Acuerdos con
precios caídos, propietarios que sacaron los carteles de alquiler de sus
inmuebles, precios sin control, contratos dolarizados y la amenaza latente de
“oferta cero”. Este es el escenario con el que se encuentra el inquilino que
hoy busca un departamento.
1 ¿Cómo cambió
el escenario tras la devaluación?
El mercado de
alquiler está paralizado. La semana pasada, los dueños aumentaron los valores
de los alquileres de las propiedades más del 25%, pero igual prefieren dilatar
la firma de los contratos. Todos buscan protegerse de la inflación “Hoy no
puedo pasar una tasación de un alquiler en pesos”, afirma Soledad Balayan,
titular de Maure Inmobiliaria, y confiesa que no recibe pedidos desde hace dos
semanas.
“La ley sancionada
en 2020, la falta de oferta y la inflación generaron una bomba nuclear en este
mercado en el que la demanda convalida cualquier precio”, afirma Germán Gómez
Picasso, director de Reporte Inmobiliario. Sus relevamientos de los últimos 10
días indican que la suba interanual en los monoambientes fue de 289 por ciento
y en los de dos ambientes, 250 por ciento.
Con el dólar por
encima de $700, el fantasma de una hiperinflación invade el mercado. Los
especialistas coinciden en que en esos escenarios las partes suelen salir de la
ley y terminan cerrando acuerdos privados. “Es ilógico pensar que se seguirán
rigiendo por una norma si se rompieron todas las reglas”, coinciden. Enrique
Abatti, titular de la Cámara Argentina de Propietarios de la República
Argentina, recuerda que en la híper de Alfonsín se renegociaron todos los
contratos. “Pero había otra ley de alquileres, una de las mejores de la
historia, que permitía la modificación del plazo y la relación entre el locador
y el locatario tenía autonomía de la voluntad contractual”, aclara el abogado,
que en escenarios como los actuales aconseja a quienes se les termina el
contrato no renovarlo, sino hacer prórrogas de no más de tres meses con nuevas
condiciones. Antes de las elecciones, el plazo que sugería era de un año.
2¿Cuánto cuesta
un alquiler?
Hasta hace pocas
semanas, alquilar un monoambiente costaba $143.825 por mes; un dos ambientes,
$176.244, y un tres ambientes, $230.178, según el índice de Zonaprop, publicado
a principios de agosto. Si hoy se realizara el mismo relevamiento, los números
serían otros, sobre todo en un mercado con cada vez menos opciones en pesos.
Hay que tener en cuenta que hasta fines de julio los alquileres que arrancaban
nuevos contratos acumulaban en lo que va del año un aumento de 89,6%, un
porcentaje por encima de la inflación (62,5%) y del ICL (57,3%), el índice que
se utiliza para ajustar una vez al año los contratos en marcha que establece el
Banco Central y cruza salarios e inflación.
3 ¿Cuánto
aumentarán tras la devaluación?
“Nadie sabe qué va
a pasar la semana que viene, mucho menos en dos meses”, admite el economista
especializado en vivienda Federico González Rouco, quien agrega que “el impacto
de la inflación de esta semana y las próximas en el ICL recién se sentirá en
noviembre, mes en el que quien tenga que realizar la actualización anual
sufrirá una suba de más del 130%. Es decir, el inquilino que en noviembre
pasado pagaba $100.000 pasará a tener un contrato, “con suerte”, de $230.000.
La buena noticia es que pagará ese monto por un año bajo la norma actual. En un
contexto de inflación galopante, esto significa que “el alquiler pierde
sistemáticamente contra la inflación porque en lugar de actualizarse según la
realidad del momento se ajusta sobre la base de cifras de inflación y salario
retrasadas”, sostiene González Rouco, autor del libro Dueños o inquilinos. Por
eso, para quienes tengan que actualizar el ajuste anual hasta mediados de
septiembre aún correrá el 6,3%, el número de la inflación de julio, razón por
la cual aún no sentirá el cimbronazo de esta devaluación y su impacto en
precios.
4 ¿Cómo impacta
la devaluación en los alquileres que se pagan en dólares?
Un análisis aparte
merecen quienes habían cerrado el pago del alquiler en dólares billete o en
pesos al valor del MEP. “Con un aumento de más del 20 por ciento del tipo de
cambio desde el viernes pasado, a los inquilinos ya les aumentó ese porcentaje
en pesos en solo tres días”, analiza González Rouco.
5 ¿Es riesgoso
cerrar un contrato en dólares?
El alquiler en
dólares se utilizó desde siempre en la Argentina y mucho más en los últimos dos
o tres años. A partir de esto, Mariano Esper, abogado especializado en el
sector, hace énfasis en que “si el contrato está en dólares, el inquilino debe
pagar en dólar billete o por transferencia, no el equivalente en pesos porque
eso sería un contrato en pesos”. Esper da a entender que por muchas cláusulas
que tenga el contrato, “no se puede impedir que el inquilino un día se presente
con un abogado y litigue diciendo que se le hace imposible pagarlo, que sus
ingresos son en pesos, que no tiene para comprar dólares y entonces pida que
tomen en consideración la modificación del contrato”. En la misma línea, para
Abatti “no se pueden hacer contratos de alquiler de vivienda en dólar billete
porque no sería un contrato de locación de vivienda”.
6 ¿Quiénes
fueron los ganadores de las últimas semanas?
Los menos
perjudicados y hasta “beneficiados” fueron los inquilinos que cerraron un nuevo
contrato en pesos la semana pasada –por tres años y que recién se actualizará
en julio del año que viene–, porque lo hicieron en un país a un dólar que
cotizaba a $605 y una inflación lejana a la que cerrará los próximos meses. Los
otros “ganadores” fueron quienes tuvieron el ajuste anual (ICL) de sus
contratos en marcha antes de las PASO porque los números de inflación y
salarios que ponderó el ICL fueron de fines de mayo.
7 ¿Hay riesgo de
oferta cero?
En Reporte
Inmobiliario cuantifican que hoy hay menos de 700 inmuebles en oferta para
alquiler convencional en la ciudad de Buenos
Aires bajo las
nueva ley a tres años y en pesos. Y en un año cayó 60 por ciento esa oferta. Y
todas las señales anticipan que esa baja se profundizará. “Son datos que
preocupan porque la estimación es que en CABA hay 400.000 hogares inquilinos”,
agrega Gómez Picasso. “Con este escenario, los propietarios que tienen sus
inmuebles vacíos tomarán una actitud de esperar y ver: esperarán saber cuál es
el verdadero valor del dólar tanto para vender como para alquilar”, coinciden
los brokers inmobiliarios.
8 ¿Qué pasará
con la rentabilidad?
Los dueños con un
contrato en marcha sentirán el cimbronazo de una baja en la rentabilidad, un
margen que había mejorado en los últimos meses y que en julio se ubicaba en
5,24% (bruta), según Zonaprop. El indicador se encontraba en niveles similares
a los de mediados de 2017 y la estimación del relevamiento es que se
necesitaban 19,1 años de alquiler para recuperar la inversión, 26% menos de lo
requerido un año atrás.
Igualmente,
González Rouco aclara que si bien la primera sensación al ver el aumento de los
alquileres es pensar que directamente mejora la rentabilidad de las
propiedades, “esa cuenta de mejora de renta se hace con el valor inicial,
suponiendo que el dueño siempre va a cobrar lo mismo de alquiler en términos reales.
Sin embargo, a ese valor inicial de rentabilidad hay que restarle el 24% que
pierde en los tres años, y la explicación es que como las alquileres se
mantienen fijos durante un año –porque se actualizan en forma anual–, a medida
que la inflación avanza en el año y la cuota no se actualiza, ese monto pierde
la capacidad de compra y hace que los dueños cobren gradualmente menos en
términos reales.
9 ¿Habrá cambios
en la sesión del Congreso del próximo miércoles?
La propuesta del
oficialismo plantea mantener los contratos de tres años, una actualización
sobre la base del IPC y el Ripte y flexibilizar la presentación de garantías.
Mientras que Juntos por el Cambio propone volver a contratos de dos años de
plazo, actualizaciones y ajuste acordados entre las partes –el IPC, IPIM o el
Índice de Salarios que elabora Indec o una combinación–. Dependerá de los
acuerdos parlamentarios.
10 ¿ Cuál es la
postura de Milei?
“Su visión es que
todo es privado entonces por qué un presidente debería involucrarse en un
acuerdo entre un propietario y un inquilino”, aseguran los brokers
inmobiliarios, convencidos de que la postura del candidato es que no debería
haber ley y que de alguna manera eliminaría el rol del Estado como ordenador.
Sin embargo, trascendió que La Libertad Avanza trabaja en una nueva norma en la
que las partes acuerden las condiciones de tiempo, actualización y moneda. El
candidato expresó en su cuenta de Twitter que el país no necesitaba una nueva
ley de alquileres y que había que eliminarla. “No hay que interferir en
contratos privados, si no se seguirá perjudicando a los más vulnerables”, decía
su posteo. |