Por Laura Serra - La
relación con los gobernadores es una de tareas intrínsecas de todo ministro del
Interior. Como representante de Cristina Kirchner en el interior del país,
Eduardo de Pedro supo cultivar con habilidad estos vínculos hasta forjar un
grupo de mandatarios peronistas afines que hoy aclaman su candidatura
presidencial. Son los mismos que, en los últimos dos años, fueron gratificados
con partidas de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que administra la cartera que
conduce De Pedro.
Si bien los ATN se
concibieron para atender situaciones de emergencia o de desequilibrio
financiero de las provincias, lo cierto es que desde la década de los 90 los
sucesivos gobiernos utilizaron esta caja millonaria para el reparto de recursos
entre provincias amigas. La gestión de Alberto Fernández no es la excepción.
Con la peculiaridad de que su ministro del Interior aspira a competir como
candidato presidencial: qué mejor soporte para tejer alianzas en el interior
que la caja de los ATN, que este año tiene una asignación presupuestaria de
$54.195 millones.
En rigor, esta caja
podría hasta triplicarse este año. Según estimó el Instituto Argentino de
Análisis Fiscal (Iaraf), que dirige Nadin Argañaraz, en los primeros cuatro
meses de 2023 el Fondo de ATN, que se nutre del 1% de la masa neta de recursos
coparticipables, acumuló durante el primer cuatrimestre del año la friolera de
$50.637 millones. Esto se explica por el impacto que tuvo la suba de la
inflación sobre la recaudación de los impuestos coparticipables.
Así, en apenas
cuatro meses, el Fondo de ATN está por superar la partida que se había
calculado para todo 2023 en un presupuesto con una inflación de 60%,
ampliamente superada a esta altura del ejercicio.
¿Qué sucederá con
los ATN excedentes? Sobre esos recursos “en negro” no tiene injerencia el
Ministerio del Interior, aclararon a fuentes de la cartera. Cada vez que hay
saldos excedentes, explican, se los gira al Tesoro al final del ejercicio en
forma de préstamo. Luego el Tesoro se lo devuelve. En suma, estos recursos
multimillonarios que no se reparten ingresan en un limbo del que no hay rastro
ni control.
Las provincias
favorecidas
La discrecionalidad
y la falta de transparencia han sido la marca en el reparto de los ATN entre
las provincias. Según datos del último informe del jefe de Gabinete al
Congreso, el año pasado encabezaron el ranking Buenos Aires ($5798 millones),
La Rioja ($3667 millones), Santiago del Estero ($2071 millones) y Chaco ($1886
millones). En lo que va de este año el lote oficialista de provincias
favorecidas es el mismo.
Casualidad (o no),
los gobernadores de estas provincias son los principales promotores de la
candidatura presidencial de De Pedro.
“Tiene todas las
condiciones porque conoce la idiosincrasia de cada pueblo de la Argentina”,
exaltó la semana pasada el riojano Ricardo Quintela, el primero en expresar
públicamente su respaldo. De Pedro viajó en varias ocasiones a la provincia
para inaugurar obras con el mandatario, quien hace tres semanas logró ser
reelegido en su cargo con el 50% de los votos. Acto seguido el riojano, que no
da puntada sin hilo, le mandó una nota al ministro solicitándole una
“asistencia financiera extraordinaria” por $300 millones.
También Gerardo
Zamora, el mandamás de Santiago del Estero, sigue de cerca los pasos de De
Pedro; de hecho, su esposa, Claudia Ledesma Abdala, actual presidenta
provisional del Senado y de estrecha relación con Cristina Kirchner, suena como
posible compañera de fórmula del ministro si efectivamente este recibe la
bendición de la vicepresidenta. Esto todavía está por verse.
Mientras tanto, De
Pedro no se queda quieto y multiplica actos y reuniones de gestión en el
corazón electoral del país, Buenos Aires. La cuna del poderío electoral
kirchnerista no solo es la más beneficiada con los ATN de Interior, sino
también con las transferencias discrecionales que le gira el ministro de
Economía, Sergio Massa, desde el Tesoro nacional: según la consultora Aerarium,
al primer trimestre de este año esas transferencias se incrementaron un 82% real
(es decir, por encima de la inflación).
Axel Kicillof es el
primer interesado en apuntalar la postulación de De Pedro con tal de sacarse el
sayo de la candidatura presidencial que un sector del kirchnerismo insiste en
colocarle. Su deseo es competir por la reelección bonaerense. Otro aliado de De
Pedro es el chaqueño Jorge “Coqui” Capitanich, con quien se mostró sonriente en
su provincia en vísperas de las elecciones locales.
Atento al
calendario electoral, el jefe de la cartera política combina su raid
proselitista con un generoso reparto de fondos de ATN. Con una particularidad:
de los $10.045 millones que se ejecutaron en lo que va de este año, casi la
mitad ($4303 millones) se destinaron a Buenos Aires.
Otra parte se
repartió entre los distritos donde el peronismo ya ganó.
Otra vez La Rioja
se llevó una buena tajada ($567 millones), al igual que Salta y La Pampa, donde
los peronistas Gustavo Sáenz y Sergio Ziliotto obtuvieron la reelección. Hacia
allí se giraron $362 y $300 millones, respectivamente.
Por el contrario,
este año la caja de los ATN no giró un solo peso a Jujuy, donde triunfó Carlos
Sadir, el delfín del gobernador radical Gerardo Morales. A Neuquén, bastión del
Movimiento Popular Neuquino –que cayó derrotado frente al disidente Rolando
Figueroa–, se giraron apenas $16 millones. Río Negro, donde gobierna Juntos
Somos Río Negro –aliado al oficialismo–, tuvo algo más de suerte y recibió $22
millones.
Más generoso, en
cambio, ha sido el reparto entre las provincias del norte, donde De Pedro tejió
fuertes vínculos. Santiago del Estero, Tucumán y Chaco recibieron en lo que va
de 2023 $700 millones, respectivamente. A Misiones, donde triunfó otro partido
aliado al gobierno –Frente Renovador para la Concordia– se le giraron $400
millones.
Tradición
discrecional
Según se observa
del último informe del jefe de Gabinete al Congreso, todos los giros de ATN que
se realizaron este año, como buena parte de los del año pasado, se destinaron a
atender “situaciones de emergencia” de los distritos. Sin embargo, si bien la
ley de coparticipación habilita al Ministerio del Interior a efectuar
transferencias de ATN por este motivo, no se explicita en el informe, pese a la
insistencia de los legisladores opositores, cuáles han sido aquellas
“situaciones de emergencia” que las ameritaron.
Esta
discrecionalidad y falta de transparencia en la asignación de los ATN no es
achacable solo al actual gobierno. De hecho, la Auditoría General de la Nación
(AGN) detectó serias inconsistencias en el reparto de estos fondos al analizar
la ejecución de la partida entre 2016 y 2018, es decir, durante el gobierno de
Mauricio Macri.
En efecto, en ese
trabajo los auditores advirtieron que no se encontraron las razones por las
cuales el Ministerio del Interior rechazó el pedido de fondos por parte de
algunas provincias o municipios. Esta misma deficiencia se registró en
controles anteriores realizados durante la gestión de los ATN durante los
gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner; en ellos la AGN reitera que en la
mayoría de los casos la cartera del Interior no identifica las situaciones de
desequilibrios financieros y/o de emergencias que motivaron los pedidos de
ATN.ß |