Por Antonio
D’Eramo - "Ni Domingo Cavallo logró lo que Sergio Massa. Ser ministro de economía y candidato
presidencial al mismo tiempo.
Con Wado en la boleta estaba fuera del ring y nadie le habría atendido el
celular para intentar poner un precio justo pero, de alguna manera, logró la
bendición de la mayoría de las tribus peronistas y tiene oxígeno hasta las
primarias", explicó, en su jerga, un avezado negociador político de Casa
Rosada.
Porque la realidad
es que si Sergio Massa no hubiera accedido a la precandidatura presidencial por
Unión por la Patria su poder de influencia sobre los agentes
económicos hubiera sido casi nula o testimonial. ¿Qué empresario se
hubiera mostrado conciliador con su política de precios si no fuera un candidato con posibilidades o que
acreedor refinanciaría o abriría una línea de crédito para un gobierno que está
de salida?
Por ello, la
presión más grande entre todos los presidenciables con posibilidades de ser
electos, recae sobre el actual titular del Palacio de Hacienda.
Adquirió oxígeno
hasta las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se
realizarán el próximo 13 de agosto, pero deberá gestionar medidas económicas
fundamentales que le permitan ser un candidato competitivo hacia el día de las
elecciones generales del 22 de octubre y para ello se basará en unos pocos
pilares que le habilitarán alcanzar su objetivo de llegar a la cima del
poder.
Inflación
y déficit fiscal: las claves de Massa para convencer al Fondo y llegar a
octubre
Bajar la fiebre
inflacionaria es el requisito principal y previo a cualquier posibilidad
de tener un buen rendimiento electoral el 13 de agosto.
El intento será más
modesto que el prometido y registrado en el Presupuesto Nacional, que prevé un
60% de inflación anual de imposible cumplimiento si se toma en cuenta el
acumulado de los primeros cinco meses del año que arroja un 42,2% de aumento.
Se intentará que el
índice de precios arroje una cifra por debajo del 7% de incremento
mensual.
Ese dato tendría al
número 6 como protagonista para el mes de junio y se desprende de las
mediciones realizadas durante los primeros siete días hábiles del sexto mes del
año.
Algunos voceros de
Sergio Massa prenden una vela a San Expedito, para que la tendencia al enfriamiento de los
precios se sostenga a
pesar que los ciudadanos continúan registrando incrementos en varios productos
que consumen en su vida diaria.
La población más
carenciada es la que más siente los aumentos de precios por adquirir productos
de primera necesidad en comercios o bocas de expendio alejadas de controles y
acuerdos por precios minoristas.
A pesar que el
mundo financiero y los integrantes del círculo rojo tomaron nota que los
candidatos presidenciales propuestos por las coaliciones políticas son de
índole pro mercado hay una medida económica ortodoxa, que no será adoptada en
estos 50 días hacia las PASO con la que Sergio Massa fue beneficiado.
Devaluar la moneda,
como exigen en el FMI y en círculos económicos locales ligados al comercio
exterior, continuará siendo un anatema durante el resto de la
administración de Alberto Fernández.
Tanto para el
Presidente como para su vice, Cristina Fernández, esa medida provocaría una
llamarada inflacionaria que terminaría con las posibilidades electorales del
oficialismo en cualquier lugar que presente candidatos.
Sin embargo, en el
quinto piso del ministerio de Economía, los asesores de Massa saben que el
próximo gobierno deberá realizar un plan de estabilización de las variables
económicas y hay algunos funcionarios que le han expresado al candidato
presidencial que es hora de comenzar a estabilizar un buque que hace agua
por todos lados.
Una batería de
medidas que tiendan hacia un ajuste fiscal que reduzca el déficit público, un
ítem que su gestión viene cumpliendo.
El déficit fiscal primario del Sector Público Nacional
(SPN) representó los $247.641 millones al cierre de mayo de 2023, lo
cual significó una caída del 28,9% en términos reales con respecto al mismo mes del año pasado. Se trató del retroceso más fuerte
observado desde enero.
El peso del recorte
se nota en las partidas para asignaciones familiares, caída del 36,8%, en las
jubilaciones, cuyos valores retrocedieron un 10.2% en términos reales medidos
de manera anual y de asignaciones universales que retrocedieron un 26,3%.
El gasto primario
del Sector Público Nacional alcanzó los $2.559.222,5 millones y presentó una
suba de 98,2%, pero en términos reales, excluidos los efectos de la inflación,
se registró una caída de hasta el 7,5% interanual.
Este fue el
principal factor explicativo de la caída del déficit en mayo, cuestión que
resulta imprescindible para arribar a un acuerdo con el FMI y desbloquear la
llegada de los tan necesitados desembolsos al Banco Central.
Massa
espera un guiño del FMI, si quiere ser competitivo en las elecciones
Precisamente, el
siguiente pilar con el que cuenta Sergio Massa para apuntalar su candidatura,
es lograr un acuerdo con el board del Fondo
Monetario Internacional (FMI) que
le permitirá cumplir con las obligaciones contraídas con ese organismo de
crédito y, de paso, sobraría una suma para controlar y mantener a raya el
mercado cambiario tendiente a desvalorizar el peso.
Para estos
días, la tesorería del Fondo aguarda por los 2.700 millones de
dólares de parte de la Argentina que decidió postergar el giro hasta el 30
de junio.
Desde entonces y
hasta la realización de las elecciones PASO, en Washington se espera que ingresen
4.300 millones más. En Julio vencen 2.700 millones y los primeros días de
agosto otros, 700 millones de dólares. Además, hay que honrar deudas con los
bonistas privados por 1.000 millones de dólares más.
Por ello, si Massa
viaja a Washington en algún momento de los próximos diez días, será porque
regresará a Buenos Aires con un orden de pago de 10.000 millones de dólares que
le permitirán llegar sin sobresaltos cambiarios a las elecciones de agosto.
Asesores del
ministro explicaron a este medio que las fechas claves para esta operación
serán los primeros días del mes de Julio. Massa viajaría para
"fijar los detalles del acuerdo en el que están trabajando en estos
momentos nuestros funcionarios, se pagará el tramo del mes de junio que viene
con discusiones y retornaría con la quinta revisión del FMI aprobada por su
directorio".
El optimismo parece
justificarse por el clima político mundial favorable que incluyen apoyos de los
presidentes de Brasil, "Lula" Da Silva; de México, Andrés Manuel
López Obrador;y por la administración demócrata de Joe Biden, a pesar que, los
mercados están comenzando a observar con interés los activos de los países
emergentes, cuestión que ha llevado a naciones como Nigeria a devaluar su
moneda y a países como Turquía y Egipto a analizar esa posibilidad adoptando
políticas monetarias ortodoxas.
Gasoducto
Néstor Kirchner: el arma clave de Massa para impulsar su candidatura
Ahora bien, su
acto de lanzamiento formal, lo tendrá el 9 de julio. Durante el día patrio
se inaugurará formalmente el Gasoducto Néstor Kirchner que une Vaca Muerta en
Neuquén con Salliqueló en Buenos Aires, y se realizará en medio de una gran
fiesta popular.
Allí se escucharán
discursos que anunciarán la reversión del Gasoducto Norte, una obra clave para
abastecer con gas a las provincias del noroeste afectadas por la declinación
productiva del fluido en Bolivia y trazar planes para exportar gas de Vaca
Muerta a las industrias de Brasil, además de resaltar el ahorro de divisas que
se producirá a futuro al no tener que importar combustible en buques
regasificadores que agotaron, en parte, las reservas del Banco Central durante
el pasado invierno.
"Si todo sale según estas directrices
generales. Sergio tiene posibilidades de estar entre los más votados en
agosto, llegar competitivo a octubre y, entonces, el dilema que se le
presentará al ministro candidato será si debe
renunciar a su puesto y dejar a un técnico de su confianza en el Palacio
de Hacienda para dedicarse de lleno, de septiembre en adelante, a su sueño presidencial", explicó
uno de los asesores que más escucha Sergio Massa. |