Por Ana Tronfi - COMOdORO
RIVAdAVIA.– Un déficit mensual que supera los 3.000 millones de pesos,
vencimientos que a partir de enero 2024 actualizarán la deuda pública en
dólares y pesos, regalías hidrocarburíferas por debajo de la inflación y un
historial de conflictos gremiales que siguen latentes, forman parte de la
compleja herencia que recibirá el próximo gobernador electo de Chubut. El
escenario arrastra en la memoria el conflicto salarial docente y los graves
incidentes ocurridos en Rawson tras un intento de habilitar la minería durante
la gestión de Mariano Arcioni, un mandatario del riñón de Sergio Massa.
Se trata de un
recuerdo que todavía está a flor de piel en Chubut y que encendió luces de
alerta a los dos potenciales sucesores: el candidato oficialista pero de tensa
relación con Arcioni, Juan Pablo Luque (Arriba Chubut), y el principal
opositor, Ignacio Torres (Juntos por el Cambio) tendrán el desafío de apaciguar
los ánimos en un contexto financiero adverso y complejo, atado a los futuros
salvatajes del color político que definan las presidenciales.
El próximo gobierno
deberá afrontar una deuda de 620 millones de dólares y 59.000 millones de
pesos. En este último caso, se trata de valores actualizados al mes de mayo ya
que se trata de instrumentos financieros ajustados por inflación y, en el caso
de algunas Letras, en dólares. Las previsiones anticipan que el monto será
mucho mayor al momento de su vencimiento, en 2024.
El dato de la deuda
no es menor: el cumplimiento que imponen estos pagos condiciona los acuerdos
con los gremios estatales, en pié de guerra con Arcioni durante los primeros
dos años y eslabón central de una debacle educativa -que incluye temas
salariales y edilicios en las escuelas-, uno de los principales temas de
campaña de Torres.
Esta provincia
enfrenta, según datos oficiales, un frente doble: al problema de que los
recursos de Chubut crecieron por debajo de la inflación, se suma el peso
creciente de la deuda, tanto en pesos como en dólares.
A valores de junio
de este año, la provincia debía aún 682,8 millones de dólares generados entre
los bonos Bocade, Bopro y Tidech. Con los pagos previstos para estos meses, el
próximo gobierno deberá afrontar aún un monto cercano a los 623 millones de
dólares. Los vencimientos trimestrales ascenderán en 2024 a 34 millones de
dólares, frente a los 30 que se pagan por trimestre durante 2023 y los 21 millones
que se abonaron, con igual frecuencia, en 2022. Se sumará, desde febrero del
año próximo, los vencimientos del bono Tidech, colocado por el actual gobierno,
por 111,4 millones de dólares, que demandará pagos de alrededor de7 millones de
dólares por trimestre. Las cuentas públicas de la provincia se resienten por
otro factor: como el pago de los bonos en dólares se descuenta directamente de
las regalías petroleras, hay un riesgo adicional. Una reducción del precio del
crudo a nivel internacional podría complicar aún mas los ingresos previstos.
El escenario
económico que espera al próximo gobierno de la provincia está marcado también
por el endeudamiento en pesos al que debió recurrir la actual gestión para
poder cumplir con el pago de sueldos y otras obligaciones en el período
2019-2021. Un relevamiento del Ministerio de Economía de Chubut reveló que el
nuevo gobierno deberá afrontar en 2024 un total de pagos del orden de los
59.000 millones de pesos, a partir de las letras del Tesoro y préstamos del Fondo
Fiduciario que otorgó Nación en distintos momentos de los últimos años.
El sensible tema
salarial es una herida siempre abierta en el sector estatal. Un último acuerdo
ofrecido por el gobierno alcanzó, según dijo el ministro José Grazzini, un 58%
hasta el mes de julio. Sin embargo, los gremios exigen una actualización mayor,
sobre el argumento de que no hubo recomposiciones salariales en 2020 y 2021.
La masa salarial en
junio último fue de $20.500 millones, según datos que el propio Arcioni brindó
a la hora de cancelar los aguinaldos. La cifra fue en escalada: en diciembre de
2022 era de $13.000 millones y en diciembre de 2021, de $6.700 millones. El
crecimiento se debe a recomposiciones paritarias, aportes sociales y al
crecimiento vegetativo de los asalariados, con subas en rubros como antigüedad,
por ejemplo.
El rumbo de las
paritarias hizo que este año electoral los conflictos gremiales se mantengan
encapsulados, a diferencia del caos que gobernó los primeros dos años de
gestión de Arcioni. Según la paritaria que comenzó a pagar el gobierno al
sector docente, que es uno de los más conflictivos, la última recomposición
acumularía a julio una evolución del 57%, lo que estaría en línea con la
inflación en el mismo período (50% acumulado hasta junio y una proyección del
7% para el séptimo mes del año).
Mas allá de las
negociaciones con los gremios estatales y el uso de los recursos en general,
otro dato generó un alerta sobre el futuro de las cuentas públicas: las
regalías de Chubut volvieron a perder frente a la inflación y están por debajo
de lo proyectado en el presupuesto 2023. En términos reales, la recaudación ya
es inferior a la del año pasado y se ubica también por debajo de lo esperado
para la primera parte del año, con otros de factores que jugarán en el próximo
gobierno como la baja en productividad de los yacimientos.ß |