Por Hernán Cappiello
- El Tribunal Oral Federal Nº7, a cargo del juicio por el caso de los cuadernos
de las coimas, donde se investiga a Cristina Kirchner, a exfuncionarios y a
empresarios por cobrar y pagar sobornos para mantener contratos de obras
públicas, rechazó declarar nulo el caso y convalidó la declaración como
“arrepentido” de Carlos Wagner, extitular de la Cámara Argentina de la
Construcción (CAC).
Wagner argumentó
que su confesión fue obtenida “bajo coacción”, por el riesgo de quedar preso.
El empresario había
denunciado, además, que hubo “forum shopping” en la causa al haber sido
direccionada en favor del juez federal Claudio Bonadio y del fiscal Carlos
Stornelli. A su vez, había reclamado que fuera declarada inconstitucional la
figura de asociación ilícita. Se sumó a este planteo el kirchnerista Roberto
Baratta, que fue la mano derecha de Julio De Vido en el Ministerio de
Planificación Federal.
Baratta está
señalado en los cuadernos que escribió el chofer del ministerio Oscar Centeno
como una de las personas que recolectaban bolsos con dinero en empresas y los
llevaban a diferentes domicilios. En esa lista, se incluyó el departamento en
el que vivía Cristina Kirchner, en Recoleta. Wagner es uno de los empresarios
que admitieron pagos y contaron cómo funcionaba la cartelización de la obra
pública.
El juez del
tribunal oral Enrique Méndez Signori, en una decisión a la que adhirieron sus
colegas Germán Castelli y Fernando Canero, rechazó la pretensión de Wagner y de
Baratta en el mismo sentido en que lo había propuesto la fiscal del juicio,
Fabiana León.
En cuanto a la
cuestión del “forum shopping”, la fiscal dijo que el planteo no es nuevo y que
ya había sido rechazado con anterioridad. El juez Méndez Signori sostuvo que
este asunto ya había sido resuelto el 20 de diciembre de 2018, cuando la Cámara
Federal confirmó la competencia del juez Bonadio en el caso. Con respecto a la
alegada “obtención ilegal de elementos de prueba”, por la declaración “bajo
coacción”, también señaló que corresponde ratificar el rechazo.
Méndez Signori
consideró que Wagner no fue obligado a declarar contra sí mismo y que el
dictado de la prisión preventiva obedece a otras circunstancias que se valoran
en conjunto a la hora de decidir si se le otorga la libertad o no a un acusado.
El juez fue en el mismo sentido en que se pronunció la fiscal León, que había
propiciado el rechazo de la pretensión de Wagner de que no usara su declaración
en el futuro juicio oral.
“No solo no se
advierte perjuicio alguno” en la declaración de Wagner, ya que el empresario y
su defensor “intervinieron y consintieron tanto formal como materialmente el
acto, sino además los efectos que su contribución le ha reportado”. Advirtió la
fiscal, no obstante, que “se transita una etapa preparatoria del
enjuiciamiento” y que corresponde esperar el juicio para analizar la
verosimilitud de su “arrepentimiento“y la valoración sobre su utilidad para
acceder a los beneficios de reducción de pena que le garantiza.
Wagner es uno de
los más de 30 imputados colaboradores en el caso de los cuadernos. Allí confesó
que pagó coimas y describió cómo funcionaba el sistema de cartelización de la
obra pública a través del cual determinadas empresas recibían contratos. Había
sido detenido con prisión preventiva por una orden del fallecido juez Bonadio.
Wagner dijo además
que negociaba con el exministro de Planificación Julio De Vido la entrega de
los pagos como adelantos de obra, describió los montos y porcentajes, y dijo
que otra forma de pagar era devolviendo una porción del dinero que recibían
como certificados de obra.
Además de haber
estado al frente de la CAC, también es dueño de la empresa constructora Esuco
SA.
Los abogados de
Wagner son Zenón y Federico Ceballos. Argumentaron: “La sola circunstancia de
que el ingeniero Wagner se encontrara detenido en el momento de participar del
acuerdo de colaboración con su libertad física condicionada a la efectiva
suscripción del mismo resulta un elemento más que relevante para poner en tela
de juicio la voluntariedad de sus dichos”. Y cuestionaron la ley del
arrepentido, ya que dijeron que el modo en que fue aplicada “propició la
autoincriminación forzada del imputado arrepentido, pues la libertad quedó
supeditada a su colaboración, dejando en plena evidencia su formato coactivo”.
La causa por los
cuadernos de las coimas ya está elevada a juicio oral con más de 150 acusados.
El tribunal oral les permitió a todos los imputados, a los querellantes y a la
fiscalía que hagan el ofrecimiento de la prueba que usarán en el juicio. Esto
es, definir a testigos que quieran convocar, qué documentación quieren
incorporar, o si entienden que hay que hacer medidas previas al comienzo de la
audiencia, como nuevos peritajes.ß |