Luego del pacto que
cerraron Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich para avalar la
incorporación del diputado José Luis Espert a Juntos por el Cambio, se cayeron
las tratativas para sumar al gobernador peronista Juan Schiaretti, que habían
generado un fuerte enfrentamiento interno en la coalición.
El acuerdo que
tejieron en secreto Larreta y Gerardo Morales con Schiaretti se cayó, sobre
todo, por la insistencia del mandatario cordobés en construir un “frente de
frentes”, lo que implicaría armar una nueva alianza. Larreta evitó avanzar ante
el riesgo de una ruptura de Juntos por el Cambio.
En el oficialismo,
mientras tanto, los gobernadores peronistas quieren reunirse con el presidente
Alberto Fernández para torcer su resistencia a suspender la competencia interna
y convencerlo de que acepte un candidato único, como quieren Cristina Kirchner
y Sergio Massa.
Juntos por el
Cambio se enfrenta a sus horas más difíciles. Cuando restan cinco días para el
cierre de alianzas electorales, el principal conglomerado opositor busca enviar
señales de distensión y disipar el riesgo de ruptura con vistas a los próximos
comicios. Los jefes del espacio saben que se asoman al abismo si no redoblan
los esfuerzos para limar las diferencias y evitar una fractura formal. Ayer,
tras el pacto que cerraron Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich para
avalar la incorporación de José Luis Espert, se trabaron las tratativas para
sumar al gobernador peronista Juan Schiaretti.
El acuerdo que
tejieron en secreto Larreta y Morales con Schiaretti se cayó, sobre todo, por
la insistencia del mandatario cordobés en construir un “frente de frentes”, lo
que implicaría inscribir de manera formal a su partido dentro del conglomerado
opositor o armar una nueva alianza. Si bien mantiene en pie su idea de ampliar
la base de sustentación de la fuerza con los ingresos de sectores del PJ no
kirchnerista, Larreta no está dispuesto a forzar la situación ni allanar el
camino para una ruptura de Juntos por el Cambio, aunque aún contempla distintas
alternativas para integrar al gobernador peronista.
La cercanía de las
elecciones en Córdoba –se vota el 25 de junio, horas después del cierre de
listas nacionales– complicó aún más las chances de encontrar una ingeniería que
permita llevar a la práctica el plan de confluir antes del próximo miércoles,
cuando termina el plazo para inscribir las alianzas.
En el larretismo
estiman que impulsar un replanteo de la configuración de la coalición a esta
altura –en un espacio sin un liderazgo claro– podría implicar un costo
excesivo.
“La unidad está
garantizada y sellada, porque es la única manera de sacar a este país
adelante”, remarcó ayer Larreta tras una recorrida por Mendoza, donde se mostró
con el radical Alfredo Cornejo en la antesala de las elecciones primarias en
esa provincia del próximo domingo.
Allí, a Cornejo lo
desafía Omar de Marchi, exarmador de Larreta.
Después de que
reforzara la presión para que Bullrich aceptara la inclusión de Espert, una
propuesta apalancada por Larreta y que fue resistida por Mauricio Macri, el
jefe porteño levantó el pie del acelerador y puso en pausa el pacto con
Schiaretti para evitar un mayor desgaste. Es que Bullrich y Macri lo acusaron
de poner en crisis a Juntos por el Cambio y promover una ruptura con esa
jugada.
Por eso, no quiere
pagar un costo excesivo después de que lograra desbloquear el asunto de Espert
(ver aparte).
En el entorno de
Larreta insisten en que la postergación del debate sobre un acuerdo con
Schiaretti, ya sea para compartir el frente o arrimarlo a su tropa para
incluirlo en una eventual gabinete, no implica un retroceso. Lo mismo dicen en
la CC y la fuerza de Pichetto. El tema podría reflotarse después de las
elecciones en Córdoba. El enérgico repudio de Luis Juez, retador de Martín
Llaryora, delfín de Schiaretti en Córdoba, y las duras críticas que le
dedicaron Rodrigo de Loredo o la UCR local a la jugada de Larreta y Morales los
obligó a recalcular. “El límite es la ruptura. Ya quedó plantado el tema, no se
puede tensar tanto la cuerda”, remarcan en el comando de campaña de Larreta.
El sector de
Morales y Martín Lousteau planea llevar la discusión a la Convención Nacional
de la UCR en Parque Norte. Allegados al jefe del radicalismo y el senador
insisten en que la coalición opositora debe ampliarse para enfrentar al
kirchnerismo y Javier Milei en los próximos comicios y darle gobernabilidad a
una eventual administración de Juntos por el Cambio en caso de un triunfo en
las urnas.
Por esa razón, si
consiguen el aval de los convencionales a la propuesta para ensanchar al bloque
opositor, planean hacer un último intento para presionar a Macri y Bullrich y
forzar un entendimiento con Schiaretti. Es una carrera contra reloj, ya que
después de la convención quedarán apenas 48 horas para el cierre de alianzas.
En la tropa de
Schiaretti admiten que se enfriaron las tratativas. Si bien habían avanzado con
la discusión de un acuerdo programático con Larreta y Morales con propuestas
para sortear la crisis económica, entienden que el jefe porteño no logrará
destrabar el rechazo del ala dura de Pro a conformar un “frente de frentes”. A
su vez, visualizan que la convención nacional de la UCR comprometió los tiempos
de Morales. Schiaretti insiste en que promueve la construcción de una nueva
alianza política que apueste a la reconciliación y lograr un gobierno de
coalición transversal. Dicho de otro modo: no se afiliará a Pro para ser
candidato. Quiere inscribir su espacio en un nuevo frente e integrar listas con
alfiles propios. Por esa razón, se evaluó cambiar el nombre de Juntos por el
Cambio. “Haremos nuestro frente y Schiaretti será candidato. Ellos nos vinieron
a buscar”, sostienen en el búnker del gobernador de Córdoba.
En las filas del
larretismo evalúan otros mecanismos para seducir al “gringo”. Está claro que
les interesa el aporte que les puede dar el peronismo no kirchnerista en
Córdoba, donde Larreta corre desde atrás a Bullrich, y en un eventual gobierno.
Piensan en los legisladores nacionales que controla el “gringo” y el volumen
político que le daría a la escudería larretista.
El desembarco de
Espert ayudó a descomprimir la situación temporalmente. De hecho, los jefes
partidarios de la mesa de conducción de Juntos por el Cambio se alistaban
anoche para presentarlo de manera formal durante una conferencia de prensa
prevista para esta mañana. Allí estarán Morales (UCR), Maximiliano Ferraro
(CC), Federico Angelini (Pro) y Pichetto (Encuentro Republicano Federal).
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