Por Carlos Lamiral - Hace un año, cuando Sergio Massa asumió el cargo como ministro de
Economía para apagar los primeros chispazos de lo que podría haber sido un
incendio, una de las primeras directivas que lanzó fue que el Gobierno iba a
prescindir de toda ayuda del Banco Central, algo que cumplió por lo menos hasta
marzo de este año, cuando por efecto de los descalabros que impuso la sequía,
tuvo que volver a hacer uso de esa fuente de financiamiento. Ahora, el nuevo acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) incluye la exigencia de no hacer uso de Adelantos
Transitorios ni de Transferencias de Utilidades.
En el mercado se
estima que el Palacio de Hacienda va a tener que subir las tasas de interés de
los instrumentos de las letras que ofrece en las licitaciones que realiza todos los meses y que tendrá
que conseguir niveles de financiamiento neto superiores a
los que venía mostrando en los últimos meses, si es que no puede achicar los
niveles de déficit fiscal primario que viene mostrando desde que comenzó 2023.
En diálogo
con Ámbito, el economista y consultor Andrés Reschini, consideró que dado el nuevo escenario
“puede haber” una suba de las tasas que ofrece el Tesoro para conseguir
financiamiento en el mercado de pesos. “Ese frente lo vienen manejando
muy bien. Si se calienta la inflación, van a tener que ofrecer más bonos
ajustables por CER”, señaló.
De acuerdo a cómo
se han presentado las últimas licitaciones, que tratan de emular lo que ocurre
en los mercados secundarios de deuda, los inversores han tenido pocas opciones
a tasa fija, salvo las LELITES que son de muy corto plazo para los Fondos
Comunes de Inversión. En las últimas convocatorias
aparecieron las Ledes que pagan una tasa efectiva anual del 142%.
Federico Papavero,
corporate Financial Advisor de Wise Capital, consideró que “las tasas van a
tener que subir, eso es seguro”. Dos razones esgrime
el analista para tal conclusión. “Una por tema del
financiamiento y otra por ajuste de política monetaria”, explicó. Como
el Banco Central además está comprometido a mantener tasas reales positivas, si
sube la inflación por efecto de la generalización del Impuesto PAIS a las
importaciones, va a tener que seguir el ritmo para no quedar abajo. Y del mismo
modo, el Tesoro va a tener que mejorar su oferta si quiere conseguir pesos en
el mercado.
La alyc Portfolio
Personal Inversiones (PPI) señala que el FMI indicó en el
último anuncio con Argentina que “la trayectoria fiscal acordada
no supone financiamiento monetario directo adicional” para lograr el déficit
primario de 1,9%. “El comunicado de prensa no aclara si se modificó
la meta monetaria. Recordemos que el target acordado en la cuarta revisión es
de $883.000 millones en 2023, ya siendo superado por $1,16 billones en lo que
va del año”, recuerda PPI. Por lo tanto, concluye que “para cumplir con la meta
monetaria, el Tesoro deberá obtener un financiamiento neto elevadísimo en las
licitaciones para cubrir el rojo primario y cancelar los Adelantos Transitorios
al BCRA”.
Entre enero y julio
el Tesoro consiguió financiamiento neto por $2,1 billones. Eso implica un roll
over del 133%. En julio logró una tasa del 120% al sumar $260.359
millones. Todo indica que el esfuerzo en lo que resta del año tiene que ser
mayor. Lo bueno es que la etapa de vencimientos más
pesados quedó atrás. Los vencimientos que van por delante corresponden a
inversores que no entraron en los canjes de deuda de 2023 y a bonos que se
emitieron este año para los que buscan el corto plazo. En agosto vencen unos
$800.000 millones, de los cuales $40.000 millones son Adelantos Transitorios
del BCRA.
Según datos de
la Oficina del Presupuesto del Congreso, entre agosto y diciembre hay
vencimientos de bonos en pesos por unos $3,1 billones, a los cuales
habría que sumar otros $700.000 millones que se le deben al Banco Central. |