Por Javier Blanco -
Un clásico de la receta kirchnerista se vuelve a repetir: el Banco Central
(BCRA) ralentiza la suba del tipo de cambio oficial, aunque sus propias
estadísticas denuncian que está atrasado y, además, quedó ya muy a la vista (en
especial tras el último pago al FMI con un mix de monedas) que si algo le
faltan son reservas.
La sospecha que
venía manejando el mercado se confirmó porque la entidad bajo la conducción de
Miguel Pesce apenas convalidó una suba dólar mayorista de $1,20 con relación al
viernes (subió de $256,7 a $257,9 para la venta), lo que supone la menor alza
tras un fin de semana tradicional en cuatro meses.
De esta manera, la
tasa de devaluación promedio oficial del peso en las últimas 10 ruedas (que se
había movido a un ritmo cercano o mayor al 8% semanas atrás) cayó al 6,4%.
Todo esto mientras
el índice de tipo de cambio real multilateral que elabora el BCRA viene de
cerrar el mes anterior en 93,8 puntos (100 sería el nivel de equilibrio), con
lo que encadenó el 15º mes en zona de “revalorización”, eufemismo que implica
que resignó competitividad frente a las monedas del resto de las naciones del
mundo que comercian con el país.
También, mientras
el BCRA, que viene de ceder unos US$675 millones en intervenciones sobre el
mercado en junio y de dilapidar unos US$860 millones entre abril y mayo –solo
para evitar que el dólar MEP supere los $500–, muestra una tenencia de reservas
netas negativa en US$5110 millones, según estimaciones del economista y
consultor Fernando Marull.
Llegó a ese récord
negativo (que ayudó a colocar su tenencia bruta por debajo de los US$28.000
millones por primera vez desde enero de 2016) tras quedarse ya sin DEG del FMI
en cartera y luego de haber usado el equivalente a US$1000 millones del swap
chino para cumplir el viernes la obligación de pago prevista en el acuerdo de
refinanciación de la deuda –negociado por el exministro Martín Guzmán– que el
país tiene con ese organismo.
Deuda y más
deuda
Todo esto mientras,
además, la deuda que esa entidad asumió con los importadores (al reprogramar
compulsivamente plazos de pago por la falta de reservas) no deja de crecer: se
estima que supera los US$12.000 millones.
Y cuando, a esta
altura, se sabe que la administración Fernández dejará al gobierno que siga un
BCRA en situación de quiebra: según estimaciones de la consultora 1816, el ente
monetario, que había iniciado su gestión heredando reservas netas por US$13.000
millones (según la consultora PxQ del economista Emmanuel Álvarez Agis),
llegará a fin de año con una tenencia negativa que se ubicaría entre los
US$12.150 y los US$15.550 millones, según cómo se desenvuelva en lo que resta
del año el mercado cambiario.
El bajo nivel de
actualización del tipo de cambio oficial fue el dato destacado de una jornada
en la que se operaron por el segmento de contado US$503,4 millones y el BCRA
puedo retener apenas US$10 millones (el 2% de ello) para sus muy necesitadas
reservas.
Aun así, y pese al
freno actual que confirma el retraso cambiario, no hay que dejar de señalar que
durante el gobierno de Alberto Fernández “el peso ya se devaluó 329%”, observó
el analista financiero Andrés Reschini, lo que habla a las claras del nivel de
nominalidad de la economía local.
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