Por Sofía Diamante - Con una inflación que mantiene un piso de 6%
mensual desde comienzo de año, la industria que refina la nafta y el gasoil
comenzó a presionar al Gobierno, a través de YPF, para que los precios de los
combustibles suban hoy más del 4% que fue acordado con el Ministerio de
Economía. De parte de las empresas argumentan que el Palacio de Hacienda no
cumplió con ninguna de las promesas que hizo para convencer a la industria de
mantener el tope de aumento en 4%. “Así no se puede seguir. Desde el Gobierno
se incumplieron varias cuestiones. En todas hay una explicación, pero la
situación es insostenible”, dijeron en el sector privado en reserva.
A fines del año pasado, el ministro de Economía, Sergio Massa, se
entusiasmó con bajar la inflación a menos de 4% para abril. Sin embargo, el
impacto de la sequía y la necesidad del Tesoro de recurrir a más emisión
monetaria para financiar el gasto ahogaron las ilusiones. La inflación mensual
llegó a un pico de 8,4% en abril y se mantuvo en 7,8% en mayo, casi el doble de
lo que habían acordado las secretarías de Energía y de Comercio con la
industria refinera.
Para paliar esta situación, en el Palacio de Hacienda les hicieron tres
promesas a las empresas, entre las que se encuentran YPF, Raízen (Shell), Axion
y Trafigura (Puma Energy). En primer lugar, que si mantenían el acuerdo iban a
tener prioridad para acceder a divisas al dólar oficial para pagar las
importaciones. En cambio, sucedió todo lo contrario: el equipo económico les
anunció a las empresas que deberán financiar sus importaciones con dólares
propios durante 90 días.
“El costo de conseguir financiamiento a 90 días es una tasa en dólares
de entre 10% y 13%. En la teoría esto se debería poder pasar al precio final
del consumidor, pero en la práctica, ni siquiera podemos trasladar la
devaluación mensual, porque no se puede aumentar más de 4% mensual. El Gobierno
quiere todo”, habían opinado en una de las empresas afectadas cuando se dispuso
la medida, el pasado 25 de mayo.
La segunda promesa era que se iba a bajar el impuesto a los
combustibles, para reducir la presión fiscal sobre el precio de las naftas.
“Massa se comprometió a tomar una decisión de reducir el impuesto a los
combustibles a cambio de que genere una mejora del precio relativo para las
compañías, pero eso tampoco se cumplió porque el Ministerio de Economía dice
que tiene que pasar por el Congreso, pero desde hace tiempo no sesiona”,
explicaron desde otra de las empresas.
La tercera promesa era reducir la tasa de devaluación del tipo de cambio
oficial, un componente clave para las empresas, ya que gran parte de sus costos
están fijados en dólares, como la compra del barril de petróleo. Sin embargo,
el Banco Central hizo todo lo contrario y aceleró la tasa arriba del 7%
mensual, para no perderle pisada a la inflación.
En los últimos seis meses, mientras los valores en surtidor aumentaron
en torno al 4%, la inflación mensual fue de 5,1% en diciembre, 6% en enero,
6,6% en febrero, 7,7% en marzo, 8,4% en abril y 7,8% en mayo. Es decir,
mientras que los precios de los combustibles aumentaron en promedio 30%, la
inflación acumulada en el mismo período fue 50%.
El atraso en la actualización de los valores también generó que se
mantuviera la brecha de precios con el resto de los países de la región. Por
caso, mientras el precio promedio del litro de la nafta súper en la ciudad de
Buenos Aires cuesta US$0,78 al tipo de cambio oficial ($244), en Paraguay vale
US$1,02; en Brasil, US$1,06; en Chile, US$1,58, y en Uruguay, US$1,80, según un
informe del sector.
“No funciona aumentar los precios 4% cuando los costos suben 8%. Los
márgenes de rentabilidad de las refinadoras son muy chicos. Si no se consigue
un aumento mayor va a afectar a Vaca Muerta”, dijeron en una de las empresas.
Actualmente, las refinadoras compran la mayoría del petróleo a los
productores argentinos a un valor de US$62 el barril, pero ese precio podría
caer a US$57 dado el atraso en los precios en la nafta y el gasoil. La
cotización internacional del Brent, que se toma de referencia en la Argentina,
cerró ayer a US$73.
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