Por Patricio
Eleisegui - El cepo vigente para los importados no afloja y la construcción sigue consolidándose como uno de los
sectores que más sufre las complicaciones derivadas de esta decisión oficial de
"cuidar" el dólar. El sector atraviesa un momento de turbulencia
pronunciada por efecto de faltantes de insumos y maquinarias que
complican las obras particulares y, por supuesto, los proyectos públicos.
Entidades como la Cámara Argentina de la Construcción advierten que la
continuidad de este escenario redundaría en la caída de contratos y,
por efecto de esto último, la extinción de miles de puestos de trabajo.
Tanto en Capital
Federal como en el interior del país hay coincidencias en las dificultades para
disponer de materiales e insumos como equipamiento eléctrico, hierro y
aluminio, determinadas pinturas, y repuestos para maquinarias.
En el sector
privado no faltan los desarrolladores que reconocen que los plazos de entrega
de las nuevas obras se extendieron al lapso de un semestre por el
desabastecimiento de ascensores, terminaciones, grifería y determinadas
pinturas específicas.
"A las
empresas no les queda otra que salir a comprar con apuro lo que se consigue a
nivel local, que siempre es acotado en términos de variedad. Después está la
situación de los presupuestos, que no duran más que unos días", comentó
recientemente a iProfesional Darío López, presidente de la Sociedad
Central de Arquitectos (SCA) y socio en la desarrolladora Arquitectonika.
La
situación del dólar aceleró los costos
"El movimiento
del dólar, pero sobre todo la inflación, complica los costos de forma
permanente. Son aspectos que complican un momento bueno de la construcción dado
que hay consultas y se cierran operaciones. Si bien hay quienes guardan el
billete por el contexto, en general la gente sigue buscando un refugio
dolarizado en tanto estamos en un año electoral y la incertidumbre se
multiplica cada semana", concluyó.
En sintonía con
estas palabras, durante la convención anual de la Cámara Argentina de la
Construcción (CAMARCO) el titular de la entidad, Gustavo Weiss, pidió por el
fin de las trabas a los importados. Y señaló que la actividad podría sufrir una
caída acelerada de contratos por las complicaciones para disponer de insumos
clave.
El directivo afirmó
que los socios de la organización sufren los "efectos deletéreos de
una inflación descontrolada y limitaciones a la importación de insumos
importados".
"Sus efectos
son la inviabilidad de los contratos firmados en otros momentos de la economía
y con largos plazos de ejecución que ponen en peligro a las empresas al
consumir su capital de trabajo", acotó.
Para luego advertir
que, de no cambiar el contexto, la consecuencia será una "parada repentina
de la actividad que pondrá en peligro la economía de los argentinos. Venimos
advirtiendo esta situación desde el mes de marzo, sin mayores resultados".
Se
paraliza la obra pública
La obra pública
atraviesa un momento de parado por efecto, justamente, de las trabas para
disponer de materiales y piezas provenientes del exterior.
Según un monitoreo
de la Fundación Ideal realizado en el interior del país, el cepo a los
importados afecta ese tipo de proyectos y contratos en tanto impide
redeterminar los precios de los contratos.
Esta imposibilidad
de "actualizar" los números para estar a tono con el contexto
inflacionario se ve determinada por cuestiones que van desde la escasez de
metales y electrónicos hasta la falta de repuestos para vehículos y
maquinarias.
En ese sentido,
desde entidades como la Cámara de Constructores Independientes de Mendoza
(CECIM) y la Cámara de la Construcción de Rosario exponen faltantes de piezas
que impiden el funcionamiento de cargadoras, retroexcavadoras, palas
mecánicas, camiones y camionetas.
En torno a dichas
organizaciones señalan que, además del desabastecimiento que sufren los
accesorios, el sector debe afrontar una suba en el valor de los repuestos que
en lo que va del año ostenta un acumulado del 30 por ciento en dólares. |