Pese a que lo
esperado por el mercado era que el Banco Central devalúe por debajo de la inflación
como suele suceder en los años electorales, el organismo liderado por Miguel
Pesce cambió de estrategia y volvió a acelerar levemente el ritmo de
devaluación del tipo de cambio oficial en lo que va de junio.
Así, llevó el
esquema de depreciación gradual, que viene sosteniendo en los últimos dos
años, a un ritmo similar a la aceleración de los precios, para evitar que se
profundice la pérdida de competitividad acumulada y que el tipo de cambio real
multilateral se aleje aún más del nivel acordado con el FMI. Así, en lo que va de junio, el dólar
oficial avanza a un ritmo del 7,4% mensualizado, y de confirmarse las
estimaciones privadas de inflación, sería el primer mes en el año
en equiparar al IPC.
La depreciación
gradual que sostuvo el Central llevó al ritmo del crawling peg a pasar del 5,5%
en enero y febrero, al 6% en marzo, al 6,5% en abril y al 7,5% en mayo. En todos los meses, el crawling peg
corrió por detrás de la inflación y volvió a la dinámica que tuvo en gran parte
del 2022, a excepción del último cuatrimestre. En cuanto a junio, según
Ecolatina, durante la primera quincena la inflación se desaceleró evidenciando
un crecimiento del 7,4% respecto a la primera quincena de mayo. En esta línea,
destacaron “para el resto de junio prevemos un comportamiento similar al de la
primera quincena, con un mes que cerraría apenas por encima del 7%”. De ser así por primera vez en el año el crawling peg estaría en
línea a la aceleración de los precios.
Con una devaluación
mensual que se acerque a la aceleración de los precios, el BCRA evita
profundizar la pérdida de competitividad iniciada a mediados de abril de 2022,
ante la fuerte aceleración inflacionaria local y un contexto global de
fortalecimiento del dólar. En los últimos meses, tras conocerse que la
inflación en EE.UU. comenzaba a desacelerarse, el dólar revirtió su tendencia
y se alejó 10% de sus máximos. Y el real brasileño se apreció 9% respecto al
dólar, lo que alivió al peso en términos de competitividad.
El mercado
descarta un salto devaluatorio
Luego del cierre de
listas, con la candidatura de Sergio Massa por el oficialismo como novedad, los
mercados reaccionaron positivamente y el “rally electoral” se profundizó en la
jornada de ayer. Sin embargo, la incertidumbre sobre las propuestas económicas
continúa, y uno de los puntos clave es cuál será la política monetaria de los
próximos meses y de la próxima administración. Con todo, la reacción inicial de
los inversores fue clara: el dólar futuro operó con fuertes bajas en todos los
plazos, lo que reflejó una caída en las expectativas de devaluación para lo que
resta de esta administración.
De esta forma, las
tasas implícitas retrocedieron fuertemente respecto a los máximos alcanzados un
mes atrás, aunque el mercado refleja cierta tensión en los meses electorales y
de cambio de Gobierno. Analistas consultados por Ámbito señalaron que la oficialización de Massa como candidato y su continuidad como
Ministro de Economía descarta de lleno una devaluación en lo que resta de la
gestión actual.
Andrés Reschini, analista en F2 Soluciones Financieras,
destacó: “La semana anterior los costos de cobertura por medio de futuros se
incrementaron, mientras que en la rueda de ayer los futuros reaccionaron a la
baja. En cuanto a las expectativas de devaluación para los próximos meses, los
mayores focos de presión coinciden con las PASO y con el cambio de
administración”. De esta manera, el mercado espera un ritmo de depreciación
superior al 9,5% hasta fin de año, con picos en agosto de 13,3% y en diciembre
de 15,9%.
En esta línea,
Reschini señaló que “para diciembre, el mercado se anticipa un tipo
de cambio de $500,1, lo que significaría un 96,5% más desde hoy y un 182% en el
año”. Así, espera que la próxima administración corrija el atraso
que acumuló el tipo de cambio oficial contra el IPC en la actual
administración, por 47,5%. |