Domingo 18 - Hay
una buena noticia para la economía de cara hacia la segunda mitad del año.
Avanza a paso firme la siembra de trigo y las proyecciones indican que en el
actual ciclo se cosecharían alrededor de 16,2 millones de toneladas, lo que
marcaría un crecimiento del 40% respecto al año anterior y redundaría en
exportaciones por más de USD 2.300 millones, es decir USD 1.000 millones
adicionales a lo conseguido en el ciclo pasado.
“Las
precipitaciones de la segunda mitad de mayo salvaron la siembra de la nueva
campaña triguera, y lo que pintaba inicialmente a ser una caída abrupta de área
entre campañas, ahora se proyecta que sea una baja cercana al 5%. Así, con una
proyección de siembra de 5,6 millones de hectáreas y una recuperación esperada
en los rindes, la estimación de producción se ubicaría en 16,2 millones de
toneladas. En tanto, las exportaciones podrían alcanzar 9,5 millones de
toneladas en la campaña 2023/24, un 120% por encima de la campaña previa. A
valores internacionales de hoy, estos 9,5 millones de toneladas en
exportaciones podrían representar USD 2.375 millones de dólares, una más que
importante recuperación del aporte del complejo a la balanza comercial de
nuestro país. De cumplirse, podríamos estar hablando de casi USD 1.000 millones
adicionales en exportaciones entre campañas, aunque aún USD 2.300 millones por
debajo de lo que dejó la 2021/22”, detallan desde la Bolsa de Comercio de
Rosario.
En tanto, la
entidad rosarina aclara: “Estas son, por supuesto, proyecciones; el
desenvolvimiento efectivo del comercio exterior dependerá de muchas cosas,
tales como la competitividad del grano argentino en los mercados
internacionales, las políticas de comercio exterior, las necesidades del
consumo interno, entre otras. Las malas perspectivas para la producción de
Australia en esta campaña, nuestro principal competidor del hemisferio sur,
podrían permitir a nuestro país ganar participación en países usualmente
atendidos por el gigante oceánico, tales como los países del Sudeste Asiático,
por lo que no se descarta que puedan mejorarse estos números. La demanda para
molinería se proyecta inicialmente en 6 millones de toneladas, guarismo que
puede crecer si se mantiene la buena dinámica que viene presentando el sector
molinero en la presente campaña”.
Otro dato clave a
tener en cuenta es que en términos productivos, a pesar de que las 16,2
millones de toneladas de cosecha representarían una recuperación del 40% en la
producción de trigo del país, luego de la fatídica cosecha 2022/23, marcaría
aun así la segunda menor producción triguera argentina en los últimos 8 años. Es decir, quitando la campaña pasada, esta
sería la menor producción de trigo para Argentina desde la cosecha 2015/16.
Esto se debe principalmente a que el área sembrada en el país sería la menor
desde la campaña 2017/18, y a que la proyección de rindes, con ciertas dudas
sobre el paquete tecnológico que se aplicará a los cultivos en una campaña más
que particular, se ubica por debajo de otros registros alcanzados por el país.
De cualquier manera
el posible mayor ingreso de divisas, que comenzarían a liquidarse a partir de
diciembre próximo, es una buena noticia para la economía local ávida de dólares
frescos. Además, articularía como puente necesario para la próxima cosecha de
soja, pero para eso todavía falta mucho.
En la actualidad el
ingreso de dólares del campo está virtualmente paralizado porque después de la
severa sequía la cosecha de soja cayó alrededor del 50% y si bien los
productores todavía tienen en su poder alrededor de 10 millones de toneladas no
se están concretando ventas en el mercado interno. |