Por Gustavo Ybarra
.- La vicepresidenta Cristina Kirchner fracasó ayer en su intento de aprobar en
el Senado la permanencia en el cargo por cinco años más de la camarista Ana
María Figueroa y de evitar que la jueza, de abierta cercanía con el
kirchnerismo, se vea obligada a jubilarse antes del próximo 9 de agosto, cuando
cumplirá 75 años. Figueroa integra la Cámara de Casación, que decidirá sobre el
futuro de la causa Hotesur-Los Sauces, que fue cerrada en 2021 en medio de una
fuerte controversia y en la que Cristina Kirchner fue denunciada por lavado de
dinero.
La vicepresidenta
había impulsado ayer una sesión con oficialistas y aliados para sostener a la
camarista Figueroa; sin embargo, no consiguió el quorum necesario para llevar
adelante la sesión.
Cristina Kirchner
le quitó el cuerpo a la foto de la derrota y no apare ció por el recinto de la
Cámara alta cuando cayó la sesión por falta de senadores.
En un duro golpe
político para Cristina Kirchner, el oficialismo fracasó y no pudo abrir ayer el
recinto del Senado para mantener en su cargo por cinco años más a la camarista
Ana María Figueroa y evitar que la jueza, de abierta cercanía con el kirchnerismo,
se vea obligada a jubilarse si antes del próximo 9 de agosto, cuando cumplirá
75 años, no consigue un nuevo acuerdo de la Cámara alta.
Cristina Kirchner
le quitó el cuerpo a la foto de la derrota y no apareció por el recinto de la
Cámara alta. De hecho, ni se encontraba en el edificio en el momento en que la
presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma (Santiago del Estero),
anunció desde el proscenio de la presidencia que la sesión se había caído por
falta de En ese momento, el tablero marcaba 34 presentes, tres por debajo del
número reglamentario para habilitar una reunión.
Figueroa es la
presidenta de la Cámara Federal de Casación Penal y tiene un papel protagónico
en causas que involucran a la vicepresidenta, como Hotesur-Los Sauces, donde
Cristina Kirchner está acusada de lavado de dinero junto a sus hijos, Máximo y
Florencia, y la del memorándum con Irán. Después de la feria judicial, se
conocerá el voto de Figueroa en el caso Hotesur-Los Sauces y se sabrá si se
mantiene el fallo del tribunal oral que cerró la causa o si debe reabrirse y
realizarse en un juicio oral y público.
“Se nos resfriaron
dos senadores, (Guillermo) Snopek y (Edgardo) Kueider”. Con esta frase irónica,
que alude a los dos peronistas díscolos que el oficialismo confiaba que iban a
aportar ayudar al Frente de Todos a reunir el quorum, el jefe del bloque del
Frente de Todos, José Mayans (Formosa), confirmó el fracaso del oficialismo en
reunir el número para abrir la sesión.
Tampoco bajó al
recinto Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro). El gobernador electo y
aliado consuetudinario del kirchnerismo prefirió permanecer en su despacho del
cuarto piso cuando supo que el Frente de Todos no reuniría el número suficiente
para abrir el recinto.
Sí se sentaron en
sus bancas los otros dos aliados tradicionales del Frente de Todos, Clara Vega
(Hay Futuro- La Rioja) y Magdalena Solari Quintana (Frente Renovador de la
Concordia-Misiones). A ellos se sumó María Eugenia Catalfamo (San Luis) que,
junto a Snopek y Kueider, integran el conglomerado denominado Unidad Federal.
De esta última bancada estuvieron ausentes la cordobesa Alejandra Vigo, esposa
del gobernador Juan Schiaretti, y el correntino Carlos Espínola.
Cuando Mayans
confirmó que no habría sesión, la totalidad de los 31 senadores oficialistas
caminaban rumbo al recinto para reconocer la derrota y dar paso a una hora de
expresiones en minoría que el kirchnerismo utilizó para defenestrar a la
oposición de Juntos por el Cambio, a la que responsabilizó por el bloqueo del
funcionamiento del Senado.
“Si quieren que
Figueroa no siga siendo jueza que vengan y lo digan acá. Porque en la audiencia
pública no pudieron ponerla en apuros. Tal vez les moleste que haya jueces
honrados que no transen con los poderes económicos”, afirmó la vicepresidenta
del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), en dirección hacia las
bancas vacías dejadas por los senadores de Juntos por el Cambio. Antes, la
legisladora se había quejado porque la oposición tampoco aceptó sesionar a
pesar de la oferta del Frente de Todos de excluir del temario los pliegos
judiciales.
Sagasti respondió,
así, a una improvisada conferencia de prensa que habían ofrecido los senadores
del principal conglomerado opositor en las puertas de las Sala de Periodistas,
en la que ratificaron su estrategia de bloquear cualquier nombramiento judicial
que impulse el Frente de Todos, en especial el de la camarista Figueroa.
“Nosotros
ratificamos el rechazo monolítico al acuerdo de Figueroa y mantenemos nuestro
compromiso de poner freno a la estrategia de Cristina Fernández de Kirchner de
la búsqueda de impunidad y de parar las causas judiciales que la perjudican”,
afirmó Alfredo Cornejo (UCR-Mendoza), presidente del interbloque de Juntos por
el Cambio, acompañado por los jefes de los bloques radical, Luis Naidenoff
(Formosa), y de Pro, Humberto Schiavoni (Misiones),
La movida
oficialista era arriesgada ya que, como lo anticipó la nacioN, iba a bajar al
recinto con un quorum endeble y estricto de 37 senadores. Pero la presión de
Cristina Kirchner obligó a la conducción del Frente de Todos a forzar la
máquina en una jugada que podía salir mal y terminó saliendo mal.
Ausencia clave
A pesar de las tres
ausencias, el factor determinante para que la sesión se cayera fue la decisión
del entrerriano Kueider de ausentarse. En los hechos, la presencia del
entrerriano nunca estuvo firme. Mucho más cuando en la tarde del martes el
oficialismo le informó que no pensaba firmarle dictamen al proyecto para bajar
las tarifas eléctricas que impulsaba el senador.
“No hay ley, no hay
nada entonces. ¿Se entiende?”, le había dicho a en la tarde del martes la
nacion un Kueider muy molesto porque una de sus condiciones era que, al menos,
le dieran dictamen a su iniciativa.
Ayer, el senador
cumplió con su palabra y ni siquiera apareció por el palacio legislativo.
Sin Kueider la
sesión estaba destinada al fracaso. Por eso, cuando tuvo confirmado que su
compañero del bloque Unidad Federal no iba a aparecer, Snopek optó por
preservarse y no mostrarse en el recinto y abandonó el edificio del Senado
cuando faltaban poco menos de 15 minutos para la hora a la que había sido
convocada la sesión.
El fracaso de la
sesión no solo frustró al kirchnerismo y a la jueza Figueroa, sino que también
impidió que el oficialismo pudiera darle ingreso oficial a una serie de pliegos
judiciales que Cristina Kirchner pretende tener aprobados antes de que concluya
su mandato como vicepresidenta.
En la nómina de
acuerdos judiciales deseados por la vicepresidenta figuran los de María Laura
Manín, de estrecho vínculo con el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, y de
Humberto Guardia Mendonca en la Sala de Defensa de la Competencia de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial.
También interesan
los pliegos de Juan Rafael Stinco, exasesor de Axel Kicillof en YPF y
funcionario durante el kirchnerismo de la Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo
(Acumar), en el Juzgado 7 del fuero contencioso administrativo; y de Tomás
Rodríguez Ponte, quien estuvo a cargo del organismo que controla las escuchas
judiciales, para el Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora.
Al no reunir quorum
para que pudieran ser ingresados en una sesión, estos pliegos siguen sin tomar
estado parlamentario. Esto impide que la Comisión de Acuerdos pueda poner en
marcha el mecanismo reglamentario para el tratamiento de los nombramientos
judiciales, lo que implica convocar a audiencia pública con al menos un mes de
antelación para escuchar a los candidatos antes de poder emitir el dictamen
necesario para su debate en el recinto de la Cámara alta.ß |