Por María Julieta
Rumi - El Gobierno se prepara para concretar hoy el pago de un vencimiento de
deuda con el FMI por unos US$2700 millones, tras el acuerdo técnico con el staff
del organismo alcanzado el viernes. La cuenta se pagaría usando el remanente de
yuanes que guarda el Banco Central (algo menos de US$1500 millones) y un
préstamo puente de la CAF (el Banco de Desarrollo de América Latina) por
US$1000 millones. Aún resta definir cómo se pagará el saldo de unos US$200
millones.
Después de que el
viernes se conociera que se llegó a un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) del tipo staff level agreement (SLA), el Gobierno se
prepara para hacer frente hoy al pago por US$2700 millones sin contar aún con
los desembolsos del organismo. La cuenta se abonaría, según el Ministerio de
Economía, con los yuanes remanentes del primer tramo del swap con China y un
préstamo del Banco de Desarrollo de América Latina, conocido como CAF, por
US$1000 millones. Pero aún faltarían entre US$200 millones y US$300 millones
para llegar al número final si no se quiere entrar en atrasos con el Fondo.
De acuerdo con
fuentes del Banco Central (BCRA), actualmente hay un remanente de menos de
US$1500 millones del primer tramo del swap chino, que se sumarían a los US$1000
millones de la CAF. De allí surge la diferencia de entre US$200 y US$300
millones que debería saldarse hoy y sobre la que aún no hay precisiones. Los
billetes podrían provenir de una operación garantizada con las reservas de oro
o, eventualmente, de los encajes, lejos del escenario ideal (ver página 18).
La opción es entrar
en un atraso con el Fondo, que si bien es una posibilidad no parece tan
probable a la luz de las noticias del viernes. Pero eso no es todo: mañana,
martes 1° de agosto, hay otro vencimiento por US$800 millones en concepto de
intereses que se pagarían el viernes. Para llegar a esa suma, desde el Central
apuntan que se podría juntar en la semana por las liquidaciones del dólar agro
o pisando el pago de importaciones.
Según el último
informe semanal de la consultora Econviews, la Argentina “tendrá que rascar la
olla como sea, buscar un préstamo puente o lo que sea, pero no puede dejar de
pagar los vencimientos” de esta semana. Caso contrario, dicen, “será un
dominó”.
“Esto no va a hacer
mejorar la economía. Pero debería evitar entrar en una vorágine de descontrol
en el cual no solo el Gobierno podría quedar fuera de combate en materia
electoral, sino que podría despertar a otros monstruos, como la probabilidad de
hiperinflación, que hubiesen generado muchísimo dolor y enrarecido todo el
panorama político, económico y de negocios. Era empate o visitante, en la vieja
jerga del Prode. Parece que puede llegar a ser un empate. Nada mejor que eso”,
agregan.
Por su parte, la
consultora FMyA en su último informe también coincidió en que “entrar en
atrasos es costoso para el ministro Sergio Massa, sobre todo en términos de
ruido financiero, no tanto en términos prácticos”.
Intervención en
el dólar
En tanto, si el
pago efectivamente se realiza con yuanes y con el préstamo de la CAF se abren
dos escenarios que dejan mejor o peor parado al Gobierno en materia de
intervenciones sobre los dólares financieros, según la consultora Anker.
“Un punto relevante
es si China (y eventualmente los organismos internacionales, si hay un préstamo
puente) exigirá la devolución de los pagos una vez que se desembolsen los
derechos especiales de giro del FMI en agosto. Si esto no ocurriera, el BCRA
podría recomponer munición para sostener la intervención en el mercado
cambiario durante el período electoral, aunque ello dependerá de la posibilidad
de convertir los DEG a dólares líquidos”, describió la consultora. Si este
fuera el caso el escenario, sería positivo para el corto plazo, pero, dado que
la totalidad de las reservas líquidas son prestadas, un mayor uso de estas para
intervenir implicaría continuar profundizando el deterioro patrimonial del
BCRA. “Estimamos que, en este escenario, las reservas netas podrían ubicarse en
noviembre en la zona de -US$15.000 millones”, agregó.
Por el contrario,
si el Gobierno debiera devolver en el corto plazo los fondos utilizados para
pagarle al FMI, el espacio de maniobra se vería mucho más acotado –plantea–
dada la menor recomposición de reservas líquidas, ya que a lo sumo se lograría
cancelar parte del uso del swap y “liberar” espacio para continuar usándolo
para pago de importaciones. “En este caso, el BCRA quedaría con menos
herramientas para enfrentar una eventual caída en la demanda de dinero,
incrementando las chances de un salto discreto del FX [tipo de cambio] oficial
antes de diciembre (en línea con lo que reflejan los futuros). No obstante, con
el anuncio del acuerdo a nivel técnico y la recomposición de reservas líquidas
por el dólar maíz (liquidación por US$885 millones la semana pasada), creemos
que hasta las PASO el Gobierno tiene margen para mantener la intervención en
los dólares financieros. La dinámica posterior dependerá, entre otros factores,
de la reacción del mercado al resultado de las PASO y de la fluidez con la que
se dé el proceso de aprobación por parte del board del FMI”, cerró. ß |