Por Mariano
Boettner - El ministro de Economía Sergio Massa reunió esta mañana a
la mesa chica de su equipo económico para delinear los próximos pasos
de gestión, entre los que habrá, siempre según marche la dinámica
de negociación con el FMI, un viaje a Estados Unidos para acercar los
números del nuevo acuerdo, una serie de anuncios sectoriales,
alguna medida de ingresos para jubilados y, sobre el cierre de la semana,
el dato de inflación de junio.
Tras el acto en
Salliqueló, donde se presentó el llenado del gasoducto de Vaca Muerta y que
escenificó una foto entre los principales referentes del oficialismo detrás de
su candidatura a presidente, el jefe del Palacio de Hacienda retomó agenda este
lunes con una reunión, por la mañana, con su mesa chica, que suelen integrar el
viceministro Gabriel Rubinstein, el jefe de asesores Leonardo
Madcur y el vicepresidente del Banco Central Lisandro
Cleri. Hubo, sobre ese primer careo del día de funcionarios, alguna pista
que arrojó el propio Massa sobre qué temas aparecen como más urgentes en la
agenda.
Uno de ellos es la
continuidad de la demorada negociación con el Fondo Monetario. Esos
tres nombres aparecen como los protagonistas del toma y daca con el staff
técnico del organismo. El ministro de Economía había asegurado a Infobae este domingo que la intención del ministerio es que
el viaje de esa delegación a Washington, para dar las puntadas finales con el
FMI, tenga lugar el martes por la noche. Este lunes el secretario de
Finanzas Eduardo Setti salió a negar que la definición pueda pasar
para después de las elecciones primarias, algo que consideró, desde su cuenta
de Twitter, como “fake news”.
En el acto por la
inauguración del gasoducto y en distintas apariciones públicas posteriores,
Massa hizo referencia a la pulseada con el organismo, aseguró que no anticipará
el contenido de esas conversaciones por cuestiones de confidencialidad,
mencionó que el programa, tal como estaba planteado, “es inflacionario”, y
propuso que el objetivo debería ser juntar los dólares para pagarle al FMI y
aprobar una ley para que cualquier administración que busque tomar nuevamente
deuda con ese organismo, necesite los votos de tres cuartas partes del
parlamento.
Las negociaciones
con el Fondo Monetario podrían mudarse esta semana a Washington
“Tenemos que
repensar el acuerdo con el Fondo porque el acuerdo es inflacionario.
Estamos planteando variables distintas a las que traíamos, con buena fe.
Estamos muy cerquita de poder ponernos de acuerdo”, dijo el ministro
en declaraciones televisivas unas horas después del acto en Salliqueló. En ese
sentido, postuló que el programa modificado con el organismo deberá contemplar,
como particularidad del contexto económico argentino, que en la
economía “hay tres dólares que definen precios”.
“La importación de
insumos se hace a precio oficial, el cálculo de reposición se hace en base
al valor futuro o al dólar financiero y su rentabilidad al dólar
blue”, ejemplificó, al hablar de la fabricación de una copa. “Cada vez que
tuvimos ataques de mercado tuvimos picos inflacionarios. Con jugadores que
jugaron sabiendo que el Gobierno tenía las manos atadas. Lo que se buscaba era
inestabilidad”, aseguró en diálogo con C5N. Según fue adelantado en
su momento, parte del tira y afloje con el FMI versaba sobre qué margen para
intervenir en esos mercados le dará un acuerdo recalibrado como el
que se negocia.
El jefe del Palacio
de Hacienda cuestionó también que el modo en que fue configurado el programa
original es un acelerador de la inflación. “El primer shock (que experimentó
este Gobierno) es el lastre que representa para la Argentina el acuerdo con el
Fondo Monetario, que con la dinámica que el Fondo desarrolla para que el país
acumule reservas para garantizarse el cobro es absolutamente
inflacionario para los países en desarrollo, que es lo que venimos discutiendo
con el staff del Fondo”, dijo en declaraciones radiales.
Consultado sobre
los avances o elementos que traban la negociación, entre ellos la posibilidad
de una devaluación o un pedido de ajuste fiscal más fuerte, Massa
pidió “esperar la hoja de ruta” y reclamó porque “todos hacen
especulaciones”. “Nosotros por profesionalismo lo que hacemos es trabajar una
hoja de ruta, no ventilarla. Hay un proceso de negociación y hay
confidencialidad”, concluyó en conversación con Radio con Vos. La
cuestión del dólar asoma como vertebral en ese entendimiento todavía
inconcluso: “Están tratando de encontrar una fórmula que permita ajustar
el tipo de cambio”, mencionó a Infobae un conocedor de los idas y
vueltas de la negociación.
En el acto de
inauguración del gasoducto, Massa cuestionó que el FMI quiso frenar el
desarrollo de la obra
La agenda de Massa
incluirá esta tarde una reunión de gabinete productivo con otro grupo de
funcionarios más ligados a la marcha de la economía real, en el que
analizarán medidas hacia adelante. No hay detalles, aún, de hacia qué dirección
apuntará el Palacio de Hacienda. Massa anticipó que este martes habría un
anuncio de ingresos para jubilados que termina de definir con Anses.
“Ir tomando medidas
a medida que se va perdiendo el poder adquisitivo. En la puja
distributiva, a medida que el trabajador pierde peso, se da una acumulación
mayor de renta empresaria. No vengo a plantear cosas mágicas, pero sí que cada
medida tiene por objetivo recuperar salario y estabilidad macroeconómico que
permita estabilidad de precios. Es importante para los procesos de
estabilización tener la macro ordenada por eso importante tener
los dólares financieros tranquilos”, concluyó Massa.
La cuestión del
poder adquisitivo tendrá especial relevancia esta semana, cuando se conozca el
dato de inflación de junio. Las consultoras privadas que hacen su propio
seguimiento de precios esperan una desaceleración respecto
al 7,8% que marcó mayo, tras el pico de 8,4% de abril.
Algunas, incluso, creen que estará por debajo del 7 por ciento. El salario
medido a través del Ripte marcó en mayo una caída en términos reales en
comparación con la inflación, ya que ese índice avanzó en términos
nominales 6,2 por ciento.
En el Banco Central
leen que las proyecciones privadas que quedaron plasmadas en el último
Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) en el que participan consultoras,
fondos de inversión y bancos, tanto en julio como en agosto hay señales de que
la tasa de interés de los plazos fijos que quedó establecida tras el pico
inflacionario de abril seguirá dándole a los depósitos un interés real en
pesos. No ven, de esta forma, indicios de una necesidad de aflojar el nivel de
tasas pero tampoco requerirá un refuerzo. |