El situación real de las reservas nunca
quiere ser revelada por los bancos centrales, ya que le permite al mercado cambiario
especular con sus posiciones de divisas.
Por eso, hasta
ahora el Banco Central no emitía información al respecto, y las consultoras
realizaban aproximaciones sobre la base de datos parciales.
Sin dólares
propios, el Banco Central está utilizando los yuanes provistos por el Banco
Popular de China.
En el informe publicado por el FMI dice que ese swap trepa
al equivalente a u$s17.900 millones, de los cuales se utilizaron u$s6.500
millones. También hay un swap por u$s3.000 millones aportado por el Banco de Basilea, garantizado con oro o bonos del
Tesoro de Estado Unidos propiedad del BCRA, una operación revelada hace dos
semanas por una consultora que generó revuelo en el mercado y obligaó al BCRA a
salir a hacer aclaraciones.
El Banco Central en rojo
La posibilidad de usar los yuanes está
supeditada a la autorización del Banco Central Chino.
El Gobierno
negocia con Brasil poder utilizar los yuanes en el comercio bilateral con ese
país, es decir que las empresas argentinas puedan pagar sus compras a Brasil
con yuanes chinos.
Los números del
Banco Central reflejan el feroz impacto que tuvo la sequía, que restó
ingresos por exportaciones por más de 20.000 millones de dólares.
Ante ese escenario,
el Gobierno trabó importaciones para evitar la sangría de divisas. En el sector
importador se estima que hay importaciones frenadas por unos 32.000 millones de
dólares.
En el sector
automotriz, el ingreso de unidades está frenado desde hace dos meses, según
indicó la Cámara del Comercio Automotor.
Los importadores
debieron apelar a préstamos de sus casas matrices, que algún día deberán
devolver con dólares que le comprarán en el futuro al Banco Central.
Según la consultora
Ecolatina, la deuda comercial por importaciones de bienes es la más elevada de
la historia, incluso medida en moneda constante. Al primer trimestre de 2023 el
stock trepó a u$s34.300 millones. Esa cifra es una demanda adicional de dólares
que se va pateando para más adelante.
Desembolso del FMI reduce la presión cambiaria, pero la
City espera otro salto del dólar: qué valor estima para octubre. |