En el acto, organizado por Enarsa, la vicepresidenta jugó de local. Elogió repetidamente al ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, a quien encomió: “La fuerza que le estás poniendo, en un momento difícil, le pusiste garra”. Fue un virtual lanzamiento de campaña para Massa.

El esfuerzo por mostrar unidad no logró disipar las tensiones.

Cristina Kirchner puso énfasis en criticar a empresarios, como Eduardo Eurnekian, o al Grupo Clarín. “Yo no sé qué pasa cuando se juntan los empresarios, hacen concursos para ver quién dice la boludez más grande”, dijo la vicepresidenta luego de leer una frase de Eurnekian. “La dirigencia política ha tomado durante muchos años las decisiones equivocadas que nos han llevado a las circunstancias en las que hoy nos encontramos”, había dicho el dueño de Corporación América, al cerrar el lunes el Encuentro Anual para el Desarrollo del Comercio y los Servicios (CS23). La vicepresidenta lo cuestionó, pero no fue el único.

“Si el boleto del bondi saliera 500 pesos, ¿en cuánto se creen que humía, bieran cerrado los convenios colectivos de trabajo?”, planteó Cristina. En su interpretación, los subsidios al transporte ayudan al sector privado. “Muchachos, cuando hablemos de los subsidios, no sé cuántos seguirían siendo empresarios”, prosiguió. Fernández eligió mirar hacia abajo y no aplaudió. Un rato más tarde, cuando le tocó hablar, les agradeció a los empresarios “que cumplieron en tiempo y forma con la conclusión de las obras”.

Massa también agradeció a los grandes empresarios que realizaron el aporte solidario (impuesto a la riqueza), aunque allí debió corregirse luego de una acotación de la expresidenta. Ella le había advertido que aquellos que debían el aporte tenían que pagarlo. “Se lo vamos a cobrar igual”, dijo Cristina Kirchner, concepto que Massa debió retomar en medio de su discurso y asentir.

El acto, que sirvió para inaugurar el tramo Tratayen-Salliqueló, convocó a las tres principales figuras del oficialismo y sirvió como lanzamiento de la campaña después del turbulento cierre de listas. En una muestra de los vínculos entre ellos, los tres llegaron por separado.Todos en helicóptero, desde Santa Rosa.

Tras finalizar el acto, el Presidente se acercó a los medios y dijo unas breves palabras. Al ser consultado sobre si iba a apoyar a Sergio Massa en la campaña, evitó hacer una referencia directa: “Estamos hablando del gasoducto”.

Los asistentes

En el acto estuvieron el gabinete en pleno, sindicalistas, intendentes, dirigentes sociales. Desde Juan Grabois, rival interno de Massa, hasta Pablo Moyano o Sergio Berni. Todos dejaron de lado sus diferencias en pos de lograr la foto de unidad. Pero ninguno fue mencionado por Cristina Kirchner.

“Es mi último 9 de julio como presidente”, inició Fernández, con tono de despedida. Y hizo un largo autoelogio de su gestión, como una forma de responderle a la vicepresidenta, que lo había ninguneado.

“Pudimos hacer este gasoducto con recursos propios”, dijo el jefe del Estado. “Me comprometí a que lo íbamos a hacer y lo hicimos”, añadió, y lo calificó como la “obra pública nacional más grande”.

A su turno, el ministro de EconoSergio Massa, dijo que “aunque nos quieran condenar a ser un país dependiente, tenemos con qué” avanzar. “Hoy podemos pensar en el futuro de Vaca Muerta”, continuó, y destacó a quienes tuvieron el “coraje” de recuperar a YPF en su momento cuando Cristina Kirchner era la presidenta.

“Vaya mi agradecimiento al Presidente de seguir este gasoducto cuando el FMI nos pedía en diciembre que lo paráramos”, prosiguió el precandidato al Ejecutivo nacional en un discurso plagado de palabras de apoyo para los funcionarios kirchneristas presentes, entre ellos Máximo Kirchner. También se refirió al aporte solidario para la construcción del gasoducto.

“Cuando hablamos de ahorro ya no vamos a importar gas en barco, sino que vamos a usar el de nuestro subsuelo. En 15 días licitamos el gasoducto reversal del norte”, anunció Massa. Buscó quedar bien con todos los sectores del oficialismo, a los que necesita para la campaña.

“La Argentina va a pasar a ser un país de déficit de dólares a uno con superávit, porque estamos haciendo las obras que cambian esa ecuación”, aseguró.ß