El pago de los
intereses de los pasivos remunerados del Banco Central y el financiamiento directo al Tesoro,
entre otros factores, impulsaron otra expansión de la base monetaria durante el último mes en términos
nominales, aunque la variación resultó contractiva si
se tiene en cuenta la estacionalidad de julio. Así lo indicó el último informe
monetario del Banco Central.
La base
monetaria se ubicó en promedio en $6.128,9 miles de millones en julio, lo
que implicó una expansión mensual del 9,4% a pesos corrientes. Sin embargo, ajustada por estacionalidad y a precios
constantes habría exhibido una disminución de 1,1%, acumulando
en los últimos doce meses una caída del 31,5%. Como ratio del PIB, la Base Monetaria se situaría en 3,7%, cifra 0,1 p.p. por
debajo del valor registrado el mes previo y en torno a los mínimos valores
desde la salida de la convertibilidad.
Emisión monetaria
Por el lado de la
oferta, los principales factores de expansión de la base monetaria
fueron las operaciones del sector público (transferencias al
Tesoro Nacional mediante Adelantos Transitorios y Utilidades, cuyo efecto
expansivo resultó parcialmente compensado por la venta de dólares al Tesoro
para realizar pagos al exterior) y las operaciones con títulos públicos en el
mercado secundario, con el objetivo de acotar una excesiva volatilidad financiera.
Por otra parte,
los pasivos remunerados del BCRA resultaron en una
expansión de la liquidez, debido a que las suscripciones fueron inferiores al
pago de intereses. Estos factores fueron parcialmente compensados por el efecto
contractivo de la venta neta de divisas al sector privado.
Sin embargo, parte
de la inyección de pesos originada en la asistencia al Tesoro se
utilizó para comprar divisas para el pago de deuda ($ 312.000 millones) y a
cuenta del Gobierno en el Central ($ 112 millones), por lo que fue reabsorbida.
Del resto, ante la no recuperación de la demanda de dinero, la mayor parte fue
esterilizada a través de Leliq y Pases ($ 1,18 billones).
Los analistas de
LCG destacaron que en lo que va del año el Banco Central ha transferido al
Tesoro el 1,1% del Producto Bruto Interno (PBI), lo que representa
casi el doble respecto al 0,6% al que se había comprometido originalmente el
Gobierno en el acuerdo crediticio que firmó con el Fondo Monetario
Internacional (FMI).
"En la última
renegociación se acordó no avanzar en mayores giros, aunque sí se habilitaron
nuevas operaciones de mercado abierto. La inyección de pesos para sostener la
curva de rendimientos viene siendo significativa ($1,3 billones en el año).
Sobre todo, considerando que, en simultáneo, esta inyección es reabsorbida con
la venta de Bonares para mantener la brecha cambiaria", señalaron.
En este orden,
desde LCG sostienen que, "la emisión endógena sigue
jugando a favor: la abultada suma de intereses es más que compensada por el
efecto que una nominalidad creciente tiene sobre la demanda nominal de
dinero".
La consultora prevé
que la demanda del circulante y el agregado M2 seguirá con su tendencia
bajista, lo que suma presión a la tarea de esterilización del Central, aunque
"el efecto sobre el stock de pasivos remunerados no
será relevante en la medida que la inflación siga operando como factor de
licuación, aún cuando la demanda real de dinero se ajuste a la baja".
Ley de alquileres:
se acerca el día clave mientras Massa pide cambios urgentes y las inmobiliarias
subas cuatrimestrales
Por Patricio
Eleisegui - Los intentos por modificar o directamente derogar la ley de alquileres vigente contarán con una posibilidad
concreta en la segunda mitad de agosto. Ocurre que el día 23 ha sido
fijado como el momento en que la normativa finalmente entraría en discusión en
el Congreso, y tanto la oposición como buena parte del oficialismo parece que
confluirán para aplicar modificaciones a la regulación. La discusión en torno a
la ley tendrá lugar en un contexto de suba anuales del orden del 110 por
ciento. Las inmobiliarias piden aplicar cambios profundos e inmediatos.
El próximo
miércoles 23 la Cámara de Diputados discutirá una derogación que, comentaron
a iProfesional fuentes de organizaciones como el Colegio Inmobiliario
Profesional (CPI), "encuentra a la oposición unida para terminar con la
ley actual".
Lo particular radica
en que, ya con la mente puesta en las elecciones, Sergio Massa volvió a
pronunciarse en contra del marco y pidió el cambio de normativa. "Hay
que lograr que el Congreso trate las modificaciones a la ley de
alquileres", declaró recientemente.
Massa pide cambiar la ley
"Hay artículos
de la ley Lipovetzky, que impulsó el macrismo, que fracasaron claramente. Pensó
que iba a quedar en los cánones del derecho argentino y quedó en los peores.
Tenemos que el lograr que el congreso trate las modificaciones porque de alguna
manera hay que mirar los mercados de oferta y demanda inmobiliaria en ciudad y
el resto del país", afirmó.
"No es lo
mismo en ciudad de Buenos Aires, donde tenés una distorsión adicional por
la presencia de Airbnb como producto para los turistas, que el mercado
inmobiliario en el resto del país", añadió el actual Ministro de Economía.
Para luego
concluir: "En algún momento planteé no con mucho éxito que el tema de la
legislación sobre alquileres debía tener un marco general en el Código Civil argentino.
Y que después cada legislatura de cada provincia debía reglamentar de acuerdo a
la oferta de cada una".
De ocurrir
finalmente la derogación, el mercado pasaría a funcionar a partir del
Código Civil. Precisamente, ese cuerpo de normativas también sería objeto de
modificaciones en el ya cercano 23 de agosto.
"En la Cámara
de Diputados está bien consolidada la idea de que este es el peor de los
escenarios. Y que cualquier modificación que se lleve a cabo será un alivio
para un mercado que se apagó casi por completo. La derogación implicaría volver
a las condiciones en las que se operaba antes de la ley vigente", explicó
a iProfesional, hace escasas semanas, Marta Liotto, titular del CPI.
Según Liotto, el
régimen que continuaría a la normativa actual retomaría los contratos a
dos años con ajustes semestrales.
"Antes
operábamos, justamente, con ajustes cada 6 meses que incluso se negociaban en
situaciones en que el inquilino de pronto no podía pagar. Era dialogado entre
las partes y con la inmobiliaria en el rol de la mediación. El valor no era
determinado por la inflación del momento sino que se negociaba con
anticipación", señaló la entrevistada.
La directiva afirmó
que, a raíz del contexto de incrementos actuales, se multiplican los inquilinos
que no pueden afrontar los costos rescinden sus contratos mucho antes de los 3
años que establece la ley.
La Cámara Inmobiliaria pide incrementos cuatrimestrales
Pero esas
condiciones no son del gusto de otros actores de la comercialización. Así, el presidente
de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Alejandro Bennazar, dijo que la
mejor opción para incrementar la oferta de inmuebles disponibles para
alquileres extensos pasaría por reducir los contratos a 24 meses
y actualizar los precios de los alquileres, como mínimo, cada cuatro
meses.
"Eso
revertiría la situación en el mercado y aumentaría un poco la oferta. Es que,
para bajar los precios, hay que aumentar la oferta", declaró.
Bennazar no es
partidario de derogar la ley dado que, a su entender, un movimiento así podría
confundir aún más a los propietarios. Sostuvo, sí la necesidad de promover una
mesa nacional de alquileres, porque recomponer la oferta de inmuebles, en todo
el país, llevaría años". |