Por Hernán
Cappiello - La investigación que realiza la Justicia jujeña por los graves
hechos de violencia de anteayer, cuando un numeroso grupo de manifestantes
apedreó e intentó forzar el ingreso a la Legislatura local, apunta a determinar
si los agresores recibieron pagos de sectores vinculados al oficialismo
nacional.
Según la policía,
dos de los detenidos llevaban $500.000 cada uno y los investigadores no
descartan nuevas detenciones a partir del análisis del contenido de 40
teléfonos celulares que fueron secuestrados.
Ayer hubo dos
manifestaciones importantes. Una en San Salvador de Jujuy, con una marcha de
antorchas contra el accionar policial. La otra, en la avenida 9 de Julio de la
ciudad de Buenos Aires.
Mientras la
Justicia jujeña avanza con la recolección de pruebas contra el medio centenar
de detenidos tras los desmanes con los que intentaron tomar y quemar anteayer
la Legislatura provincial, las autoridades informaron que a dos de los presos
se les decomisó 1.000.000 de pesos en efectivo. Los investigadores no descartan
nuevas detenciones a partir del análisis del contenido de 40 teléfonos
celulares secuestrados.
El jefe de la
policía jujeña, Horacio Herbas Mejías, dijo a LA NACION que le informaron que a
dos personas detenidas les habían secuestrado $500.000 a cada una. “Tenían el
dinero en una mochila”, dijo, y expresó que pudo determinar –porque estaba en
la primera fila de los incidentes– que había entre los manifestantes personas
que arengaban al resto hablando con “acento porteño”.
“Hay personas que
vinieron de afuera, yo los escuché”, dijo Mejías. Explicó, además, que hay una
pista que siguen los investigadores acerca de que estas personas pudieron haber
ingresado horas antes de los incidentes por tierra en vehículos particulares.
La investigación
está en manos de un equipo de fiscales del Ministerio Público de la Acusación,
integrado por Diego Funes, Walter Rondón y Rodrigo Fernández Ríos. Rondón es el
fiscal de turno responsable por las evidencias que se van reuniendo.
Los fiscales están
bajando la información de intercambios de WhatsApp de 40 celulares secuestrados
a los detenidos, para determinar los cruces de llamadas en la previa de la
movilización.
El gobernador de la
provincia, Gerardo Morales, difundió anteayer capturas de pantalla de chats,
supuestamente de los manifestantes, donde se hablaba de que cada uno iba a
cobrar $5000 por acudir a la manifestación y que la plata la había traído “un
diputado de Buenos Aires”.
El mandatario
radical, que aspira a estar en alguna boleta nacional de Juntos por el Cambio,
no presentó más pruebas que ese posteo en redes sociales.
Los fiscales además
trabajan con las imágenes de los violentos tomadas durante los ataques de ayer
para buscar identificarlos.
“No descartamos que
haya más detenidos”, dijo el ministro de Seguridad, Guillermo Corro.
Antecedentes de
los detenidos
Si bien en un
primer momento hubo 63 personas detenidas, muchas de ellas fueron recuperando
la libertad porque habían sido demoradas a fin de verificar sus antecedentes.
Entre los detenidos
había un chico menor de edad que fue entregado a sus padres. También hay
integrantes de la agrupación HIJOS y de entidades gremiales, y entre los que
arrojaron piedras a la policía hay una persona con una gorra de la Corriente
Clasista y Combativa (CCC), agrupación que lidera el piquetero y diputado
nacional Juan Carlos Alderete, un aliado del kirchnerismo.
Desde el gobierno
de Jujuy, fuentes oficiales dejaron trascender que al menos 14 detenidos tenían
antecedentes por delitos comunes, como daños, amenazas, robo calificado,
desobediencia judicial, atentado, resistencia a la autoridad, tenencia de
estupefacientes, violación de domicilio y hasta abuso sexual.
Los que quedaron
presos en el penal de Alto Comedero están acusados de delitos graves, que van
desde daños y lesiones hasta el intento de ingreso a la Legislatura. Además,
por los daños cometidos contra tres autos, que fueron quemados, y los daños
contra ocho locales comerciales que fueron vandalizados, según precisaron los
funcionarios judiciales de la provincia.
El ministro de
Seguridad de la provincia, Guillermo Corro, dijo que los policías heridos son
53, aunque ninguno con lesiones de gravedad.
Habló de una
“violencia inusitada” y al igual que el jefe de policía sostuvo sobre los
detenidos que “no todos son de Jujuy”. Y agregó: “Vienen de otros lugares y
quieren trastocar la provincia, quieren ir en contra de la paz social. Me
recuerda los tiempos de Milagro Sala, con gomas quemadas y toda clase de
ataques”.
En tanto, a pesar
de que la Justicia Federal instruyó a la Gendarmería para que liberara las
rutas interrumpidas por grupos piqueteros, Corro indicó que continuaban los
retenes en ocho lugares, entre ellos, en La Quiaca, Purmamarca y Ledesma. |