Por Melisa Reinhold
- A solo dos días de conocerse el dato de inflación de junio, el dólar blue dio
signos de volver a despertarse. Tras haber permanecido prácticamente estable
durante los últimos tres meses, a costa de intervenciones oficiales sobre los
tipos de cambio financieros y una fuerte suba de las tasas de interés, el blue
avanzó ayer por segunda rueda consecutiva y marcó un nuevo récord nominal
histórico, rozando los $500.
En la peatonal
Florida, ayer el tipo de cambio paralelo se negoció a $498. Significó una suba
de $3 frente al cierre previo ( 0,6%), aunque en las primeras negociaciones del
día llegó a tocar los $499. Así marcó el valor nominal más alto de que se tenga
registro. En los primeros dos días de la semana acumuló un recorrido ascendente
de $6 ( 1,2%).
Factores como el
aumento constante de los precios de la economía, la emisión monetaria, la falta
de reservas en las arcas del Banco Central (BCRA) y la dolarización
preelectoral presionan a los dólares “libres”. Sin embargo, desde finales de
abril, el Gobierno se encargó de poner en funcionamiento una serie de medidas
para contener las cotizaciones y mantenerlas estables de cara a los comicios.
En ese contexto,
actualmente el Banco Central (BCRA) ofrece las tasas de interés más altas de
los últimos 20 años, con el fin de incentivar la demanda de pesos. En paralelo,
diariamente interviene en el merdear, cado de bonos para ponerles techo a los
tipos de cambio financieros, incluso a costa de las pocas divisas que posee la
entidad monetaria. De esta manera, los dólares se mantienen amesetados desde
hace tres meses, incluso a pesar de que la inflación corrió arriba del 7%
mensual.
“Que el dólar
supere los $500 es cuestión de tiempo. No se puede pretender una estabilidad
del dólar, cuando el resto de los precios suben al 7% por mes. Ahora bien, ya
estamos en la recta final de cara a las PASO. Es sabido que en estos momentos
se da una mayor dolarización de carteras, que deciden esperar los resultados en
moneda dura. Eso le genera más presión al tipo de cambio y dependerá de la
rapidez del Gobierno evitar que sucedan saltos bruscos. No pueden evitar que
suba, porque todos los precios de la economía suben, pero no es lo mismo que lo
haga $2 por día que 20% en diez días, como pasó en junio”, explicó el analista
financiero Christian Buteler.
Para el economista,
un salto brusco del dólar termina desencadenando una serie de factores que
golpean a la economía. Por un lado, parte se termina trasladando a precios y
retroalimenta a la inflación. Por el otro, el contexto de incertidumbre provoca
una fuerte caída de los depósitos en dólares. “Ahí dependerá del Gobierno, con
los pocos dólares que tiene, cómo se mueve en el mercado de bonos para evitar
que se generen estos daños colaterales en precios y depósitos”, completó.
El dólar MEP
mediante la compraventa de títulos GD30 cerró estable en los $484,06. Si bien,
durante las primeras negociaciones del día llegó a trepar hasta $4, en la
última hora de la jornada aparecieron en el mercado de bonos las intervenciones
diarias que realiza el BCRA e hizo caer la cotización. En contraste, en la
negociación entre privados, el MEP Senebi se ubicó en $492.
No sucedió lo mismo
con el dólar contado con liquidación con GD30. Ayer dio un salto cercano a los
$4 y cerró en las pantallas del mercado de capitales a $502,45 ( 0,9%). También
se trató de un récord nominal. Si la operación se ejecutó con Ceministerio
donde las intervenciones oficiales no impactan directamente en el precio, se
encontró estable en los $513,99 ( 0,1%).
Para los analistas,
el mayor problema que enfrena el Banco Central para contener las cotizaciones
financieras es la pérdida constante de reservas. De acuerdo con un análisis de
la sociedad de bolsa Portfolio Personal de Inversiones (PPI), si el Gobierno
consigue que el Fondo Monetario Internacional (FMI) gire el desembolso
retrasado de junio por US$4000 millones, interviene diariamente US$66 millones
en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) y no interviene sobre la brecha
cambiaria (en mayo usaron US$38 millones diarios para eso), los argentinos irían
a votar con un stock de reservas netas negativas en US$8385 millones.
En cambio, si el
flujo en el mercado de cambios se asemeja a las cifras más recientes –de US$90
millones– y la presión dolarizada obliga al la autoridad monetaria a intervenir
en el contado con liquidación, “el panorama podría ser aún más preocupante”,
agregaron.
Bonos y acciones
Por otro lado, la
Bolsa porteña operó ayer en las 422.765 unidades, un tímido avance del 0,5%
frente a la rueda anterior. En el panel principal, las acciones del Banco Macro
subieron un 1,6%, seguido por Central Puerto ( 1,1%) y Telecom Argentina ( 1%).
En cambio, retrocedieron Ternium (-2,3%) y Transportadora de Gas del Sur
(-1,6%).
Las acciones
argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York (ADR) también presentaron
variaciones dispares. Operaron al alza los papeles de Corporación América
( 3,6%), IRSA ( 3,2%) y Mercado Libre ( 3,2%). A contramano, cayeron las
acciones de Transportadora Gas del Sur (-1,5%), Cresud (-1,3%) y Despegar
(-1,3%).
Los bonos del último
canje de deuda nuevamente transitaron la rueda en terreno positivo, impulsados
por el rally electoral. Los Bonares treparon hasta un 2,55% en el exterior
(AL35D), mientras que en los Globales, el verde se extendió hasta un 3,05%
(GD29D). En consecuencia, el riesgo país cedió 64 unidades y se ubicó en los
1981 puntos.ß |