Por José
Calero - En su doble rol de ministro y candidato, Sergio
Massa batalla a diario contra la inflación y la salida imparable de
reservas, y hace equilibrio entre un discurso crítico haca el FMI y el crédito récord otorgado a
Mauricio Macri, mientras aplica un ajuste lo más disimulado posible sobre
jubilaciones y planes sociales.
"Queremos
pagarles y que se vayan de la Argentina", fue el último discurso de
campaña del precandidato de Unión por la Patria, mientras acusa a los
economistas de Juntos por el Cambio de "operar" sobre sus contactos
en el Fondo para evitar que el organismo desembolse fondos.
A la hora de mirar
los números en detalle, y a casi un año de asumir como ministro de Economía,
puede decirse que Massa avanza con el recorte del gasto tratando de hacer
el menor ruido posible.
En el segundo
semestre del 2022, el gasto primario cayó casi 20 puntos en términos reales
(descontada la inflación).
Y en el primer
semestre de 2023 la caída fue del 9,8%. No pudo ser mayor porque la
sequía representó un golpe más duro de lo esperado y el país
terminará con una producción agropecuaria que representa la mitad de la campaña
anterior.
Los rubros que
lideraron este ajuste incluyen al sistema jubilatorio y distintos programas de
asistencia social. El último informe de la Oficina de Presupuesto del
Congreso (OPC) señala que los gastos primarios acumularon doce meses de caídas
consecutivas.
Massa y los ajustes a jubilaciones y planes sociales
El único egreso que
no "ajustó" fue el de intereses de la deuda, que en el primer
semestre subió 18,3% real interanual, le ganó por lejos de la feroz inflación,
que desde que asumió Massa se disparó 100%.
Mientras los
números reflejan el ajuste, Massa busca ocultarlo desde una estrategia
discursiva que va ganando en volumen. "No nos vamos a rendir al altar del
ajuste fiscal", es una de las líneas estratégicas puestas en marcha para
este tramo final de la campaña rumbo a las PASO.
En el marco de las
negociaciones con el FMI, Massa busca un "perdón" por el
incumplimiento de las metas del último trimestre.
Se había
comprometido a reducir el déficit primario al 1,9% sobre el Producto Bruto, y
los números no estaría cerrando, siempre teniendo en
cuenta cuestionamientos cada vez mayor de los expertos sobre cuál es el
nivel de PBI real de la Argentina, ya que para algunas consultoras está sobrevaluado,
teniendo en cuenta la disparada del dólar.
Uno de los
principales golpes a la estrategia de Massa de reducir el desequilibrio fiscal
la provocó la fuerte caída en los ingresos por retenciones, que bajaron 52%
anual medidos a junio último.
Ajuste en programas sociales
Por primera vez en
el año se observan reducciones en todos los componentes de las prestaciones
sociales, según el informe de la Oficina de Presupuesto Público.
De acuerdo con esa
estadística, las jubilaciones y pensiones cayeron casi 5% anual, mientras que
las asignaciones familiares bajaron un 28%.
Algo similar
ocurrió con el gasto en planes sociales, que cayó 24%, en especial los
numerosos Potenciar Trabajo y la Tarjeta Alimentar. Sobre el tema aún no dijo
nada la vicepresidenta Cristina Kirchner, quien parece conformarse con
mantener el control político de la provincia de Buenos Aires, aunque haya un
resultado adverso en la elección presidencial.
Massa es consciente
de la capacidad de daño político de la líder de Unión por la Patria, y por eso
su segunda estrategia discursiva es acusar a la oposición de pretender aplicar
un "ajuste con represión" si gana las elecciones.
Es decir, Massa
recorta el gasto real sobre los ingresos de los jubilados y planes sociales,
mientras a su vez acusa a Juntos por el Cambio de pretender hacerlo si llegan
al poder. Una alquimia política de alto vuelo para tratar de retener el poder.
Fuerte caída de las jubilaciones
Según la
OPC, el ajuste en los ingresos de los jubilados y pensionados en el primer
semestre y acumula una caída del 5,6% interanual.
La principal razón
de esta baja es la brecha entre la actualización de los haberes ajustados por
la fórmula de movilidad y la inflación (79,4% versus 107,9% a/a), detalla el
reporte.
En el caso de los haberes
más bajos la caída se atenúa por la aplicación de bonos ($10.000 en enero
y febrero y $15.000 entre marzo y junio), pero aún así pierden ante la
inflación, un 2,9%.
El informe concluye
que las jubilaciones y pensiones actualizadas únicamente por la fórmula de
movilidad (no alcanzados por los bonos) mostraron una reducción del poder de
compra de 13,7% interanual durante el semestre".
En el caso de los
planes sociales, el gasto en la Asignación Universal por Hijo cayó 12,8%
real interanual. A esto se suma que los programas Potenciar Trabajo y la
Tarjeta Alimentar mostraron bajas del 2,6 y del 9,8% respectivamente. Sumado
todo, los programas sociales registraron un retroceso del 23,8%.
Finalmente una
misión de Economía viajará esta semana a Washington para tratar de cerrar un
acuerdo. Tal vez estos números serán parte de los argumentos que exhiba para
mostrar que, en su doble condición de ministro y candidato, Massa está en
condiciones de garantizarle al Fondo que la Argentina pagará la monumental
deuda con el organismo.
El FMI buscaría que
el déficit fiscal caiga a 1,5 puntos sobre el Producto Bruto y que haya un
compromiso de ir hacia un ordenamiento del mercado cambiario. Desde el equipo
económico sostienen que no hay margen para esos objetivos. "Primero hay
que ganar las elecciones", explican. Habrá que ver si el Fondo Monetario
está dispuesto a esperar tres meses, o presionará para que Massa haga
correcciones mientras batalla para alcanzar su eterno sueño de ocupar el sillón
de Rivadavia.
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