Las importaciones
se aceleraron en mayo y rondaron los USD 7.000 millones a pesar de la escasez
de divisas
En el Gobierno
aseguran que casi el 90% de las importaciones de mayo se pagó con acceso a
dólares a precio oficial y el resto fue por créditos comerciales. EFE
Por Mariano
Boettner - Las importaciones repuntaron en mayo tras varios meses de
retracción en medio de la escasez de divisas y rondaron los USD 7.000
millones, lo que representaría el número más alto desde agosto del año pasado
aunque todavía por debajo en la comparación interanual, según pudo
saber Infobae en base a fuentes oficiales. Un 13% de esas
compras al exterior fueron pagadas, estimaron, con crédito comercial, y el
resto con acceso a divisas a precio oficial.
Desde agosto pasado
la administración del comercio exterior, junto con un ritmo menor de
importaciones a medida que las compras de energía al exterior fueron amainando
con el correr de los meses, el monto de importaciones se mantuvo en un rango
de entre USD 5.000 y USD 6.000 millones entre septiembre y febrero.
Ya en marzo las importaciones habían empezado a mostrar una recuperación (USD
6.700 millones).
Y en abril habrían
vuelto a repuntar hasta la zona de los USD 7.000 millones. Los datos finales
del Indec serán dados a conocer dentro de dos semanas. Según estimaron en
despachos oficiales hubo acceso al mercado de cambio por unos USD 5.900
millones, lo que representó así un financiamiento de esas importaciones cercano
al 13 por ciento.
Así, según los
primeros números preliminares, en el acumulado de 2023 se registraron
importaciones por un valor estimado en USD 28.900 millones. De ese total,
unos USD 25.300 millones, calcularon, fueron pagados a través del acceso a
mercado de cambios, mientras la deuda comercial cubrió los restantes USD 3.600
millones. De acuerdo a fuentes oficiales, la mayor parte de ese financiamiento
proviene de operaciones intra empresas.
El Gobierno
administra las escasas divisas del Banco Central para intervenir en el mercado
cambiario y para pagar importaciones
En el sector
privado alertaron, en las últimas semanas, el crecimiento de los pasivos
comerciales de las empresas para pagar importaciones ante la caída de reservas.
En los despachos oficiales se defienden y aseguran que el nivel de deuda
comercial se mantiene por debajo de los máximos alcanzados en 2019, cuando
representaban más del 40% de las importaciones. “Esto permite mantener el
crecimiento de la economía pese a la caída de exportaciones que provocó la
sequía histórica que afectó a la producción agropecuaria”, se defendieron.
Según el registro
histórico, el pico de deuda comercial, es decir de importaciones que se pagaron
con el financiamiento que hayan conseguido las empresas, se alcanzó en 2020,
cuando llegó al 58 por ciento. A medida que la pandemia fue cediendo y el
ritmo del comercio internacional repuntó, el ratio de la deuda comercial sobre
la cantidad importada de manera mensual había bajado hasta 34% a
mitad del año pasado.
El
financiamiento intra empresa aparece según los datos del Banco
Central como la principal alternativa para el pago de las importaciones que no
se abonan con acceso a dólar a precio oficial. Por esta vía el stock de deuda
comercial llegó a ser de USD 16.612 millones a fin del año pasado.
Los pasivos con el resto de los acreedores totalizó una posición de USD 14.330
millones.
A nivel sectorial,
la deuda por importaciones de bienes estaba concentrada mayormente concentrada
en las empresas del rubro “Comercio al por mayor”, con un total de USD
6.697 millones (el 23% del total de esta deuda). Más atrás
quedaron “Fabricación de vehículos automotores” con una deuda de USD
3.963 millones y completó el podio “Fabricación de sustancias y productos
químicos” con totalizó USD 2.441 millones.
Este año, según
estimaciones privadas y públicas, la caída de las exportaciones como
consecuencia de la sequía rondaría los USD 19.500 millones. Para 2024,
proyecciones del Banco Central hablan de una balanza
comercial superavitaria en un rango de entre USD 14.000 millones
y USD 16.800 millones, que implicaría un empuje al nivel de actividad
equivalente al 2% del PBI.
Las importaciones
habrían rondado los USD 7.000 millones en mayo
Respecto a lo que
resta del año, la consultora Ecolatina aseveró que el impacto en las
exportaciones rondará los USD 20.000 millones. “La aguda escasez de
divisas agudizará la caída de los volúmenes importados no-energéticos en los
próximos meses, limitando la expansión potencial del mercado interno producto
de un menor abastecimiento de insumos y bienes finales”, mencionó.
En ese listado de
posibles medidas, especuló: ampliar y extender los desdoblamientos sectoriales
ad-hoc (devaluaciones parciales), tanto para las exportaciones como para las
importaciones; obtener recursos adicionales a través de la cuenta financiera;
negociar con el FMI para flexibilizar la meta de reservas, adelantar
desembolsos y/o reducir el monto de los pagos; postergar el pago de
importaciones e importar más porotos de soja para mejorar las exportaciones
netas del sector.
Un informe reciente
de la consultora Abeceb hizo una estimación similar a la que recorre los
despachos oficiales. “La mejora de la balanza comercial energética se
consolidaría aún más a partir de 2024 de la mano del pleno funcionamiento
del gasoducto Néstor Kirchner y que habilitará la sustitución de gas
importado por producción local”, mencionó.
En ese sentido, la
reversión del impacto de la sequía -que implicaría un incremento en la
comparación anual de USD 15.000 millones de exportaciones
agropecuarias- “se le sumará en 2024 un mayor aporte de divisas del sector
energético, que podría mostrar ya una balanza comercial superavitaria,
contribuyendo así a relajar la histórica restricción externa de la Argentina”,
concluyó Abeceb. |