El Instituto de
Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación
Mediterránea, que preside Carlos Melconian -el economista ex titular
del Banco Nación y uno de los principales asesores económicos de la candidata
presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich-, publicó un
análisis sobre la situación de incertidumbre que vive la economía argentina
tras un sorpresivo resultado de las PASO presidenciales. El reporte, que no
ahorra advertencias sobre las inconsistencias de la política económica del
Gobierno, se detiene también a analizar la posibilidad de una dolarización, a
la que descarta de plano: “La dolarización es muy buena como slogan, pero
no como receta para la economía argentina”.
Tras los resultados
de las PASO, Argentina enfrenta un panorama de incertidumbre que podría
extenderse hasta noviembre, con la posibilidad de una segunda vuelta electoral.
A pesar de que los votos del 13 de agosto reflejan una predisposición ciudadana
hacia reformas profundas, sostiene el análisis, aún es incierto quién y cómo
liderará estos cambios. Mientras tanto, las inconsistencias de la política
económica actual se hacen más evidentes.
“La falta de
reservas y una aceleración de la inflación que a partir de agosto podría
instalarse por encima del 12,0 % mensual, hacen efímeros los intentos por
anclar las expectativas”
La aceleración de
la inflación, que podría superar el 12% mensual desde agosto, y la falta de
reservas monetarias ponen en jaque las expectativas económicas. A pesar de
intentos por estabilizar el tipo de cambio oficial, la inflación podría generar
un atraso en el mismo. Además, las necesidades de financiamiento del Tesoro son
elevadas y cualquier inconveniente en las licitaciones podría resultar en una
mayor emisión monetaria.
En el ámbito
internacional, los fondos esperados del FMI solo cubrirán deudas recientes, sin
cambiar significativamente el panorama económico. La escasez de productos
importados y la subida de sus precios continúan siendo un problema.
En el reporte se
abordó también la propuesta de dolarización de la economía argentina impulsada
por el candidato más votado en las PASO, Javier Milei, poniendo en tela de
juicio su viabilidad y sostenibilidad a largo plazo. El estudio se apoyó en
el caso de Ecuador, que adoptó el dólar estadounidense como moneda oficial
en el año 2000.
“La dolarización es
muy buena como slogan, pero no como receta para la economía argentina”
El IERAL destaca
que, si bien la dolarización puede sonar como un eslogan atractivo para
enfrentar problemas económicos, la realidad es mucho más compleja. “La
experiencia ecuatoriana nos muestra que la dolarización no es una panacea”,
señala el informe. En Ecuador, la transición al dólar fue un proceso
acelerado, posible gracias a las reservas suficientes y a la dolarización
previa de los depósitos bancarios (que fueron transformados a moneda extranjera
y reestructurados a cinco años, en un proceso similar al Plan Bonex argentino).
Sin embargo, Argentina no cuenta con las mismas condiciones.
Además, el análisis
subraya que, aunque el precio del petróleo, principal producto de exportación
de Ecuador, se cuadruplicó en la década de su dolarización, el crecimiento
económico del país ha sido modesto. “Ecuador ha crecido a un ritmo de solo el
1% anual por habitante en las últimas dos décadas”, indica el IERAL.
El estudio también
advierte sobre los desafíos que enfrentaría Argentina en un proceso de
dolarización. El Banco Central argentino no tiene las divisas necesarias para
convertir sus pasivos en pesos a dólares. Además, se resalta la importancia de
establecer un fondo anticíclico, esencial si se renuncia a las políticas
monetaria y cambiaria. “No podemos olvidar las lecciones de la crisis de
convertibilidad”, señala el informe, recordando que el Banco Central argentino
tenía dólares para cubrir la base monetaria, pero no para los depósitos a
plazo.
“Se ignora una
enseñanza de la crisis de convertibilidad: el Banco Central tenía los dólares
para cubrir los pesos de la base monetaria, pero no para los depósitos a plazo”
En conclusión, el
IERAL sugiere que, antes de considerar la dolarización como una solución
mágica, es esencial analizar en profundidad las experiencias de otros países y
las particularidades de la economía argentina. La dolarización, si bien
puede ofrecer estabilidad a corto plazo, presenta desafíos y riesgos que no
deben ser subestimados.
Finalmente, el
reporte sugiere mirar hacia la experiencia de Israel, que ha logrado una estabilidad
y crecimiento económico notables desde su plan de estabilización en 1985. Para
Argentina, la estabilidad y la integración global son esenciales, y se deben
buscar estrategias que fortalezcan el tejido productivo del país.
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