Sábado 22 - Por Carlos Manzoni - El mundo empresarial se paralizó ayer ante la
posibilidad, sugerida por el Ministerio de Economía, de que se anuncien en las
próximas horas un dólar más alto para el agro y un impuesto a las importaciones
para cuidar las alicaídas reservas del Banco Central (BCRA).
La incertidumbre en
el comercio, que ayer prácticamente se frenó, creció tanto como las
advertencias de los empresarios sobre la remarcación a la que llevaría un nuevo
gravamen sobre las compras al exterior, una manera de sortear el pedido de
devaluación del dólar oficial que estaría pidiendo el Fondo Monetario Internacional
(FMI) a la
Argentina para
cerrar un acuerdo.
Pese a que reina la
cautela, la industria pidió eximir a las importaciones o insumos para producir
bienes de exportación. El campo volvió a cuestionar el dólar diferencial. Ayer,
el Gobierno subió la presión fiscal a las empresas con otro adelanto de
Ganancias.
Con más dudas que
certezas sobre los detalles de las medidas que se descuenta anunciará el
ministro de Economía, Sergio Massa, las empresas ya dispararon críticas sobre
lo que estiman encarecerá sus costos, complicará aún más la operatoria y
aumentar á los precios que deberá pagar el consumidor por sus productos. “Esto
genera más expectativas que el penal de Montiel en la final del Mundial”,
sintetizaron en tono futbolero desde una importante cámara.
Tal como publicó
ayer La Nacion, las medidas que se barajan en el Palacio de Hacienda son, sin
todavía la “letra chica”, el lanzamiento de un nuevo dólar más alto para el
agro y el encarecimiento con un nuevo impuesto de las importaciones.
Fuentes del comercio
exterior comentaron que de las negociaciones que tenían con el Gobierno ya se
desprendía que algún encarecimiento de las importaciones iba a haber, porque
“el dólar oficial está muy atrasado”. Lo que no saben, dijeron, es si este
gravamen (podría ser una especie de impuesto PAIS) se pagará al momento de
importar o de pagar.
Por lo pronto,
estas mismas fuentes confiaron que varias empresas de diversos rubros ya
pararon las ventas ayer, descontando que las nuevas medidas provocarán un
aumento de precios. “No sabemos bien qué productos quedarán incluidos y cuáles
no, pero estamos seguros de que será algo que complicará la operatoria y
encarecerá los costos”, confirmaron.
Fuentes del sector
fabril enfatizaron que la clave es que no hay dólares y que esto es una forma
de ajustar un poco las importaciones sin devaluar. “Son medidas antipáticas
para todos, para la industria y los comerciantes porque le aumentan los costos,
para el consumidor porque le suben los precios. La clave igual es que se tomen
con un criterio específico para no afectar las exportaciones, porque si se
toman sobre insumos, no puede ser sobre aquellos que usan empresas que
exportan. Si esto pasara, las firmas afectadas exportarían menos y habría menos
dólares”, analizó.
Desde un banco
anticiparon: “Si esto sale así, van a matar al 3500 [el tipo de cambio oficial,
bajo el cual se fijan todos los contratos]”. Un bono dollar linked, por caso,
está atado a ese tipo de cambio. “Si todas las operaciones de comercio pasan
por otros dólares [los nuevos tras el impuesto o el dólar soja] es hacer una
especie de devaluación sin que se note. Hay que mirar cómo reaccionan los bonos
si sacan una medida como lo que se especula. Es más, podés matar al mercado de
cobertura, porque, ¿quién va a comprar un futuro que no te cubre contra nada?
Estamos perdidos. No sabemos qué va a salir y estamos a la espera”, dijeron.
También hay
inquietud en el sector de los laboratorios. Eduardo Franciosi, directivo de la
Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa), comentó:
“Confirmo la preocupación de la industria farmacéutica nacional por la eventual
aplicación de un nuevo impuesto a la importación que impactaría muy
negativamente en la ecuación de costos del sector y en el acceso al abastecimiento
de materias primas, insumos y medicamentos. Esperamos que las autoridades
puedan considerar la sensibilidad del tema para el sector de la salud a los
efectos de mitigar las consecuencias de esta medida”. Franciosi agregó que su
industria está en el marco de un acuerdo de precios con la Secretaría de
Comercio, que debería ser reconsiderado en función del impacto de lo que se
anuncie. “La medida va a poner aún más presión sobre los costos y provocará una
menor disponibilidad de insumos y materiales. Los laboratorios tienen buena
voluntad de acompañar, pero no pueden absorber este tipo de contingencias en
forma indefinida”.
En la Cámara
Empresaria de Laboratorios Farmacéuticos (Cooperala) expresaron que siempre lo
que es medicamentos estuvo afuera de todo este tipo de impuestos que, en
realidad, son un aumento del dólar. “Lo único que traería esto es un traslado
automático al precio del producto, más en el caso de medicamentos donde todo lo
que es insumos se compra con un dólar oficial”, añadieron desde esa entidad.
Desde CAME
prefirieron no referirse al tema hasta que no se conozcan los alcances. Pero
dejaron trascender que “cualquier impuesto nuevo a las importaciones que se
crease tendrá su correlato en materia de precios, a la vez que complejizaría
aún más la dinámica de las compras al exterior, algo que ya impacta seriamente
en muchas pymes del país”.
Reinaldo Kerchen,
presidente de la Cámara Argentina de Óptica (Cadeo), afirmó que un impuesto
sobre las importaciones o cualquier medida que las encarezca, se va a trasladar
sí o sí a precios. “Todos los productos de las ópticas son importados o tienen
componentes importados”, señaló el directivo y empresario.
El nuevo dólar agro
también genera incertidumbre como el impuesto a la importación. En este caso,
según cuentan en el sector, no se sabe cuál sería la cotización ni tampoco qué
productos entrarían. Por lo que trascendió se sabe que la soja no, pero hay
dudas con el maíz. Además, en las economías regionales se quejan de que, hasta
ahora, el dólar agro no se pudo usar porque no coincide con los tiempos
productivos( lana, por caso) y provoca confusiones sobre qué valor paga la
industria (maní).
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