Sábado 5 - Por Francisco Jueguen - En la Argentina, hay más pobres que hace un año
y la cantidad de niños con necesidades alimentarias insatisfechas crece, según
se desprende de datos oficiales publicados ayer y procesados por analistas
privados.
El Indec publicó
las bases de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al
primer trimestre de 2023. Se trata de datos oficiales en bruto. Los
investigadores de Exquanti calcularon sobre la base de esos números la
evolución de la pobreza e indigencia en adultos y niños.
La pobreza fue en
el primer trimestre de este año de 38,7%. Se trata de un aumento de 4,4 puntos
con relación al mismo período de 2022 (34,3%). Esto implica que, en un año, se
sumaron a la pobreza 1.169.808 personas en los conglomerados urbanos. Si se
proyecta a todo el país, llegarían a 2,2 millones. A pesar de la ayuda social,
la indigencia pasó del 8,2% en el primer trimestre de 2022 al 8,8% en el mismo
período de 2023.
“En la Argentina no
hay hambre”, sentenció sin vacilar la vocera del Presidente, Gabriela Cerruti,
unos días atrás. Este jueves, en su conferencia de prensa, minimizó además el
impacto de la pobreza en los más chicos. Sin embargo, según datos oficiales
procesados por investigadores privados, es imposible que el Gobierno oculte la
foto más dramática antes de las PASO: hay más pobres que hace un año y la
cantidad de niños con hambre crece.
El Indec publicó
las bases de microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares correspondiente al
primer trimestre de 2023. Se trata de datos oficiales en bruto. Los
investigadores de Exquanti calcularon sobre la base de esos números cuál sería
la evolución de la pobreza e indigencia en adultos y en niños. No hubo
sorpresas. Por la inflación, esos flagelos se dispararon.
Según los
especialistas, la pobreza fue en el primer trimestre de este año de 38,7%. Se
trata de un aumento de 4,4 puntos porcentuales con relación al mismo período de
2022 (34,3%). Esto implica que, en un año, se sumaron a la pobreza 1.169.808
personas. Si se proyecta este número a todo el país, podría hablarse de más de
2 millones de pobres nuevos. Vale aclarar que estos datos son incontrastables
con los que el Indec publica en sus estadísticas, ya que el organismo trabaja
sobre semestres en su informe. Por otra parte, las comparaciones deben hacerse
entre trimestres impares o entre trimestres pares para evitar distorsiones por
el aguinaldo.
A pesar de la ayuda
social dispuesta, a la indigencia ingresaron 208.797 personas en un salto anual
que fue del 8,2% en el primer trimestre del año pasado a 8,8% en este, según el
documento de Exquanti.
Esto implica un
trago complicado para el ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio
Massa. Si se compara el tercer trimestre de 2022 –cuando se hizo cargo del
Palacio de Hacienda– con el primero de 2023, se da un salto en la pobreza y en
la indigencia, según los datos oficiales, de un punto (de 37,7% a 38,7% y de
7,8% a 8,8% respectivamente).
La foto es
abrumadora para el futuro del país. Pese a los dichos de Cerruti, no solo crece
la pobreza entre los más chicos, sino que también lo hace el hambre, o sea, la
indigencia. El porcentaje de pobreza infantil en el primer trimestre de 2022
era de 48,1% y se disparó a 55,7% en el mismo período de este año. Es un salto
de 7,6 puntos porcentuales. Esto implica que 618.979 chicos cayeron en la
pobreza en tan solo un año.
La cantidad de
chicos indigentes pasó de 967.111 (12,1%) en el primer trimestre de 2022 a
1.059.964 (13,2%) en el mismo período de este año. Son 92.853 niños y adolescentes
que hace un año no tenían hambre y que ahora no acceden a una canasta mínima de
alimentos.
Las proyecciones
sobre la pobreza en la Argentina ya eran malas, pero auguran un futuro aún
peor. La UCA proyectabaun39,3Þpobrezapara el primer trimestre de este año y
una indigencia de 8,1%. El Cedlas estima que la pobreza llega a 39.8% en el
período octubre-marzo. Pero incluso hay perspectivas más oscuras: al proyectar
los microdatos del Indec, los expertos de la Universidad Torcuato Di Tella
(UDTD) vaticinan que la pobreza terminó en el primer semestre de este año en un
promedio de 42,1%. El último dato oficial fue del Indec fue de 39,2% a fines de
2022.
“Para el semestre
octubre-marzo hay una suba de algo más de medio punto (0,6) respecto al dato
del segundo semestre de 2022. Es un alza explicada por la inflación, y
parcialmente contenida por los niveles de empleo, que aún mostraban crecimiento
en el primer trimestre del año con tasas récord de actividad y empleo”, analizó
el investigador del Cedlas, Leopoldo Tornarolli. “Y es un número aún no
afectado por el impacto de la sequía, que de cualquier modo no es probable que
se transmita de inmediato a la tasa de pobreza, siempre en la medida en que la
actividad económica directamente afectada, la agricultura, no está muy captada
en la encuesta, que es mayormente urbana”, agregó.
“De cualquier modo,
todo indica que el dato del primer semestre de 2023 va a ser aún más alto y en
el tercer trimestre esperaría que se transmita a otros sectores el impacto de
la sequía, a través de la falta de dólares y de la paralización de la
actividad”, alertó el especialista del Cedlas.
“Tomando en cuenta
que la canasta básica total creció interanualmente alrededor de 119% entre el
segundo trimestre de 2022 y el segundo de 2023, y que los ingresos de los
hogares capturados por la EPH en el segundo trimestre del año no tienen el
efecto del aguinaldo esto sugiere que la tasa de pobreza del segundo trimestre
va a ser superior al 39% estimado del primer trimestre”, dijo Martín González
Rozada, director de la Maestría en Econometría de la UTDT. “Con la información
que se tiene hasta ahora, la tasa de pobreza estimada para este segundo
trimestre estaría alrededor del 44% proyectando una incidencia de la pobreza
para el primer semestre del año, que el Indec publicará a fines de septiembre,
de 42% con un margen de error de 1.5 puntos porcentuales”, agregó.
“En el primer
semestre de 2023, la inflación se va a mantener elevada y podría subir porque,
hasta mayo, la inflación se aceleró, o sea, fue mayor de enero a mayo cada mes,
mientras que los salarios informales, que son los salarios de los pobres, no
crecieron al mismo ritmo. Esos salarios vienen bien por detrás de la
inflación”, analizó el director de la consultora Idesa, Jorge Colina. “Así, es
posible que la pobreza aumente porque en el fondo, aun cuando haya planes
sociales, el 60% de los ingresos de los hogares pobres proviene del trabajo
informal, que crece menos”, opinó el especialista.
En lo que va del
año, la suba de precios acumula un alza de 50,7%, mientras que el dato
interanual llegó a 115,6%. Pese a que en los últimos dos meses se registró una
desaceleración de la inflación en niveles elevados, los especialistas creen que
se mantendrá alta todo el año. Incluso, el propio Massa afirmó que será difícil
doblegar este año a los precios por el impacto de la sequía. Por otra parte, la
volatilidad del dólar en los últimos días y la devaluación fiscal del Gobierno
impactarán en los precios, según advirtieron empresas y economistas privados.
Ese efecto, creen, se verá en el IPC de agosto y podría agregar, estimaron,
tres puntos a un piso de entre 6% y 7%. El Iaraf, con base en el índice de
salarios del Indec, indicó que en los primeros cinco meses del año, respecto de
igual periodo de 2022, se registraron una suba de salarios en el sector público
(2,2%); caída del privado registrado (-1,4%), y baja del sector privado no
registrado (-12,72%). Vale aclarar que la información de los salarios
informales tiene en ese reporte oficial un rezago de cinco meses, según indica
la metodología. Esto llevó a multiplicar en el país la figura del “trabajador
pobre”, que según la UCA llegó en 2022 a un récord.ß |