Por Liliana Franco - Este jueves se presenta como un día clave
en las negociaciones entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno argentino. Con la intención de destrabar el acuerdo, a
última hora del miércoles, Sergio Massa mantuvo un zoom de casi una hora, entre
las 20.30 y las 21.30 horas, con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, según pudo saber Ámbito. A la finalización del diálogo
partieron rumbo a Washington a las 22.30 hs. el jefe
de asesores del Ministerio de Economía, Leonardo Madcur y
el secretario de Hacienda, Raúl Rigo.
En Economía afirman
que “las negociaciones están encaminadas para un cierre” y que, en
función de los acuerdos arribados, este viernes “se podrían tomar medidas”.
El ministro además
estuvo en contacto permanente con la Casa Blanca y también conversó con el
equipo económico del gobierno alemán. Los directores de Estados Unidos y Alemania son clave, junto con China, para obtener el apoyo que Argentina necesita.
Por el momento, el ministro de Economía no tiene decidido viajar a Washington y continuará monitoreando las negociaciones
desde Buenos Aires, según señalan en el Palacio de Hacienda.
Resta conocer si el FMI enviará desembolsos anticipados por unos
8.500 millones de dólares. Asimismo, en cuanto se estipulará la meta de déficit
fiscal (el actual acuerdo la prevé un desequilibro primario de 1.9% del PBI) y
la meta de acumulación de reservas.
En tanto, este
miércoles el FMI insistió en un documento en
que la Argentina debe eliminar el “cepo” de manera gradual, llevar la
multiplicidad de cotizaciones del dólar a un “régimen cambiario simplificado”,
restringir las intervenciones sobre el dólar en el mercado, mantener una
política monetaria “estricta” y un ajuste fiscal amistoso con el crecimiento
para fortalecer la economía. Así lo señaló en el Informe del Sector
Externo (“External Sector Report”).
Según el documento,
el cepo y la multiplicidad de tipos de cambio “generalmente han ayudado a
contener las salidas de capital, pero han introducido distorsiones que
desalientan el comercio y la inversión extranjera”. Y enfatiza que esas medidas
“no sustituyen a políticas macroeconómicas sólidas”.
El análisis también
advierte que, según el saldo de la cuenta corriente que tuvo la Argentina en
2022 y el que debería tener como el propósito de bajar la deuda externa y
comenzar a recuperar el acceso a los mercados, el tipo de cambio real promedio
debió haber sido, en general, entre un 15 y un 20 por ciento mayor.
En este sentido, y
según trascendidos, el staff del FMI le pediría al gobierno argentino una
devaluación en torno a esos valores.
En el terreno de
las medidas, el Fondo señala que “la consolidación
fiscal amistosa con el crecimiento, combinada con una política monetaria
estricta y un régimen cambiario simplificado, sigue siendo esencial para
moderar el crecimiento de la demanda interna, fortalecer la balanza comercial,
reconstruir las reservas internacionales, recuperar el acceso al mercado y
garantizar la sostenibilidad fiscal y de la deuda externa”.
Como es habitual,
el organismo insiste en la necesidad de una “flexibilización gradual basada en
condiciones de las medidas de control de capitales” y, que “se deben eliminar
las prácticas de monedas múltiples y las restricciones cambiarias”, una vez
alcanzada la estabilidad económica
Expectativa por
el acuerdo con el FMI
Las autoridades
esperan que, tras arduas negociaciones, en los próximos días se anuncie el
acuerdo con los técnicos (staff
level agreement). Al respecto señalan que "fue muy importante el
fuerte respaldo del Gobierno de los Estados Unidos en la negociación",
destacan.
Según el acuerdo
actualmente vigente, el FMI tenía previsto desembolsar unos
u$s4.000 millones en junio, unos U$S 3.400 a comienzos de septiembre y otro
tanto en el inicio de diciembre venideros.
Cabe recordar que
Argentina postergó el pago de casi u$s2.700 millones que
debe realizar al Fondo para el 31 de julio, en momentos en que el sector
externo se presenta frágil.
Afectada por la
peor sequía de la historia, según reconoció el FMI, la Argentina viene
incumpliendo las metas comprometidas ante el organismo multilateral, tanto en
materia de desequilibrio fiscal como de acumulación de reservas y asistencia
monetaria al Tesoro.
El Fondo aceptó
recalibrar el programa argentino tomando
en cuenta el impacto de estas desfavorables condiciones climáticas que, según
mediciones oficiales, significaron una caída de ingresos por exportaciones
de u$s20.000 millones. Sin embargo, resta saber hasta qué
punto serán flexibilizadas las metas.
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