Por Virginia
Porcella - El pago de deuda a los bonistas por USD 1.000 millones por la deuda
que se reestructuró en 2020 imprimirá más presión a la negociación con el Fondo
Monetario Internacional, organismo al que habrá que abonar USD 3.400 millones
entre el próximo 31 julio y 1° de agosto. Esto porque, tras desembolsar los
fondos para cumplir con los acreedores privados del exterior, las reservas
netas del Banco Central alcanzarán un nuevo récord negativo, que se proyecta
cercano a los USD 10.000 millones si, hacia fin de mes, hubiera que disponer
también de los fondos necesarios para afrontar los compromisos con el Fondo.
Esto porque se
presume que, aun cuando se alcance en los próximos días el acuerdo técnico con
el staff del FMI, difícilmente los tiempos permitan desembolsos por parte del
organismo antes de agosto. En ese sentido, el calendario juega en contra ya que
a partir de la próxima semana impactará el receso de verano en Estados Unidos,
que suele extenderse desde mediados de este mes y el próximo.
Así, a menos que se
encuentre una solución “paraguas” por los inminentes vencimientos, las
perspectivas de las reservas son inéditas.
“Tras el pago de
cupones, las reservas netas serán negativas en más de USD 6.000 millones
(récord), lo que vuelve fundamental que la Argentina acuerdo con el FMI antes
de fin de julio”, calculó en un informe reciente la consultora 1816, en el que
se consideró que los pagos realizados el mes pasado, por USD 2.700 millones,
“tenían lógica” cuando todavía estaban disponibles unos USD 1.600 millones en
DEGs (la moneda del FMI), que se complementaron con yuanes ya que no hacerlo
hubiera dificultado aun más las tratativas con el organismo y hubiera impactado
en términos políticos en la candidatura presidencial del ministro de Economía,
Sergio Massa.
“El análisis para
julio, cambia. Sumando el 31 de julio y el 1° de agosto, hay que pagar al FMI
USD 3.400 millones y, sin desembolso de USD 4.000 millones, cumplir llevaría
las reservas netas a un valor negativo de USD 10.000 millones”, proyectaron los
analistas de una de las consultoras más escuchadas por el sistema financiero.
“La lentitud en las
negociaciones hace difícil que el directorio apruebe el nuevo acuerdo antes de
fin de mes, por lo cual el Gobierno debería recurrir nuevamente al
financiamiento chino para evitar caer en atrasos mientras que continúa el
proceso con el FMI” (Delphos)
Recurrir al mismo
mecanismo del mes pasado de pagar con yuanes, en tanto, también tendría impacto
en las reservas, tal como se viene verificando en las últimas semanas. “En el
pago de junio el gobierno agotó su stock de DEGs por lo que los próximos pagos
solo podrían ser cubiertos con yuanes o con los desembolsos del FMI si las
negociaciones se aceleraran. Pero los pedidos del organismo internacional
complican las posibilidades electorales del oficialismo porque implican aplicar
una variedad de medidas impopulares en medio de la campaña”, analizaron desde
Delphos Investments donde, a contramano de las declaraciones del presidente del
Banco Central, Miguel Pesce, insistieron con el concepto de “yuanización” de la
economía.
“La lentitud en las
negociaciones hace difícil que el directorio apruebe el nuevo acuerdo antes de
fin de mes, por lo cual el Gobierno debería recurrir nuevamente al
financiamiento chino para evitar caer en atrasos mientras que continúa el
proceso con el FMI”, agregaron en Delphos donde destacaron que se recurre al
swap no sólo para el pago de deuda y de importaciones sino incluso para las
compras de combustibles por parte de Enarsa, YPF o Cammesa, mecánica que fue
facilitada por una nueva normativa del Banco Central.
“Cuando resulta
necesario los yuanes son convertidos en otras divisas (dólares, euros, etc.) para
luego realizar los pagos correspondientes”, explicó la consultora, que arriesgó
que el pago a los bonistas se efectuó recurriendo al préstamo de China.
En cualquier caso,
el titular del Palacio de Hacienda aseguró en las últimas horas que el
entendimiento “está cerquita” y el mercado sigue expectante respecto de las
novedades que pudieran surgir de la próxima misión de Economía a Washington
anunciada para esta semana. |