Por Claudio
Zlotnik - ¿Es posible que la inflación vaya a
una desaceleración duradera, que revierta las expectativas negativas de los analistas económicos?
En las últimas dos semanas, distintas consultoras testearon que la suba de los
precios, en especial de los alimentos, viene moderándose, incluso contra las previsiones
de los propios funcionarios del equipo de Sergio Massa.
La consultora Eco
Go acaba de sacar un reporte semanal afirmando que la inflación de la
segunda semana de junio fue del 0,7%, que se compara con el 1,3% que había
subido en la segunda semana de mayo.
Con esta medición,
la compañía dirigida por Marina Dal Poggetto rebajó la estimación de inflación
para este mes. Ahora calcula que el IPC estará en el 7% en junio, medio
punto por debajo de la previsión de la semana previa.
En el caso de
los alimentos, la suba prevista para este mes está en el 7,3%. Por detrás
del 10% de los últimos meses (marzo y abril). Mañana miércoles, el Indec dará a
conocer la inflación de mayo.
"La poca
volatilidad que mostraron carnes, frutas y verduras, contribuyó en este
sentido y junto con los contados aumentos que se registraron en regulados,
traccionaron el indicador a la baja", apuntó Eco Go en su último reporte.
Los funcionarios
del equipo económico entienden que la actual dinámica podría mostrar
un enfriamiento aunque más no sea temporario.
Problemas con el abastecimiento
La incipiente
desaceleración de los precios se da en un marco de notorio
desabastecimiento de mercadería, en rubros clave. Incluso en alimentos.
Cualquier consumidor atento,
que haya ido en las últimas dos semanas a los supermercados y mayoristas, se
habrá encontrado con fuertes aumentos en aceites y en un inocultable
desabastecimiento de paquetes de azúcar.
Uno de los
ejecutivos de más trayectoria en el mercado del consumo masivo, gerente en
una compañía líder de la alimentación, lo resume de forma concreta: "La
reposición de mercadería viene muy rara".
En los hechos, eso
se plasma en que las empresas no reparten todo lo que le piden. Se guardan
stock. "Hay un inevitable juego financiero de los stocks, sobre todo con
los alimentos "secos", que son los que se pueden guardar en los
galpones porque tienen un vencimiento largo", aclara.
Lo concreto es que
a las grandes compañías no les conviene "tener demasiados pesos dando
vueltas en la calle", como suele decirse en la jerga. Los empresarios
prefieren retener la mercadería, vender lo justo y necesario para hacer frente
a los costos y a no perder "market share", pero hoy es más
importante el trabajo que hacen los gerentes financieros que los vendedores en
las empresas. |