Cristina Kirchner
avanzó ayer un nuevo paso en su intento por frenar la causa de los cuadernos de
la corrupción, que expuso de forma inédita la trama de coimas pagadas por
empresarios al kirchnerismo para obtener obras públicas.
Con esa estrategia,
la vicepresidenta solicitó que se incorpore en la causa principal un peritaje
que estableció que un amigo de Oscar Centeno, el autor de los cuadernos,
realizó enmiendas y sobreescrituras en algunas de las páginas.
Si bien son
anotaciones menores sin trascendencia en el valor de los cuadernos como prueba,
la vicepresidenta y su equipo de abogados se aferra a ese peritaje como una
forma de golpear la causa.
El pedido de
Cristina Kirchner se requirió a través de un escrito firmado por los abogados
Carlos Beraldi y Ary Llernovoy dirigido al Tribunal Oral Federal (TOF) 7, en el
que reclamaron que se incorpore a la prueba la pericia realizada en el marco
del expediente que tramita ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi.
El peritaje a cargo
de la División Scopometría de la Policía Científica determinó que el expolicía
Jorge Bacigalupo, que tuvo bajo su custodia los cuadernos antes de que el tema
llegara a la justicia, había realizado anotaciones en ellos.
Previamente, las
pericias oficiales de la causa principal ya confirmaron que efectivamente los
cuadernos los escribió Oscar Centeno.
Pero es solo una
parte de la prueba. Los hechos detallados en las anotaciones coinciden con las
confesiones y los declaraciones indagatorias de decenas de imputados en la
causa.
Sin embargo, a
pesar de lo acotado de las enmiendas, el peritaje es el elemento central que
esgrime el kirchnerismo para frenar el avance de la causa.
Hace cinco años, la
nacion publicó la investigación que reveló el sistema de recaudación de coimas
que durante años registró Centeno en pequeños cuadernos escolares.
La causa, con 229
imputados y cientos de kilos de pruebas, fue elevada a juicio oral en 2019.
Sin embargo, el
Tribunal Oral todavía no ha fijado fecha de inicio de las audiencias.ß |