Por Sofía Diamante
- Las empresas no están pudiendo pagar servicios jurídicos o de ingeniería al
exterior, entre muchos otros, porque las autorizaciones del sistema oficial (el
Sirase) para acceder a los dólares salen aprobadas sin un campo que diga “fecha
de aprobación”. En su lugar, solo se lee “fecha de emisión”. Esta diferencia
genera complicaciones para calcular el plazo habitual de 60 días para liberar
los fondos, dicen los bancos, que no pueden dar curso a los pagos. La escasez
de reservas está detrás de estos problemas.
Por la falta de
dólares, el Gobierno está obligado a administrar los permisos de importación.
En la práctica, eso significa que cada vez más sectores de la economía
encuentran dificultades para acceder a los dólares oficiales. Hasta el año
pasado, las mayores restricciones se centraban en la importación de productos
finales e insumos físicos, pero en las últimas semanas se empezó a complicar
también el acceso al pago de servicios contratados en el exterior, que es
transversal a cualquier actividad económica.
En abril pasado, el
Banco Central (BCRA) publicó la comunicación “A” 7746, en donde informó que
algunos servicios recién podían acceder al mercado de cambios a partir de los
60 días posteriores a que tuvieran aprobado su permiso de importación –llamado
Sistema de Importaciones de la República Argentina y Pagos de Servicios al
Exterior (Sirase)–. Hasta antes de esa comunicación, aquellos servicios podían
acceder directamente a los dólares oficiales apenas conseguían la aprobación.
Esa era una
diferencia a favor que tenían los servicios anteriormente. En cambio, las
empresas que necesitan los permisos de importación de productos físicos
–llamado Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA)– no solo
deben conseguir la aprobación por parte de la AFIP y de la Secretaría de
Comercio, sino que el plazo de acceso al mercado de cambios difiere (desde los
30 días hasta los 360 inclusive).
Los servicios
alcanzados por el plazo adicional de 60 días son los de investigación y
desarrollo; los servicios jurídicos, contables y gerenciales; los de
publicidad, investigación de mercado y encuestas de opinión pública; los
arquitectónicos, de ingeniería y otros servicios técnicos, y otros servicios
empresariales.
Según pudo saber
hay un detalle que demora la entrega de los dólares. En el sector privado
todavía se debate si es una falla del proceso o si el Gobierno lo hizo a
propósito para cuidar las divisas. Las empresas no están pudiendo pagar los
servicios de importación porque las Sirase salen aprobadas sin un campo que
diga “fecha de aprobación” y, en su lugar, en el documento se lee “fecha de
emisión”.
Para los bancos,
esta diferencia genera una complicación, porque necesitan que haya una fecha
concreta de aprobación para poder calcular el plazo de 60 días. Por ende, hasta
que no se corrija el aplicativo de la AFIP o de la Secretaría de Comercio, o el
BCRA aclare que es posible tomar la fecha de emisión, los bancos no pueden dar
curso a los pagos, ya que hay riesgo de que se interprete que no se ha
respetado la comunicación “A” 7746.
“Efectivamente,
estos pagos se rechazan y no se cursan. Al no poner la fecha de aprobación, no
podemos calcular el tiempo para el pago. Esto nos excede a nosotros. No sé si
es a propósito o si es una falla de sus procesos”, dijeron en un banco ante la
consulta de este medio.
En el Banco Central
respondieron que la fecha de la Sirase “es un tema de Comercio”, mientras que
en la AFIP dijeron que la situación “alcanzaría con que los bancos consultaran
al BCRA sobre la fecha de aprobación”. Y agregaron: “Los bancos tienen que
pagar. No hay motivos para que no lo hagan”.
“Dado el escenario
actual, cualquier razón es buena para evitar o demorar pagos al exterior, pero
llaman la atención el alcance formal del problema y su origen, y que, a pesar
del paso de las semanas, no se remedie rápido, considerando que la solución
parece simple y debería poder implementarse casi inmediatamente. En la
práctica, este problema formal está actuando como una nueva restricción no
escrita para el pago de servicios al exterior”, dijo Jimena Vega Olmos, socia
de Martínez de Hoz & Rueda y asesora de empresas en temas cambiarios.
“Este problema
afecta significativamente a las empresas y, si no se soluciona rápido, puede
poner en riesgo proyectos relevantes, incluidos los del sector de energía”,
agregó, haciendo referencia a la restricción que incluye los servicios
arquitectónicos, de ingeniería y otros servicios técnicos.
“En esta categoría
entran muchos servicios involucrados en grandes proyectos de infraestructura,
en desarrollos hidrocarburíferos offshore [costa afuera] y onshore, como por
ejemplo, los servicios de sísmica y perforación, servicios de diseño,
ingeniería, transporte y montaje de plataformas offshore, servicios de
evaluación y certificación de reservas, y servicios de mantenimiento de equipos
del exterior, entre muchos otros.
Las mayores
restricciones para importar se suman a las dificultades que tienen las empresas
y las provincias para cancelar deuda en moneda extranjera o a la imposibilidad
que tiene la mayoría de la sociedad de comprar dólares para ahorro.ß |