Por Pilar Vazquez -
El secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, descartó “por ahora” la
implementación de un dólar soja 4 para que los productores vendan la mercadería
que aún no comercializaron de la campaña 2022/2023. También señaló que en
materia de retenciones no se está proyectando una reducción de las alícuotas
más allá de que se mostró dispuesto hace unos días a evaluar el asunto.
Como contó la
nacion, el Gobierno desistió de la posibilidad de implementar un dólar maíz,
pero había puesto en análisis la posibilidad de hacer la versión 4 del dólar
soja. En la última edición, que finalizó a fin de mayo, consiguió con un tipo
de cambio a $300 que le entraran divisas por US$5127 millones.
“Por ahora no”,
dijo el funcionario ante los periodistas en un encuentro realizado ayer a la
tarde en la cartera agrícola cuando fue consultado sobre un posible dólar soja
4.
Vale recordar que,
de acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la campaña actual dejará
20,5 millones de toneladas, una pérdida de más del 50% versus la producción
anterior. Según los datos disponibles al 14 del actual, lo vendido de la
oleaginosa se ubicaba en 10,69 millones de toneladas. Fuentes al tanto del
análisis que estaba haciendo el Gobierno era que pudiera llegar más de 3000 a
4000 millones de dólares con la venta de unos cinco a siete millones de
toneladas de soja del grano.
Sin embargo,
Bahillo negó por el momento otra versión de la herraactores mienta que empezó a
elegir Sergio Massa para sumar reservas al Banco Central (BCRA). Cabe recordar
que antes de la tercera edición de este mecanismo, Bahillo había negado otro
dólar soja, pero luego, a las pocas horas, se confirmó su implementación.
Retenciones
El secretario de
Agricultura, por otra parte, descartó una eventual reducción de los derechos de
exportación. “Lo que dije el otro día es lo que pienso; creo que hay que hablar
el tema, pero no hay en el corto plazo una decisión en esa materia”, aclaró.
Luego indicó: “Yo
no tengo autoridad para hacer este tipo de anuncio. Lo hemos hablado con Massa,
lo hemos estado reflexionando. El tema merece mayor análisis. Una mayor
evaluación. Tengamos en cuenta también que más allá de las manifestaciones mías
y no es que yo me desdiga, hay que tener en cuenta el contexto. De la misma
manera que afectó seriamente la economía de los productores, la sequía también
afectó las cuentas públicas en 20.000 millones [de dólares], por lo cual hay
que ser muy responsable de mi parte, al menos como funcionario público. Esto no
significa que se inmovilicen el análisis y la discusión. Creo que en todo caso
hay que hacerla con mayor sensibilidad, responsabilidad, pero entendiendo que
hay que andar un camino de estas características”.
En este marco,
consultado sobre si se está pensando en convocar a del sector para empezar a
discutir el tema de las retenciones, dijo: “Por ahora no. Tenemos que definir
más nosotros nuestra postura. Tener más certeza en nuestras definiciones y en
nuestras estimaciones de tiempo de trabajo y después, en todo caso, hacer una
convocatoria”. Y añadió: “Las decisiones siempre son nuestras, pero si
compartimos la toma de decisiones o por lo menos la información antes de tomar
la decisión con las entidades que representan a los sectores productivos,
seguramente estas medidas serán más asertivas”.
Esta semana, antes
de un encuentro del equipo de Massa, Bahillo había dejado abierta la puerta,
aunque sin precisiones, para una evaluación sobre los derechos de exportación.
“No tenemos ningún inconveniente en evaluar un esquema que incentive la
producción porque lo que necesitamos es producir más”, expresó en ese momento.
Insumos
Por otra parte,
Agricultura le planteará a Massa que el mes próximo el campo necesitará unos
US$1000 millones para la importación de insumos.
El dato, que
adquiere relevancia en medio de la actual campaña agrícola, que está en curso
con el trigo, se comentó en una reunión que funcionarios de la cartera agrícola
y empresarios de distintas cámaras de insumos mantuvieron ayer. El campo, si
bien es superavitario con sus ventas al exterior de granos y subproductos, suele
requerir la importación anual de unos US$3000 millones en fitosanitarios y
otros 2400 millones de dólares aproximadamente para fertilizantes.
A comienzos de este
mes, en el marco del Observatorio Nacional de Insumos Agrícolas, la cartera de
Agricultura recibió a las cámaras vinculadas con la venta de agroquímicos,
fertilizantes, maquinaria agrícola nacional, nutrición animal, bioetanol de
maíz, producción aviar, insumos veterinarios, legumbres, maní, la industria
cervecera y los exportadores de granos. Ayer, luego de un período donde se les
pidió a los distintos sectores que definieran sus necesidades de importación,
volvió a producirse un encuentro.• (Con la colaboración de Fernando Bertello)
El Tesoro tuvo otra
buena colocación y logró $575.600 millones frescos para tapar su déficit
Po Javier Blanco - El
Gobierno captó ayer del mercado otros $873.173 millones tras la colocación o
reapertura de siete bonos en pesos (indexados por inflación o dólar), con los
que no solo consiguió los $740.083 millones que necesitaba para cubrir los
vencimientos que enfrenta mañana, sino que obtuvo $133.090 millones “extras”
que destinará a cubrir su déficit.
El resultado llegó
al cabo de la última licitación del primer semestre, que resultó a su vez la
primera tras quedar oficializada la precandidatura presidencial del ministro de
Economía, Sergio Massa.
Esto –se supone en
el mercado– tenderá a facilitar estas renovaciones, aunque sigue aumentando a
su vez la porción de la deuda atada a indexadores que lucen fuera de control
(como la inflación) o corren riesgo de estarlo (por la debilidad del peso dada
la falta de reservas en el BCRA).
Todo esto hace que
ese pasivo crezca en términos netos y el costo del financiamiento se haya
vuelto otro problema.
Vale recordar al
respecto que en mayo el Gobierno debió pagar $383.421 millones sólo en
intereses generados por esta deuda, un monto 379% superior a los $80.021
millones abonados por el mismo concepto el mismo mes del año pasado.
Todo expuesto a
indexadores
La subasta ratificó
que el Gobierno se niega a ofrecer títulos de deuda en pesos a tasa pura (a
excepción de las letras de liquidez de muy corto plazo que emite sólo para los
Fondos Comunes de Inversión al 90% de TNA o 141,2% de TEA) para no tener que
validar intereses nominalmente más altos.
Además mostró al
Tesoro algo más proclive a buscar una extensión de plazos con varios títulos
dado “el buen momento que está atravesando la parte media de las curvas CER y
dollar-linked ahora que el mercado tomó con buenos ojos el despeje de
vencimientos”, observaron los analistas de Portfolio Personal Inversiones
(PPI), en alusión a los últimos canjes. Eso permitió, además, que discontinuara
la oferta de bonos Duales.
A esto mismo
pareció referirse el Secretario de Finanzas, Eduardo Setti, al destacar que,
“tras reducir $7,4 billones de vencimientos en la operación de conversión
realizada a principios de junio”, a lo largo del presente mes el Gobierno
“logró un financiamiento neto adicional [eufemismo que refiere a nueva deuda]
por $575.610 millones en las dos licitaciones realizadas, lo que implica un
roll over del 149%”.
Así, en la primera
mitad del año la deuda creció en poco más de $1,8 billones sólo por
colocaciones nuevas, cifra que “equivale a una tasa de refinanciamiento del
136%”, señalaron desde Economía.
Los títulos
ofrecidos fueron (además de la mencionada Lelite por vencer en 18 días) dos
letras ajustables por CER (X18O3 y X23N3, con vencimiento el 18 de octubre y el
23 de noviembre respectivamente) y otros cuatro bonos, dos vinculados al dólar
(TV24 y T2V4, con vencimiento el 30 de abril de 2024 y el 30 de septiembre de
2024, respectivamente) y dos ajustados por CER (T3X4 y T2X5, con vencimiento el
14 de abril de 2024 y el 14 de febrero de 2025 respectivamente), resultando
todas estas reaperturas.
Respecto de las
tasas validadas, fueron del 0,14 al 9,71% para los instrumentos colocados con
ajuste CER y negativas del 1,27 al 5,87% para los emitidos atados a la
devaluación, lo que revela que el mercado descuenta un fuerte ajuste del tipo
de cambio tras el cambio de gobierno.• |