Sábado 10 - Por Mariano Spezzapria - El ministro de Economía, Sergio Massa, dejó trascender ayer su “cansancio” y “hartazgo” con los funcionarios del Gobierno que impulsan una competencia en las PASO. La mensajera fue la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, que no descartó que su jefe político deje el gabinete tras el cierre de listas el 24 de junio. La advertencia del tigrense, que hoy será el principal orador en un congreso del Frente Renovador, retumbó en el entorno del presidente Alberto Fernández, que apoya la precandidatura de Daniel Scioli de cara a las elecciones primarias del 13 de agosto.
Sergio Massa jugó fuerte en la interna del Frente de Todos. Las palabras de Cecilia Moreau, quien lo describió con un “nivel de hartazgo importante” e incluso advirtió sobre una posible “reconfiguración política del Gobierno”, no fueron espontáneas. La presidenta de la Cámara de Diputados estuvo reunida esta semana con el ministro de Economía y percibió de primera mano el estado de ánimo de su jefe político. “Ella no dijo una palabra de más”, aseguraron fuentes partidarias consultadas por la nación.
Moreau no descartó, incluso, la posibilidad de que Massa deje el Ministerio de Economía tras el cierre de listas del 24 de junio y la renegociación con el Fondo Monetario Internacional, que recién lo llevaría en forma presencial a Washington en la última semana del mes. “Yo no lo descarto y tampoco lo quiero afirmar. Es difícil con una economía con las dificultades que tiene. Se sabe que todos los días es remar para arriba en dulce de leche y lo está llevando bien”, definió la diputada massista.
Por eso, poco importó que tras las declaraciones de la titular de la Cámara baja los funcionarios del Ministerio de Economía recibieran un mensaje interno exhortándolos a “seguir trabajando” ya “no hablar de política”, en lo que a priori fue interpretado como una desmentida de Massa a su discípula política. Pero esa lectura fue apresurada: no hubo, ni habrá, una rectificación del jefe renovador, que parece dispuesto a tensionar la interna con el presidente Alberto Fernández y “su candidato” Daniel Scioli.
La escenificación del malestar massista con Fernández, Scioli y un grupo de funcionarios que persisten en competir en las PASO del 13 de agosto por las candidaturas del Frente de Todos volverá a expresarse este sábado en Tortuguitas, en el norte del Gran Buenos Aires, donde sesionará el congreso del Frente Renovador, el partido que fundó Massa en 2013 cuando derrotó al kirchnerismo en las elecciones legislativas. Diez años después, exhibirá el apoyo de figuras de ese espacio a través de videos que pasarán en el congreso.
La tesis política que plantea Massa al interior de la cooperación gobernante es que, de habilitar la competencia en las PASO, los postulantes del oficialismo correrán el riesgo de “salir cuartos” detrás de Javier Milei, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, los tres precandidatos presidenciales mejor posicionados en las encuestas hasta el momento. Se trata del escenario que, para el ministro de Economía, se cristalizará en una primaria entre Scioli y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, delfín de Cristina Kirchner.
Ese es el contexto
en el que Massa considera inviables las PASO para el oficialismo. Una derrota
abultada en las urnas provocaría un “efecto Macri”, advierten los dirigentes
que acompañan al tigrense, apelando a la amarga experiencia del expresidente en
agosto de 2019. Traducción: debilitaría al Gobierno de manera tal que ya no
estará en condiciones de controlar la economía, justamente el papel que decidió
cumplir Massa desde junio de 2022, tras la renuncia de Martín Guzmán y el fugaz
interinato de Silvina Batakis.
De ahí que la
advertencia de Cecilia Moreau sobre la posibilidad de que se “reconfigure el
Gobierno” sonó bastante parecida a un aviso de que Massa podría salir del
gabinete en caso de que Fernández, Scioli, Agustín Rossi, Santiago Cafiero y
Victoria Tolosa Paz no se terminen de convencer de que la fragmentación de la
oferta electoral del
Frente de Todos
hará las veces de un búmeran que regresará a modo de desgobierno económico
sobre ellos mismos. Por eso Moreau habló de la “incomprensión” del
“albertismo”.
“Creo que es
posible que haya una reconfiguración política del Gobierno. Lo veo a Sergio muy
cansado de tanta presión, de tanto esfuerzo y de la incomprensión que hay por
parte de algunos dirigentes de nuestro espacio político”, lanzó la presidenta
de la Cámara baja e hija del histórico Leopoldo Moreau. La oriunda de San
Isidro recibió en su despacho a Massa tras la reunión que el ministro tuvo con
el presidente Fernández el miércoles en la Casa Rosada. No improvisó sus
declaraciones.
Tampoco lo hizo
cuando describió el cuadro interno del Frente de Todos. “Si tenés a todos los
gobernadores e intendentes que junto a Cristina Kirchner y Massa constituyen el
90% de la representación territorial y política de nuestro espacio político;
tenés los movimientos sociales con el mismo planteo de que no había que ir a
las PASO; a las centrales sindicales diciendo ‘las PASO son una locura”, y
tenés a tres o cuatro muchachos diciendo ‘vamos a las PASO igual’, la verdad es
que algo no se está entendiendo”, sostuvo Moreau. Pero Scioli apuntala su
armado con colaboraciones inestimables, como la de Hugo Moyano. Ayer estuvieron
reunidos y el jefe histórico de los camioneros le ofreció la estructura del
Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo, que fundó paradójicamente en
2013, el mismo año que Massa lanzó el Frente Renovador. También barajaron el
nombre de un posible candidato a jefe de gobierno porteño, que, de concretarse,
hará ruido político. En la misma sintonía se mueve el partido Parte, que
encabeza el albertista Claudio Ferreño. La presencia de Scioli como un
escollo para evitar la consagración de un candidato único en el oficialismo
fastidia a Massa, que no tiene buena química con el exmotonauta. Así se
entiende parte del “hartazgo” que describió Cecilia Moreau en sus
declaraciones.● |