Por Maia
Jastreblansky - Trece gobernadores oficialistas se reunieron ayer en la ciudad
de Buenos Aires y resolvieron exigir una fórmula presidencial única, que frene
la competencia interna en el Frente de Todos.
El pronunciamiento
tuvo carácter “imperativo”, según remarcó el gobernador de Chaco, Jorge
Capitanich,
que ofició de
portavoz del encuentro.
La idea de evitar
las PASO también es defendida por el ministro de Economía, Sergio Massa.
Sin embargo, la
postura de los gobernadores peronistas desafía la estrategia del presidente
Alberto Fernández, quien promueve unas
PASO en el
oficialismo para enfrentar al postulante que designe la vicepresidenta Cristina
Kirchner.
Cuando falta una
semana para el cierre de alianzas, los gobernadores peronistas también dieron a
entender ayer que esperan tener representación en la fórmula presidencial.
“Exigimos la
construcción de una lista de unidad con integración federal”. Trece
gobernadores oficialistas se reunieron ayer en el Consejo Federal de
Inversiones (CFI), su “sala de reuniones” porteña, para hacer valer su peso
territorial y hacer oír su voz de cara a las definiciones electorales del Frente
de Todos. Los mandatarios del interior resolvieron exigir una fórmula
presidencial de consenso, que eche por tierra la estrategia de PASO que es la
que, hasta ahora, viene decantándose por peso propio. Lo manifestaron con
carácter “imperativo”, según manifestó el gobernador de Chaco, Jorge
Capitanich, que ofició de portavoz del encuentro.
Cuando falta una
semana para el cierre de alianzas, y sin que el Frente de Todos resuelva aún su
oferta de candidatos, los mandatarios provinciales deliberaron hoy durante casi
tres horas y llegaron a una postura común para tallar en el armado nacional.
Además de reclamar un candidato presidencial de consenso, también dieron a
entender que esperan tener representación en la fórmula.
El chaqueño detalló
que los gobernadores conformarán una “comisión de acción política” para
transmitir su postura a los distintos actores del oficialismo. En particular,
manifestaron su intención de dialogar con Cristina Kirchner, Alberto Fernández
y Sergio Massa. “Va a haber muchas reuniones entre hoy y el viernes”, deslizó.
En esa “comisión”
estarían Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Gustavo
Melella (Tierra del Fuego) –que ya pasaron por sus elecciones provinciales–,
además de Gildo Insfrán (Formosa), que es el presidente del Congreso Nacional
del Partido Justicialista y que tiene formalmente la lapicera para inscribir la
alianza del Frente de Todos la semana próxima.
El documento
conjunto lleva la firma, además, de Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Oscar
Herrera Ahuad (Misiones) Sergio Uñac (San Juan), Raúl Jalil (Catamarca),
Gustavo Bordet (Entre Ríos), Mariano Arcioni (Chubut), Alicia Kirchner (Santa
Cruz) y Axel Kicillof (Buenos Aires).
La participación de
estos últimos dos mandatarios es significativa, porque difícilmente tomen una
definición de este tipo a espaldas de Cristina Kirchner. Nadie duda de que la
vice siempre estuvo muy al tanto de lo que ocurría en el séptimo piso de la
sede del CFI, en San Martín al 800.
El pronunciamiento
de los gobernadores es una buena noticia para Massa –que comenzó a jugar a
fondo por una candidatura única– y un revés para el Presidente, principal
promotor de las PASO. También para Daniel Scioli, que viene asegurando que
nadie lo va a bajar de la contienda presidencial. “No hemos hecho referencia a
ningún nombre propio, o sea que el juego está abierto”, dijo Capitanich.
Los mandatarios
llegaron pasado el mediodía y deliberaron por casi tres horas. Tres
gobernadores oficialistas, en tanto, no viajaron al cónclave: el salteño
Gustavo Sáenz (cercano a Massa), el santafesino Omar Perotti (se excusó por el
evento de AgroActiva en su provincia) y el tucumano Juan Manzur (el domingo
finalmente se vota en su provincia).
Según pudo
reconstruir la nacion en la previa, todos los gobernadores coincidían en la
necesidad de pedir un ordenamiento del espacio oficialista que sintonice con la
coyuntura de crisis económica y no sume complicaciones a los comicios en las
provincias. Pero varios de ellos querían hacer un pronunciamiento más a fondo y
reclamar que el peronismo lleve una fórmula de unidad, la postura que
finalmente se impuso.
Muy plantado en la
idea de pedir una fórmula de unidad estaba Gerardo Zamora. Quienes hablaron con
él en las últimas horas lo escucharon decir que “ir una interna en el Gobierno
sería una locura”. Pero no era el único que pensaba así. “La mayoría quiere un
candidato de consenso”, se sinceró el colaborador de un mandatario patagónico
cuando estaban llegando los gobernadores.
Hay otros
gobernadores, no obstante, que tenían posturas más blandas. Si bien nadie
clamaba por unas PASO, estaban más permeables a que hubiera varios candidatos
en la categoría presidente y descontaban que un escenario de interna era
inevitable. Sí creían que, de haber unas PASO, tienen que ser ordenadas y sin
un nivel de belicosidad que impacte en la gestión económica.
Cerca de Kicillof
deslizaban: “Siempre es mejor un candidato de consenso, pero si hay que ir a
las PASO porque no hubo instancia de acuerdo, no hay inconveniente”. Eso cambió
en estas horas, porque ayer el bonaerense firmó el documento que pide, sin
matices, una fórmula única en el peronismo. Kicillof sigue siendo una opción en
danza como salida de último minuto para la vice, si observa que la alternativa
de Eduardo “Wado” de Pedro no llega a repuntar en las encuestas.
Capitanich señaló:
“Somos respetuosos de todas las posiciones, pero creemos que el impacto de
múltiples candidaturas perjudica la representación legislativa”. Además, dijo
que los mandatarios coinciden en que la fórmula tiene que tener representación
de las provincias del interior.ß |