Por Federico
González del Solar y Cecilia Devanna - En medio de los cruces electorales, los
aspirantes a la presidencia de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta
y Patricia Bullrich, y el precandidato oficialista Sergio Massa coinciden con
diferentes variantes en bajar la edad de imputabilidad para los menores
involucrados en hechos delictivos. El puntapié inicial lo dio Larreta, al
presentar ayer los ejes de un plan de seguridad, que incluye un nuevo sistema
de responsabilidad penal juvenil.
Por detrás de los
cruces y las chicanas retóricas, en los equipos de los precandidatos Horacio
Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich hay consenso en varios de los puntos de
la agenda económica. Uno de esos ejes en los que “halcones” y “palomas” hacen
bandada sumó ayer un nuevo punto en materia de seguridad, con el que,
sorpresivamente, también confluye Sergio Massa.
Ayer, el jefe de
gobierno porteño presentó en Rosario un plan para “revolucionar la seguridad”.
El octavo punto de una larga lista que el líder porteño enumeró de viva voz fue
una sustitución del sistema de responsabilidad penal juvenil. “Vamos a impulsar
un nuevo sistema de responsabilidad penal juvenil entre los 14 y los 18 años.
Así vamos a evitar que los chicos entren al mundo del delito. Que no sean
usados como soldaditos para los narcos”, sostuvo el alcalde porteño. La reforma
implicaría una baja en la edad de imputabilidad del actual régimen penal
juvenil (16 a los 18 años), instaurado en 1980, durante la última dictadura
militar.
Desde las filas
larretistas aclaran que la reforma no se agota en la reducción etaria y
subrayan su carácter integral. “Lo más importante es la creación de un régimen
penal juvenil. En el país no hay lugar para contenerlos. No es solo la baja en
la edad de imputabilidad de los menores”, aclaran.
Sobre esta
temática, existen tres proyectos en danza en la Comisión de Legislación Penal.
Uno impulsado por el “ala dura” de Juntos por el Cambio, que lleva la firma del
precandidato a la gobernación de Buenos Aires de Patricia Bullrich, Cristian
Ritondo; otro impulsado por el massismo –alentado por el diputado Ramiro
Gutiérrez–, y un tercer proyecto que fue presentado por Diego Santilli, el
precandidato a la gobernación de Rodríguez Larreta.
Proyectos
varados
Los tres proyectos,
que descansan en la comisión presidida por María Luján Rey, buscan bajar la
edad de imputabilidad de los menores. El de Santilli, a diferencia de los
otros, que buscan llevarla a 14 años, solo la estira un año, al ubicarla entre
los 15 y los 18.
En la región, el
promedio de imputabilidad en los menores es de 13 años. El proyecto impulsado
por Ramiro Gutiérrez, un diputado del riñón del ministro de Economía, Sergio
Massa, estuvo a punto de unificarse con el impulsado por el exministro de
Seguridad de la provincia Cristian Ritondo, algo que finalmente no ocurrió.
Aunque eludieron confirmar cuál será la postura que finalmente sostendrá públicamente
Sergio Massa en el tema, ante la consulta de la nacion fuentes cercanas al
precandidato de Unión por la Patria aludieron al proyecto que presentó en
octubre pasado el diputado massista como una forma de ratificar la
coincidencia.
El problema para
Massa es que defender públicamente una baja de la edad de imputabilidad, en
línea con sus discursos de campañas anteriores, le generaría ahora rispideces
con sus socios del kirchnerismo, que tienen una mirada menos punitivista sobre
los delitos en general y los cometidos por menores en particular.
El proyecto del
massista Gutiérrez prevé 10 medidas cautelares que el juez podrá imponer al
menor, entre las cuales se destacan el arresto domiciliario, la prohibición de
salir del país o de asistir a determinadas reuniones y la conducción de
vehículos, entre otras. A su vez, los padres del menor no escapan del alcance
de las cautelares: embargos y depósitos preventivos que oscilan entre los
50.000 y los 10 millones de pesos son algunas de las maniobras avaladas por el
proyecto. Además, el juez podrá disponer de un abanico de medidas que van desde
tareas comunitarias hasta la restricción de la libertad en centros de
rehabilitación para los casos más graves, como el homicidio o la violación.
Los antecedentes
juveniles se mantienen una vez que el joven cruce el umbral de la mayoría de
edad. “Es un histórico proyecto de (Sergio) Massa de hace varios años, que
volvimos a recrear. La edad es la posibilidad de comprensión, un joven a los 14
años comprende perfectamente que un arma es un instrumento capaz de matar a
otro”, dijo Gutiérrez el año pasado al hablar de su proyecto. Massa habló sobre
el tema en 2015, 2017 y 2019, años de campaña.
En 2019 lo hizo
hasta febrero, poco antes de acercarse al kirchnerismo, y luego desapareció de
su agenda.
Sin embargo, ahora
el escenario es diferente, como admiten distintas fuentes consultadas. Pese a
ello, cerca de Massa insisten en que el tema será un eje de la campaña y
recalcan: “Sergio tiene su propia mirada en seguridad, los números de Tigre que
lo avalan y un sistema
que después
copiaron todos (por la implementación de cámaras y centros de monitoreo)”.
El otro proyecto
que circula en el recinto es impulsado por Ritondo. “El objetivo es poder
contener al menor y darle una nueva oportunidad en lugar de dejarlo abandonado
en el delito”, refieren.
“En los supuestos
de los delitos cuya pena máxima no supere los tres años de prisión, el fiscal
podrá instar a procedimientos de mediación y acuerdos restaurativos”, se lee en
el proyecto, que contempla, al igual que el proyecto impulsado por el massismo,
una serie de medidas cautelares preventivas que van desde la amonestación o una
reparación hasta el “internamiento en un centro especializado”.
“Este proyecto
trata de alejarse de soluciones edulcoradas que, detrás de discursos que
ensalzan las delicias de la infancia y aborrecen el punitivismo, devuelven a
los menores a la calle, donde seguirán perdiendo esa infancia y quizás hasta la
vida”, se lee en otro tramo del documento, que en relación con la edad de
imputabilidad sostiene que “es un dramático pedido de protección, un reclamo de
nuestra sociedad”.
Desde las filas
larretistas, en relación con el proyecto oficializado en Rosario, difundieron
un comunicado en el que se sostiene que la ley vigente tiene un carácter
“inquisitivo y tutelar” que no hace posible “distinguir entre los niños que
necesitan atención y protección por encontrarse en estado de vulnerabilidad y
los que infringieron una ley penal”.
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