El Gobierno, sin
poder de fuego para intervenir en el mercado cambiario: ¿habrá un dólar soja 4
antes de las PASO?
Tras la culminación
del dólar soja 3, el Banco Central (BCRA) rompió una racha compradora
de 21 días hábiles y volvió perder divisas en el mercado
cambiario oficial. Esto
preocupa porque las compras que hacía el Central en el MULC cubrían las ventas
en el mercado financiero para contener las cotizaciones y, por ende, la brecha.
Pese a que el dólar soja 3 finalmente aportó los u$s5.000
millones prometidos por las cerealeras, el BCRA pudo comprar sólo u$s1.400
millones en el mercado cambiario oficial, menos del 30% las liquidaciones del complejo sojero
mencionadas. Dicho porcentaje es mucho menor al alcanzado en la primera y la
segunda edición del dólar soja: 65% y 74%, respectivamente. Más aun, durante la
vigencia del dólar de exportación a $300 para el complejo sojero, el BCRA tuvo
que volver a intervenir para frenar la disparada de las cotizaciones financieras,
utilizando aproximadamente u$s1.000 millones de Reservas Internacionales netas
(RIN), por lo que prácticamente no acumuló divisas con la tercera edición del
"dólar soja".
Como sucedió al
término de la primera y la segunda edición del Programa de Incentivo
Exportador, las liquidaciones del complejo sojero tras la culminación del
beneficio se reducen al mínimo en los meses posteriores, afectando la
acumulación de reservas. De hecho, tras el dólar soja 1, el saldo de la
intervención del BCRA en el MULC fue negativo en u$s1.500 millones hasta la
instauración del dólar soja 2I a fines de 2022. Asimismo, tras la finalización
de la segunda edición, el Central acumuló ventas por u$s3.500 millones en los
primeros meses del año hasta que se implementó el "dólar soja 3" a
mediados de abril.
Los primeros días sin el tercer incentivo exportador para el
complejo sojero confirman la regla: la semana pasada el BCRA acumuló un
negativo (ventas netas) en el mercado cambiario (MULC) por
u$s230 millones, cifra que alcanza u$s270 millones si se suman pérdidas de
reservas por intervención en el mercado financiero.
Dólar soja 4:
¿llegará antes de las PASO?
Prácticamente sin
reservas internacionales y con un probable incremento de la dolarización de
activos por la cercanía de las PASO, no luce aconsejable transitar los próximos
dos meses perdiendo divisas en el mercado cambiario oficial por falta de
liquidación de soja dólares y en el financiero para contener la brecha.
Ahora bien, ¿podría
implementar el Ejecutivo un "dólar soja 4" antes de las
Primarias? ¿Qué diferencial de tipo de cambio habría que otorgarle al complejo
sojero para que liquiden un monto abultado de divisas? Queda claro que a poco
más de dos meses de las PASO, el incentivo para el exportador/productor tendría
que ser mayor al de ediciones anteriores e implementarse lo antes
posible para modificar la estrategia de sentarse sobre los stocks a la
espera de novedades electorales sobre los principales candidatos a asumir la
presidencia a fines de 2023.
Si bien es probable
que el Gobierno busque un nuevo mecanismo para incentivar la liquidación del
complejo sojero, sabe que este esquema viene presentando rendimientos
decrecientes. Por ello, su principal apuesta para tratar de morigerar la
creciente escasez de divisas sigue siendo destrabar todo el financiamiento
externo posible, intentando un complejo juego a tres bandas que involucra a
Estados Unidos, Brasil y China.
Queda claro que el
acercamiento a las autoridades norteamericanas es clave para construir apoyos en
el board del FMI, pero tensiona las relaciones con China. Un claro ejemplo, es
la puja geopolítica en torno al origen de la firma proveedora del espectro
radioeléctrico -conocido como 5G- en nuestro país.
Los límites del
apoyo de China para las reservas
Pese a que nuestro
país aún no concretó la licitación del 5G, la relación bilateral con China se
afianzó con la reciente visita del ministro de economía y el presidente del
BCRA al gigante asiático. Las autoridades argentinas destrabaron desembolsos de
algunos proyectos de envergadura (represas hidroeléctricas y obras de
saneamiento de agua) y renovaron el swap con China por más
de u$s18.000 millones,
ampliando el uso de libre disponibilidad de dicho instrumento de u$s5.000 a
u$s10.000 millones.
En la práctica, el
swap se utiliza para el comercio bilateral limitando su uso al "crédito
comercial" para empresas chinas que exportan a nuestro país. De todas
formas, esta es una buena noticia para las arcas del BCRA porque reduce mes a
mes las divisas necesarias para pagar importaciones de dicho país. Pero no
otorga un mayor poder de fuego instantáneo para intervenir en el mercado
cambiario.
Asimismo,
aprovechando el triunfo de Lula Da Silva en Brasil y la mayor afinidad con el
Presidente Alberto Fernández, las autoridades argentinas pidieron al gigante
del Mercosur que el Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES) pre-financie a las
empresas de dicho país que exportan a la Argentina, a riesgo de perder el
mercado local frente a proveedores chinos que cuentan con el apoyo del Banco
Popular de China (a través del swap). La respuesta fue pedirle al banco de los
BRICS que dirige Dilma Rousseff garantías para poder otorgar dichos créditos,
pero para que esto suceda primero debe modificarse el estatuto de dicha
institución para que pueda otorgar financiamiento a países que no son miembros,
lo cual recién se va a plantear en una reunión en agosto, después de las PASO.
Expectativa por
los dólares del FMI
Pareciera entonces
que la última carta que le queda por jugar al ministro de Economía, Sergio
Massa, es la del adelanto de los desembolsos del FMI de septiembre y
diciembre de 2023 por u$s3.500 millones cada uno.
El Fondo va reformular metas del año por el fuerte shock de
la sequía y/o emitir los waivers necesarios para que se concrete el desembolso
de junio por u$s4.200 millones. Además, es probable que "adelante" los restantes u$s7.000 millones con
la condición de que dichos montos se apliquen al repago de la deuda con el FMI.
Las autoridades argentinas están tratando de que parte de dichos fondos puedan
usarse en el mercado cambiario, lo cual dilata las negociaciones pues no es
sencillo de digerir en el board.
Por último, pero no
por ello menos relevante, la política potencia la incertidumbre sobre el
porvenir económico por las crecientes internas y la pérdida de gravitación de
las opciones menos radicalizadas (palomas) dentro de las dos principales
coaliciones, y el crecimiento de un candidato presidencial antisistema que lo
posiciona a las puertas del balotaje.
En este contexto
tan complicado, permítame el lector cerrar con una frase de un capítulo de Los
Simpson: "Nada puede malir sal" (quien quiera puede verlo -por
primera o enésima vez- en este link). |