Un relevamiento que
se cerró el 12 de julio pasado, cuando faltaba un mes para las elecciones
primarias de agosto, arrojó un alto nivel de insatisfacción con el rumbo
general del país. Solo el 12% de los encuestados expresa conformidad con la
“marcha general de las cosas” y un 87% de la opinión pública asegura estar
insatisfecho en este sentido. Este universo de encuestados se compone de un 65%
que manifiesta estar “nada satisfecho” y un 22% que muestra estar “poco”
satisfecho. Así surge de una nueva encuesta realizada por la Universidad de San
Andrés.
El indicador, que
en el bimestre anterior era del 89%, es transversal a la situación socio
económica de los encuestados y supera siempre el umbral del 82%. Mientras que
en el segmento de mayores ingresos la insatisfacción con el rumbo “general de
las cosas” se ubica en torno al 85%, en el último lugar de la pirámide
socioeconómica trepa al 87%. En la clase media alta se mantiene en esos niveles
pero en el segmento “media baja” el descontento se profundiza y la
insatisfacción alcanza el 92%.
El informe,
elaborado sobre la base de 1003 entrevistas realizadas en julio, grafica la
percepción de la opinión publica en un amplio abanico de temas. La “marcha
general de las cosas”, es solo uno de los parámetros del descontento. El 83% de
los encuestados, por caso, manifiestan disconformidad con el poder ejecutivo,
un 84% con el funcionamiento de la cámara baja, y un 80% con el poder judicial.
La política
económica es el indicador más apuntado por los encuestados: el 89% asegura
estar disconforme con las medidas y el rumbo general en este rubro. Por debajo
de la economía, aparece, con un 87% de insatisfacción, la política de
seguridad.
En esta línea, la
inflación, que registra un crecimiento sostenido desde mediados de 2020,
encabeza el listado de los principales problemas entre los encuestados con un
55%. La inseguridad, se acomoda en segundo lugar con un 38%. La corrupción y la
pobreza continúan en la lista y en quinto lugar aparece una etiqueta distinta:
los políticos.
En el rubro de los
nombres propios, el trabajo muestra que ningún político logra un diferencial
positivo en la proyección de su imagen. La figura de Alberto Fernández se
encuentra en la peor ubicación: registra un 72% de negatividad y solo un 12%
-en sintonía con el 12% conforme con el rumbo general de las cosas- tiene una
visión positiva de su figura. El 81% desaprueba su gestión, mientras que un 5%
prefiere no evaluarla.
El ministro de
Economía y precandidato por Unión por la Patria, Sergio Massa, es uno de los
funcionarios con más alta imagen negativa. En un listado con 22 nombres, solo
es superado por Máximo Kirchner y el propio Fernández. Al hijo de la
expresidenta, con un 75% de imagen negativa y un 15% de positiva, la cuenta le
otorga un diferencial negativo de 60 puntos. En el caso de Fernández, ese
resultado trepa a los 70 puntos. La misma ecuación pesa sobre la figura de
Massa, que tiene un diferencial negativo de 48 puntos. Hace dos meses, ese
indicador era de 44.
Del otro lado del
mismo ranking, en la cúspide, se encuentra la precandidata de Juntos por el
Cambio, Patricia Bullrich, que registra una imagen positiva del 37% y una
negativa del 56%. La sigue la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires
María Eugenia Vidal con un 33% de imagen positiva y quien completa el podio es
el otro precandidato de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta. Los
tres, no obstante, tienen -como los otros nombres que figuran en el listado un
diferencial negativo.
Cuando las
preocupaciones se perfilan desde un ángulo político, el en universo de votantes
de JxC, la corrupción (52%) se muestra encabezando la lista. Desde la
perspectiva del votante de Unión por la Patria, el porcentaje sobre esa
problemática se reduce al 15% y son la Justicia y el Endeudamiento externo, con
un 41% y un 36% respectivamente, las que se alzan como los temas que más
inquietan al electorado oficialista.
De cara a las PASO
del 13 de agosto, el trabajo de la Universidad de San Andrés arroja otro
indicador. Si las elecciones presidenciales fuesen hoy, Juntos por el Cambio
ocuparía el primer lugar en la intención de voto de los encuestados (24%), lo
seguiría Unión por la Patria con el 19% y el espacio político que encabeza
Javier Milei ocuparía el tercer lugar con un porcentaje que se aleja bastante
de sus mejores mediciones: apenas un 12% de intención de voto. ß |