Por Sofía Diamante
- Cada vez más sectores de la economía tienen dificultades para obtener los
permisos de importación. Y ese delicado panorama incluye a las empresas y cámaras
vinculadas con la provisión de insumos para la salud –desde repuestos de
equipamiento hasta elementos para diagnósticos, cirugías y tratamientos–, según
señalan con preocupación empresas y cámaras proveedoras del rubro sanitario.
Desde una empresa como DeLec Científica, que admite que ya les debe a sus
proveedores en el exterior al menos tres facturas “con valores menores a
US$50.000”, hasta ocho entidades que hicieron planteos al Gobierno, todos
coinciden en que las restricciones al acceso de divisas “afectarán en forma
inminente la realización de análisis clínicos, obligando a suspender
intervenciones como trasplantes y cirugías”.
Delec Científica es
una empresa argentina que vende equipamiento médico de alta tecnología para el
tratamiento de enfermos oncológicos y brinda consultoría para la implementación
de programas médicos. Como toda compañía del país, parte de los insumos que
necesita para operar son importados. En su caso, la empresa contrata el
servicio técnico del exterior e importa repuestos que no se consiguen en la
Argentina. Sin embargo, desde hace meses, la compañía no le puede pagar a su
proveedor porque el Gobierno no le aprueba los permisos de importación
necesarios para acceder a las divisas.
“Los equipos
funcionan, pero son muy complejos y necesitan mantenimiento. Por ejemplo,
vendemos el equipamiento de radioterapia que se utiliza para realizar
tratamientos. Hoy no estamos pudiendo traer los repuestos porque no nos
aprueban los permisos y tampoco hay una persona a la cual le podamos ir a
explicar nuestra situación. No nos autorizan y nadie nos da respuestas”,
manifestó Paula Lecour, presidenta de Delec Científica, en diálogo con la
nacion. La empresa fue fundada hace 20 años, en 2003.
“Estamos muy
atrasados con los pagos al exterior. Tenemos buena relación con nuestros
proveedores, nos entienden, pero ya les debemos el pago de tres facturas. Ellos
ven que la situación no mejora y las perspectivas son que no va a mejorar. Por
eso peligra el funcionamiento de los equipos, porque les tenemos que hacer los
mantenimientos”, agregó Lecour.
Las facturas que
debe la empresa a su proveedor de Estados Unidos tienen valores inferiores a
US$50.000, y aun así, ni la Secretaría de Comercio ni la Administración Federal
de Ingresos Públicos (AFIP) dan repuesta para aprobar los permisos de
importación de servicios, del llamado Sistema de Importaciones de la República
Argentina y Pagos de Servicios al Exterior (Sirase).
La compañía es
socia también de la AmCham, la cámara que reúne a las empresas estadounidenses,
e intentó llegar a los funcionarios del Gobierno por medio de esa vía, pero
tampoco tuvo éxito.
“Nosotros somos una
empresa argentina y facturamos a nuestros clientes en pesos. Después, parte de
la asesoría técnica es del exterior y les tenemos que pagar en dólares. Tenemos
un equipo de ingenieros que están capacitados, pero igualmente necesitamos el
asesoramiento y los repuestos de la fábrica de origen en Estados Unidos. Somos
una pyme. Intentamos por todos los medios llegar a los funcionarios, pero no
tenemos respuesta”, argumentó Lecour.
Delec no es la
única compañía argentina con restricciones para acceder a productos y servicios
del exterior, sino que esta situación también alcanza a otras empresas y
laboratorios que proveen equipamiento, insumos, reactivos y elementos críticos
para el diagnóstico clínico.
Las cámaras
empresariales del sector denunciaron ante el ministro de Economía, Sergio
Massa, y su par de Salud, Carla Vizzotti, que, “por las actuales restricciones
normativas y cambiarias, se les impide el normal abastecimiento al sistema
sanitario”.
“Inminente riesgo”
Esto “afectará en
forma inminente la realización de análisis clínicos, obligando a suspender
intervenciones tales como trasplantes y cirugías, poniendo en riesgo de vida a
los pacientes del país”, advirtieron por intermedio de un comunicado.
Las ocho entidades
argentinas más representativas del sector sanitario remitieron notas que
tuvieron como destinatarios también al secretario de Política y Gestión
Comercial de la Nación, Germán Cervantes, y al presidente del Banco Central
(BCRA), Miguel Ángel Pesce, y al responsable de la Administración Nacional de
Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), Manuel Rodolfo Limeres.
En esas misivas,
las entidades solicitaron audiencias “con carácter urgente para resolver los
atrasos en la aprobación y nuevos plazos de pago de SIRA [permisos de
importación] que afectan el normal abastecimiento de elementos altamente
sensibles para el sistema de salud argentino”.
Los laboratorios y
empresas denunciaron, además, que “el impacto por la escasez de este tipo de
productos críticos es muy importante, ya que afectará gravemente el sistema de
salud y, en definitiva, a los pacientes, debido al inminente riesgo de
desabastecimiento de los repuestos e insumos indispensables para el
funcionamiento de equipos y la realización de diagnósticos y tratamiento”.
Fuentes sectoriales señalaron a
que “el planteo de
solución la nacion ante las autoridades [nacionales] resulta prácticamente
inmaterial en términos de divisas, porque el conjunto de los insumos que hoy
están en dificultades de abastecimiento representa menos del uno por ciento del
comercio exterior argentino”.
También agregaron
que, “frente a esta situación límite” por las restricciones para acceder a las
divisas necesarias, se ven en la obligación “de cumplir con el compromiso de
alertar sobre el riesgo real para la salud de los pacientes a todos aquellos
actores de la cadena de valor sectorial que cumplen la noble e indispensable
tarea de atenderlos y procurar su bienestar”.
Si bien las
entidades han mantenido ya diversas reuniones con diferentes áreas del Estado
nacional, al momento no han podido resolver la situación que aqueja al sistema
de salud, a partir de la escasez de divisas que resultan indispensables para
atender el pago de insumos básicos y críticos como los que intervienen en toda
la cadena de valor del sistema de diagnóstico y tratamiento médico de nuestro
país.
Las notas con el
reclamo ante las autoridades gubernamentales fueron firmadas por la Cámara
Argentina de Insumos, Implantables y Equipamiento Médico (Cadiem); la Cámara de
la Industria Traumatológica (Cadit); la Cámara Argentina de Fabricantes de
Implantes Médicos (Cafime); la Cámara Argentina Fabricantes y Comerciantes de
Ortopedia y Rehabilitación (Cafycor); la Cámara de Industrias para la Salud de
la Provincia de Córdoba (Caisal); la Cámara Argentina de Productores de Equipos
Electro médicos (Capeem); la Cámara Argentina de Reactivos para Diagnóstico
(Caprodi), y la Unión Argentina de Proveedores del Estado, Subcomisión de
Reactivos y Elementos de Diagnóstico (UAPE Red).
“Afectará en forma
inminente la realización de análisis clínicos”, advierte el sector empresario
Plantean que, entre
otros perjuicios, se podrían suspender en el corto plazo “intervenciones como
trasplantes y cirugías”
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