compensar la inflación desbordada
y fortalecer su candidatura, enfrentaron ayer un amplio rechazo del sector
empresario, como también de gobernadores, intendentes e incluso de movimientos
políticos ligados al oficialismo.
Los empresarios
rechazaron que el Estado les imponga un aumento por fuera de las negociaciones
paritarias abiertas con los gremios.
Otros sectores
consideran insuficientes las mejoras en el contexto de inflación creciente y
cuestionaron la falta de una solución de fondo para la suba de precios.
Los gobernadores y
los intendentes hicieron llegar su reclamo porque la Nación les impuso un
incremento para empleados públicos, sin tener en cuenta su situación financiera
(ver aparte).
Las quejas también
provinieron del sector de la medicina privada, al que el Gobierno obligó a
congelar sus cuotas. Allí recordaron que “los aumentos de los insumos médicos
llegaron hasta un 50% en el último mes, como consecuencia de la última
devaluación, el salto de los precios y la dificultad para importar materiales”.
De esa forma, el
rechazo a las medidas recorrió un amplio ámbito de sectores, que incluyó a los
productores agropecuarios por la distorsión de los precios que implican las
medidas.
La Confederación
Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que reúne a cientos de pymes, y la
Cámara Argentina de Comercio (CAC) criticaron la decisión del Gobierno de
imponer el pago de un bono de $60.000 en concepto de suma fija para compensar
la devaluación y la escalada inflacionaria. Destacaron que son las paritarias
el ámbito para definir las remuneraciones y que el Gobierno no debería intervenir
como lo está haciendo.
“Ante los recientes
anuncios que diera a conocer el Ministerio de Economía de la Nación con
relación al pago de una suma fija para empleados, la Confederación Argentina de
la Mediana Empresa (CAME) recuerda que el mecanismo de ajuste salarial del
sector privado son las paritarias y no una imposición del Estado sobre las
relaciones laborales por fuera de su alcance”, señaló la entidad empresaria en
un comunicado.
La CAC sostuvo que
los anunHasta cios le generaban una “profunda preocupación”, y, en el mismo
sentido que la CAME, afirmó: “Las paritarias son el ámbito donde deben
determinarse las remuneraciones, conciliando las pretensiones de los
trabajadores con las reales posibilidades de cada sector”.
Fuentes de la Unión
Industrial Argentina (UIA) dijeron a La Nación que los industriales también creen que cualquier recomposición salarial
debe ser a través de las paritarias y que los aumentos por decreto distorsionan
las negociaciones colectivas y pueden generar diferendos legales en materia de
sumas remunerativas y no remunerativas.
anoche, la UIA no
había realizado declaraciones oficiales sobre el anuncio del Gobierno.
El ministro de
Economía anunció el domingo que la suma fija para el sector privado será de
60.000 pesos divididos en dos cuotas mensuales, no remunerativa y por única
vez, absorbible por las paritarias. Le corresponderá esta suma a 5,5 millones
de trabajadores con salarios netos de hasta 400.000 pesos mensuales y el Estado
asumirá el costo mediante el pago a cuenta de contribuciones de 100% para las
microempresas y de 50% para las pequeñas empresas. Lo mismo rige para empleados
públicos nacionales.
La ministra de
Trabajo, Kelly Olmos, detalló ayer que las empresas a partir de 100 o 110
trabajadores, de acuerdo con el sector, deberán asumir por sí solas el bono.
La CAME sostiene
que cada sector de la economía y cada empresa en particular atraviesan
diferentes situaciones que jamás pueden homologarse al punto de establecer
unilateralmente aumentos generales, aun asumiendo el Poder Ejecutivo nacional
el 50% del incremento dispuesto.
“Los sectores de
Comercio y de Trabajadores Rurales acaban de celebrar sus paritarias, lo que
implica que el otorgamiento del bono en cuestión quedará absolutamente
desfasado de la reapertura de las negociaciones, en el marco de un proceso
inflacionario acelerado. Las micro, pequeñas y medianas empresas llevan varios
meses perdiendo en su resultado económico y esta imposición agudizará esa
pérdida”, agregó la CAME en su comunicado. Y agregó: “La injerencia del Estado
en la actividad privada no sólo complejiza la relación natural de empleadores y
empleados, sino que pone en riesgo la endeble situación de miles de pymes que
atraviesan un escenario de extrema fragilidad, con costos que aumentan permanentemente,
con imposibilidad de importar insumos básicos y con una recesión que amenaza el
consumo de manera creciente”.
La ministra de
Trabajo advirtió que “actuarán de inmediato” sobre las empresas que no paguen
la suma fija, pero remarcó que los gremios deberán garantizar que haya
fiscalización. Asimismo, dijo que los trabajadores podrán hacer denuncias
anónimas.
Sin expresarlo
públicamente, en la UIA coincidían en reclamar que los cambios se implementaran
en las negociaciones con los gremios |