Por Francisco
Jueguen - El Gobierno anunció ayer un acuerdo para congelar el precio de los
combustibles hasta después de las elecciones de octubre. Antes, YPF aumentó sus
valores 12,5% desde hoy, igual que lo habían hecho sus competidoras. Además, se
creó una unidad especial que suma presión a las empresas para frenar el
traslado de la devaluación a los precios.
El gran problema no
es la inundación, sino lo que queda cuando el agua se retira. El fuerte salto
del dólar dejó un mar de remarcaciones. Por eso, el Gobierno creó una unidad
especial para negociar precios dotada de más poder para intentar contener el
traslado de la devaluación a la inflación, que podría llegar a acumular un 25%
en agosto y septiembre, en la previa electoral de octubre.
A través de la
resolución 1182 publicada ayer en el Boletín Oficial, con la firma de Sergio
Massa, el Ministerio de Economía creó la Unidad de Negociación de Acuerdos de
Precios. En esa mesa se sentarán con las empresas el secretario de Comercio,
Matías Tombolini, y el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, que,
a su vez, contarán con el apoyo del titular de la AFIP, Carlos Castagnetto. La
coordinación general de la Unidad la tendrá Guillermo Michel, titular de Aduana
y hombre de máxima confianza de Sergio Massa.
En las compañías
decodificaron rápidamenteelobjetivodelaflamante Unidad. “Buscan acumular poder
para negociar con las empresas para parar el traslado de la devaluación”,
describieron en una firma.
Hubo dos
interpretaciones de esta necesidad, quizá complementarias. En el mundo de los
supermercados tomaron la pesimista, y comienzan a ver una síntesis de Guillermo
Moreno y Paula Español ante la necesidad oficial de frenar los precios antes de
las elecciones de octubre. “Esto es para endurecer los controles. Más presión
sobre las empresas, queriendo imponer un 5% por mes y que acatemos esas nuevas
pautas como si la devaluación no hubiese existido”, cuestionaron en una empresa
alimentaria.
En cambio, en una
firma de consumo masivo creen que pretenden aportar una mirada integral para
ofrecer herramientas que sirvan para absorber la suba de costos. “Igual, no
llegan”, alertaron.
En el Ministerio de
Economía negaron que este equipo especial tuviera el objetivo formal de
aumentar el control sobre el sector privado o las sanciones sobre las empresas.
De hecho, varios pesos pesados del supermercadismo y la industria alimentaria
ya habrían aceptado la renovación de Precios Justos con ventanas de aumentos de
5% por mes por los próximos 90 días, más allá del menú de beneficios fiscales
que promete el Palacio de Hacienda, que incluyen desde la exención del pago del
impuesto PAIS a las importaciones o la posibilidad de aplicar certificados de
no retención de IVA, entre otras, como una posible baja de retenciones. El menú
de opciones, prometieron en Economía, se publicará en un decreto.
“Estamos poniendo
beneficios impositivos, aduaneros y tiene que estar acorde con la programación
económica”, explicaron en el quinto piso del Palacio de Hacienda a
Se mirarán
volúmenes de abastecimiento, y los alivios fiscales “en el marco de un régimen
fijo de tipo de cambio”. El Gobierno devaluó el lunes (subió el dólar oficial
un 22%) y fijó el tipo de cambio en $350 hasta octubre, empujó un alza de tasas
en el Banco Central (BCRA) y aplicó un nuevo cepo a los dólares financieros.
“Esto [la nueva
Unidad] es solo para poner sobre la mesa lo que pide el Estado”, afirmó una
fuente oficial, que remarcó que se trata de fortalecer la negociación y que
niega que haya “imposiciones”.
“Vamos a coordinar con
la AFIP el tema fiscal y la situación fiscal de cada sector y empresa. De esta
manera, podemos ver cuánto determinan de impuestos a las ganancias y además si
triangula haciendo sobrefacturación de importación o cuál es su costo laboral.
Es la posibilidad de una mirada integral”, describieron en una de las patas de
la nueva unidad de negociación.
“¿Esa mirada
integral ofrece más palanca para negociar tras la devaluación?’’, preguntó
“Exacto”, contestó ese integrante. Ya Economía había dejado trascender dos
datos anticipatorios el fin de semana. El primero, que las empresas se habían
cubierto vía precios de más –según el análisis de Rubinstein sobre rentabilidad
empresaria– en la previa electoral, por lo que no aceptarían “una lista de 15
productos” de las firmas para Precios Justos. Creen, pese a que prometían mirar
el impacto real, que el sector privado puede absorber parte de la devaluación.
El segundo, que la devaluación fiscal (la generalización del impuesto PAIS a la
importación), provocaba un impacto de solo 1,2% en los costos. Tales sentencias
anticipaban un endurecimiento del Gobierno.
Una tercera fuente
oficial familiarizada con las negociaciones que ya comenzaron definió al nuevo
equipo como una unidad interdisciplinaria donde se evalúan aspectos de Aduana,
AFIP y fiscales. “La unidad tiene muchísimo sentido. No hay ningún misterio”,
aclaró.
Según el artículo
uno de la resolución, la Unidad de Negociación de Acuerdos de Precios tiene “la
finalidad de evaluar y acordar los compromisos de precios de bienes a ser
suscriptos mediante convenios con empresas proveedoras y supermercados
(mayoristas y minoristas)”.
“Seguramente es la
forma que encontraron de evitar que se disparen los precios”, dijo un directivo
de una importante firma de consumo masivo a “El punto acá es que los costos se
dispararon fuertemente y los grandes proveedores aumentaron 20 o 30 puntos. Ahí
está la dificultad. Por eso, el control va a ser fortísimo”, anticiparon.
Estimaron que los grandes supermercados no aceptan listas con alzas, mientras
que los proveedores remarcan y en el medio es preciso mantenerse en movimiento.
“Espero que sea de corto plazo”, rezaron.
Esta semana, el
Indec difundió el IPC de julio, que marcó una leve aceleración de 6,3%. Se
trata de una foto previa a las devaluaciones de fines de julio (fiscal) y la de
esta semana. Sin embargo, los precios acumulaban hasta el séptimo mes del año
una suba de 60,2%. En doce meses llegó a 113,4%, el número más alto desde
septiembre de 1991.
Analistas privados
anticipaban que en agosto y septiembre podrían sumar un 25%. EcoGo envió a sus
clientes proyecciones de inflación para agosto de 13% y del mismo número para
septiembre. En LCG esperan que en agosto los precios suban un 14% y en
septiembre, un 12%.ß |