Por Francisco
Jueguen - Las empresas cuestionaron la mayor presión ejercida por el Gobierno
sobre el sector privado para evitar el traslado de la devaluación a precios y
alertaron por aumentos de costos de hasta un 30%.
La Coordinadora de
las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y la Cámara de Comercio de los
Estados Unidos en la Argentina (AmCham) criticaron en un comunicado y en una
carta a las autoridades el intento del Ministerio de Economía de imponer, a
través de una nueva unidad que dirige Guillermo Michel integrada por la Aduana,
la AFIP, la Secreta ría de Política Económica y la de Comercio, una política de
precios a las empresas privadas.
“Copal entiende que
la dinámica de control de precios impuesta en la última semana por la
Secretaría de Comercio no es posible ni sostenible si no se da lugar al
entendimiento y al diálogo intersectorial”, arrancó el comunicado.
“A pesar de que la
industria de alimentos y bebidas ha demostrado siempre un firme compromiso al
participar en distintos programas de gobierno y acuerdos voluntarios, tales
como Precios Cuidados y ahora Precios Justos, la renovación del programa bajo
las condiciones pretendidas y sin mediar un espacio de intercambio no es
viable”, estimaron, y agregaron: “Sobre la base de una serie de convocatorias
en lo individual a un conjunto de empresas del sector, el Gobierno ha anunciado
un nuevo esquema de pautas de precios que las empresas han debido acatar para
continuar abasteciendo, pero que de ninguna manera funciona sobre bases firmes,
menos aún sobre los principios de un acuerdo voluntario”.
“Pretender que la
industria de alimentos y bebidas pueda absorber el impacto de la reciente
devaluación es negar el marco de desequilibrios de costos y precios que afecta
a este sector, al igual que al resto de la cadena de valor”, indicaron en la
Copal, y agregaron que “solo en las últimas tres semanas” los principales
costos de producción aumentaron en promedio entre un 15% y un 30%, frente al 5%
de incremento de precios propuesto. Recordaron que se proyectan paritarias del
140%.
El Gobierno busca
la renovación de Precios Justos con ventanas de aumentos de 5% por mes por los
próximos 90 días. Sumará un supuesto menú de beneficios fiscales prometido s
por el Palacio de Hacienda, que se publicaría en un decreto. En los últimos
días, las empresas ya habían comenzado a mostrarse reacias a aceptar el
acuerdo.
“Evidentemente, la
política distorsiva en materia inflacionaria vuelve a generar presión sobre la
industria de alimentos y bebidas, que con mucho esfuerzo ha sido el único actor
de la cadena de valor en absorber el impacto de este flagelo, que lejos está de
ser resuelto e impacta al conjunto de la sociedad”, arremetieron los
industriales.
El Ministerio de
Economía ya había dejado trascender dos datos anticipatorios sobre su
endurecimiento hace dos fines de semana. El primero, que las empresas se habían
cubierto vía precios de más –según el análisis del viceministro Gabriel
Rubinstein sobre rentabilidad empresaria– en la previa electoral. Creen
entonces que el sector privado puede absorber parte de la devaluación. El
segundo, que la devaluación fiscal (la generalización del impuesto PAIS a la
importación) provocaba un impacto de solo 1,2% en los costos.
Las empresas de la
Copal indicaron que se trabaja en un contexto de “total incertidumbre” para
operar. Cuestionaron las “restricciones para el acceso y disponibilidad de
materias primas, insumos, bienes intermedios y bienes finales”. Agregaron que a
tales situaciones se suman los “descalces financieros y la deuda comercial” por
los “extensos plazos” asignados para el acceso a divisas y pago de
importaciones. “Todo esto pone en jaque las relaciones no solo comerciales,
sino también las que se asocian en primer lugar a la producción”, señalaron en
la Copal.
En el misma
sentido, en una carta de la AmCham enviada al Ministerio de Economía –publicada
ayer por el sitio Infobae– se argumentó que los costos subieron entre 15% y 32%
en las últimas dos semanas y también se calificó la propuesta oficial de
“inviable”.
“Además, esta
situación se vio agravada con la reciente devaluación del 14 de agosto del 22%,
la aplicación del impuesto PAIS del 7,5% (según decreto 377-2023) y el
incremento de costos durante los últimos tres meses, altamente por encima del
aumento de precios considerado según el acuerdo que venció esta semana. De
hecho, en las últimas dos semanas los costos de producción ponderados han
aumentado entre un 15% y 32%, lo cual vuelve absolutamente inviable el primer
aumento propuesto del 5%”, remarcó el presidente de la AmCham, Alejandro Díaz,
quien firma la misiva para Massa.
“Habrá reapertura
de paritarias de camioneros al 140%, proveedores aumentando entre 25% y 30% y
condicionando la entrega de la materia prima o el producto intermedio, para
mencionar solo algunos condicionantes”, señalaron. Las empresas norteamericanas
cuestionaron que el Gobierno incumplió la garantía de acceso al tipo de cambio
(a través de la readecuación del CEF o del reperfilamiento de las fechas de
pago de las SIRA) a la hora de cumplir los acuerdos.ß
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