Por Javier Blanco -
El Gobierno postergará hasta fin de mes todos los vencimientos que hay en julio
–en total, más de US$2600 millones– con el Fondo Monetario Internacional (FMI),
en medio de arduas negociaciones contra reloj que todavía no tienen un acuerdo
definitivo a la vista.
A la vez, el
Ministerio de Economía dio luz verde para el pago de deuda con acreedores privados
por alrededor de US$1000 millones que vence el próximo 9 de julio. En el
Palacio de Hacienda dejaron trascender que habrían usado yuanes para adquirir
los dólares con los que se hará este último pago.
La semana pasada,
en la cartera que conduce Sergio Massa afirmaban que las negociaciones “estaban
avanzadas” y que, con el objetivo de cerrar un acuerdo técnico, un equipo iba a
viajar a Estados Unidos “a principios” de esta semana. Sin embargo, ese
embarque sigue sin confirmarse oficialmente y no tendría fecha definida.
Lo que se temía
sucedió: el Gobierno le pidió al Banco Central (BCRA) otros $688.000 millones
el último día de junio en concepto de adelantos transitorios (AT), préstamo que
usó para comprarle los DEG del Fondo Monetario Internacional y yuanes que esa
entidad tenía para hacer frente al vencimiento por U$S2692 millones por la
deuda con ese organismo de crédito que debió afrontar el viernes de la semana
pasada.
La novedad se
confirmó hace unas horas al actualizar esa entidad los datos de su informe
monetario.
Allí aparece el
sexto auxilio financiero en lo que va del año, con lo que el total girado en el
año ya llega a $1,358 billones.
La mitad de esos
envíos –hubo tres por un total de $440.000 millones por caso sólo durante mayo
pasado– fueron realizados para cubrir un déficit fiscal que vuelve a estar en
alza.
Desvío de metas
Por lo pronto, lo
concreto es que de esta manera “se sobrepasó en un 264% la meta de emisión”
fijada para el segundo trimestre del año en el acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional, hizo notar el economista Salvador Vitelli, de Romano Group.
Sin embargo, dado
que casi la totalidad del giro ($687.373 millones) fue utilizada para cumplir
con esa obligación, esta emisión no tendría impacto monetario, dado que en el
mercado se espera que al llegar el desembolso comprometido en el acuerdo bajo
negociación (si el organismo finalmente lo aprueba) ese dinero sea devuelto al
ente monetario.
Por las
compensaciones vía títulos públicos que el Banco Central recibe del Tesoro
Nacional por este tipo de asistencia ya algo más del 19% de su activo está
compuesto por papeles de deuda pública.
La transferencia
había sido de algún modo anticipada por el subgerente general de
Investigaciones Económicas del BCRA, Germán Feldman, durante la ponencia que
ayer por la mañana realizó en la primera parte las Jornadas Monetarias y Bancarias
2023.
Allí fue cuando
adjudicó esta última asistencia a “la demora en el nuevo desembolso del FMI”,
al punto de que la destacó en un gráfico exhibido al público con una tonalidad
diferente del resto para marcarla como una excepcionalidad derivada de las
circunstancias. |