Ayer al mediodía,
las calles de la city porteña se vieron revolucionadas por un operativo que
llevó a cabo la Dirección General de Aduanas. Más de una docena de bancos
fueron allanados para investigar a un grupo de empresas acusadas de hacer “un
rulo” a través del comercio exterior. En total, giraron US$5,5 millones en dólares
oficiales a bancos radicados en Estados Unidos.
Estas compañías
habrían “simulado” importaciones a efectos de girar dinero al exterior de la
Argentina. Accedían al tipo de cambio oficial (actualmente, en $262,80),
enviaban los dólares a cuentas bancarias radicadas en el exterior, pero el
ingreso de mercadería nunca se concretaba. Luego, los billetes verdes
regresaban al país y se revendían al blue ($495). Entre una cotización y otra,
la brecha es del 88%.
“Es una denuncia de
la Aduana, pero es una investigación conjunta con la Policía Federal. Lo
simplifico de manera muy coloquial: son falsos importadores, carpetas truchas.
Falsificaron las SIMI [sistema integral de monitoreo de importaciones], las
anteriores herramientas para importar, que con documentación trucha, facturas
truchas, con la documentación aduanera trucha, giraban al exterior y no
importaban nada. Estamos hablando de una asociación ilícita”, explicó Guillermo
Michel, director de la Aduana.
A lo largo de la
mañana, junto con la División de Lavado de Activos de la Superintendencia de
Investigaciones Federales de la Policía Federal (PFA), se concretaron un total
de 23 órdenes de allanamiento, tanto en la city porteña como en el Gran Buenos
Aires y la ciudad de Mar del Plata. El operativo incluyó 12 órdenes de
presentación en diferentes bancos, entre los que se encontraban el Banco
Galicia, el BIND y el Banco Supervielle, entre otros, con el objetivo de
obtener más información sobre los operadores de comercio exterior apuntados.
Al momento, hay dos
personas detenidas. Estos servicios los ofrecían un contador –“el cabecilla”– y
un empleado bancario de una entidad financiera provincial, quienes cumplían el
rol de “falsos gestores”. De esta manera, las empresas se hacían de los dólares
oficiales y los enviaban a cuentas en Miami (principalmente), pero nunca
importaban la mercadería. En total, la Aduana estima que los giros serían por
un total de US$5,5 millones.
“Esto era el viejo
sistema SIMI: en el sistema actual, que implementó el ministro Massa, el
sistema SIRA, donde hay un cruce de bases de datos al momento del giro, eso no
ocurre. Nuestra prioridad, la prioridad del ministro de Economía, la prioridad
de todo el Gobierno, es que los dólares se destinen a la producción y al
trabajo argentino. No para la especulación financiera, y que la plata termine
en bancos de Miami”, agregó Michel.
La investigación
surgió por agentes especializados de la Dirección General de Aduanas que habían
puesto la lupa en nueve declaraciones tipo SIMI que resultaron inexistentes. De
las cinco empresas que fueron denunciadas penalmente por realizar estas
maniobras solo una estaba registrada como exportadora y tenía capacidad
económica para importar. Las cuatro restantes eran “fantasmas”.
“Esta investigación
continúa”, aseguró Carlos Ñamandu, comisario a cargo de delitos federales. En
la causa, intervino el Juzgado en lo Penal Económico Nº 9, a cargo del doctor
Javier López Biscayart. En esta instancia, actuó en condición de subrogante el
doctor Marcelo Aguinsky. No es la primera denuncia que efectúa la Aduana al
respecto. El último operativo de este tipo se llevó a cabo en mayo, en ese
entonces por un total de US$5,3 millones. Sin embargo, habría otros casos
similares, que juntos acumularían giros por US$700 millones.
La Aduana solicitó
la colaboración de la Financial Crimes Enforcement Network (FinCen) para que
aporte información económico financiera de registros estadounidenses. Estos
datos serían “esenciales” para dilucidar la maniobra en su totalidad, incluidos
el supuesto “rulo” financiero y el entramado de sociedades utilizadas.ßMelisa |