Sábado 5 - El ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó que acudió al gobierno
de Qatar para poder hacer frente ayer a un vencimiento de intereses con el
Fondo. Se trata de un préstamo bilateral que, como anticipó la nacion, es en
derechos especiales de giro (DEG, la moneda del FMI), equivalentes a US$775
millones.
La noticia no
tranquilizó a los mercados: en la City el blue subió $4 y cerró a $574, por lo
que terminó la semana con un alza acumulada de $23. En tanto, el CCL con GD30
cotizó a $558,82, un salto de $18.
Sin dólares en el
Banco Central (BCRA) y habiendo fracasado las gestiones para lograr un anticipo
del propio Fondo Monetario Internacional (FMI), el ministro de Economía, Sergio
Massa, acudió al gobierno de Qatar para poder hacer frente ayer al pago de intereses
que había que enfrentar del organismo y que no era “prorrogable”.
El nuevo préstamo
bilateral, tal como anticipó la nacion, fue en derechos especiales de giro
(DEG, la moneda del FMI) por 580 millones, cifra equivalente a US$775 millones.
La condición es que
el empréstito sea devuelto sin dilaciones cuando los accionistas del Fondo
aprueben el desembolso comprometido a mediados de mes para el segundo semestre
del año. Sería, según se informó, de US$7500 millones.
Según las fuentes
consultadas por la nacion, habría sido el propio FMI el que intercedió ante el
gobierno qatarí para que la operación pudiera llevarse a cabo.
La tasa de interés
del crédito, según especificó el Ministerio de Economía ayer, es la que el FMI
les aplica a los desembolsos, del 4,033% anual. “No hay spread adicional ni
sobrecargos”. aseguraron.
“El FMI estaba muy
interesado en que se hiciera esta operación con DEG”, reconoció un funcionario
al tanto de las tratativas.
En la negociación
con el Fondo, la geopolítica juega un rol importante. Al fin y al cabo, el FMI
es un organismo político. Para Estados Unidos, la creciente dependencia de
China por parte de la Argentina (y el rol activo que ese gigante mantiene como
nuevo prestamista de última instancia) siempre generó ruido.
No pasó inadvertido
en Washington que para el vencimiento de capital del lunes último la Argentina
haya tenido que valerse del único organismo multilateral del cual Estados
Unidos no forma parte, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y de nuevos
fondos aportados por China, su principal contendiente en el mundo.
Lo que quedó en
evidencia también esta semana es que el asombroso poder de lobby del ministro
Massa en Washington también parece haber encontrado un límite.
En el equipo
económico, y en el Gobierno en general, reconocen que Massa fue, desde un
comienzo, el mayor defensor de la idea de que la Argentina debía evitar a toda
costa entrar en mora con el FMI.
Ahora, admiten, esa
posición que llevó al país a endeudarse en la última semana con China, con la
CAF y con Qatar podría recortar el margen de acción de Massa POSPASO. “No tener
un acuerdo con el Fondo después de haberle pagado no es una alternativa”,
afirmó una fuente del equipo económico.
Más detalles
Desde el equipo de
Massa se encargaron de resaltar que es la primera vez en la historia que Qatar
concede un crédito a la Argentina.
Además, señalaron
que, al prestarle los DEG para que el Gobierno pueda hacerle frente al
vencimiento de deuda, se evitó usar reservas. “Resulta indispensable, con el
fin de evitar demoras que pudieran repercutir en el cumplimiento de estas
obligaciones, tomar las medidas previstas”, dice en los considerandos el
Decreto de Necesidad y Urgencia publicado en el Boletín Oficial.
“Dado que las
fechas previstas para la aprobación del Staff Level Agreement (SLA) por el
Fondo Monetario y que el tiempo mínimo necesario para que las autoridades
argentinas implementen las medidas comprometidas exceden las fechas de
vencimiento de los Special
Drawing Rights
(SDR, inglés para DEG), fueron realizadas gestiones con el Estado de Qatar, a
fin de poder cumplir con las obligaciones asumidas”, precisa el documento.
El préstamo de
Qatar evita dejar de pagar los vencimientos de deuda y un posible efecto
dominó.
La consultora
Econviews había señalado al respecto que la Argentina “tendría que rascar la
olla como sea” y buscar un préstamo puente.
“Esto no va a
mejorar la economía pero debería evitar entrar en una vorágine de descontrol en
el cual no solo el Gobierno podría quedar fuera de combate en materia
electoral, sino que podría despertar a otros monstruos, como la probabilidad de
hiperinflación, que hubiesen generado muchísimo dolor y enrarecido todo el
panorama político, económico y de negocios”, evaluaron.
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