Por Javier Blanco -
Lo que se preveía sucedió: la oferta de divisas por el mercado oficial –aun la
estimulada con un precio especial– comenzó a ralear en vísperas del primer
turno electoral. Eso llevó al Banco Central (BCRA) a realizar la segunda
pérdida consecutiva de reservas por intervenciones por primera vez desde que se
reformuló el Programa de Incentivo Exportador (PIE) o dólar agro para tratar de
poner fin a ese drenaje.
La entidad que
comanda Miguel Pesce debió volcar a la plaza US$94 millones ayer, tras los
US$21 millones de anteayer (unos US$115 millones en dos días), al retraerse la
liquidación por la CAM 9 del MAE (habilitado a pagar a $340) hasta los US$46,4
millones, el menor nivel desde que comenzó a funcionar sumando a los maiceros.
Esto hizo caer a su vez sus reservas totales en unos US$237 millones y las
llevó a US$23.8899 millones, un nuevo mínimo de en más de 17 años.
Es una merma en
esta oferta que estaba en buena medida prevista, dado que ese programa ya
aportó al mercado unos US$1876 millones, cifra que supone el 94% del monto de
US$2000 millones comprometido hasta fin de mes. “Es la segunda liquidación más
baja del programa y la más escasa desde que se incorporó el maíz”, dijo la
analista de mercados en Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) Natalia Marin.
La nueva y
preocupante venta, tomando en cuenta que la situación de las reservas
internacionales es crítica, llegó en una rueda en la que el BCRA desaceleró el
ritmo de devaluación oficial del peso, al permitir una suba del dólar mayorista
(cerró a $285,15) de apenas $0,95, lejos de la actualización de hasta $1,283
por día que había permitido en la jornada que reinició la operatoria el lunes.
Se movió de esta
manera menos del 9% mensualizado, tras haber llegado a permitir ajustes de
hasta 14,6% en jornadas previas, como si buscara recalibrar su política luego
de que analistas advirtieron que permitir alzas porcentuales superiores a la
tasa de referencia de la economía podía ser perjudicial.
“El ritmo de
devaluación del tipo de cambio oficial se había mantenido en torno al 13%
(promedio en cinco ruedas), un ritmo superior no solo a la inflación estimada
para agosto, sino también a la tasa de interés de plazos fijos, lo que estaba
generando incentivos a retrasar la venta de granos del complejo agroexportador.
La brecha del oficial y el dólar agro ($340) se reduce a mayor velocidad, impactando
negativamente en el incentivo a liquidar en este segmento con tipo de cambio
más alto”, habían apuntado los analistas de la consultora Delphos Investment.
“El BCRA cambió el
patrón de comportamiento: en junio, la tasa de devaluación fue superior a la
inflación; en julio y agosto sucedería lo mismo. No está mal, pero la tasa de
devaluación debería ser inferior a la tasa de los depósitos, por lo que debería
subir el tipo de interés de referencia, ya que, de lo contrario, habrá menos
incentivo a desprenderse de dólares por parte de los agentes económicos”, había
alertado también días atrás el analista Salvador Di Stefano.
Aunque no se pueden
sacar conclusiones anticipadas por lo sucedido en la rueda de ayer, todo indica
que el ente monetario puede volver a estar revisando su estrategia de política
monetaria.
Por lo pronto, en
las tres ruedas que van a de la semana, el dólar mayorista “subió $5,80,
superando ya la corrección final de la semana anterior, que fue de $5,65”,
recordó en Twitter el operador Gustavo Quintana, de PR Cambios, dados los
niveles de ajuste autorizados en las ruedas anteriores.
El drenaje de las
reservas del día de ayer luce además inquietante porque llegó en una jornada en
la que el volumen operado en el segmento de contado cayó hasta los US$361,7
millones, es decir, un 27% respecto del nivel que había mostrado en la rueda
previa. Eso quiere decir que ni una marcada retracción en la demanda (por las
mayores trabas que sumó el Gobierno a través de la demora en aprobaciones de
SIRA o, por caso, con el recálculo del CEF, entre otras restricciones
oficiales), probablemente propiciada por nuevas dilaciones en las ventas,
sirvió para que el Banco Central no vuelva a sacrificar reservas.
De hecho, los
números del día muestran que debió aportar de sus reservas internacionales poco
más del 26% de las divisas operadas por la plaza oficial, con lo que debe haber
vuelto a convertirse en el principal aportante del mercado, algo insostenible
en la situación actual.
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