Por Nazarena Lomagno - “En política, no hay que mezclar los asuntos personales. Hay que
manejarse con frialdad". La frase de un funcionario
participante de la comitiva, fue concluyente respecto del resultado de la gira. La delegación confesó que efectivamente
había que apersonarse en China para cerrar determinados acuerdos.
Como resultado de
esa premisa estratégica, funcionarios argentinos residentes en el país
resaltaron que “Argentina logró llevarse un poco más de lo
que vino a buscar”, en medio de una relación bilateral auspiciosa, pero
aún deficitaria, visto desde la balanza comercial.
Sin embargo, el
próximo viaje será a Washington, Estados Unidos. El que espera del otro
lado, el FMI, no promete ser tan amable, pese
a que Massa mantenga ductos comunicativos. Mas tarde, en agosto, el Directorio de los BRICS
discutirá el ingreso de Argentina al banco del organismo, como un paso previo a
completar su solicitud de incorporación a la alianza, la cual se mantiene
obturada. Por eso, cerca del funcionario entienden esencial dirimir la interna
y generar certidumbre para afrontar con poder de fuego los diversos desafíos
que proponen las zigzagueantes agendas del exterior.
Tanto en Shanghái
como en Beijing, los anuncios se fueron consolidando a tono con el rally de
reuniones que la comitiva fue manteniendo diariamente. Aunque los ideólogos de los acuerdos hayan
sido el Ministro y su conjunto, quién los articuló fue Florencio, un traductor
de apenas treinta años y un hijo de seis meses. Se lo notaba cansado, pero se
reía cada vez que le enseñaban algún término grosero en español, o bien cuando
repetía ¡Viva Perón, carajo!
La delegación encaró
el viaje Buenos Aires satisfecha por los puentes tendidos. Incluso, cuenta el
entorno de Massa, se regocija por no haberse encontrado en la incomodidad de
que el Estado chino demande exigencias en las cuentas fiscales o alguna
contraprestación que debilite la actividad económica o, peor aún, el humor
social. Tampoco aparecieron reservas en torno a la disputa geopolítica. Al
contrario, un integrante primera línea del viaje argumentó que “China apuesta a
financiar la industria para avanzar en el desarrollo tecnológico, en cambio el
financiamiento estadounidense apuesta a la pata armamentística y a la deuda
condicionante.”
La lógica de los
funcionarios que ha visitado Massa, plantean desde la delegación, es la
siguiente: “Si los países en vías de desarrollo sufren el ataque colonizador
de Estados Unidos, articulado por las armas, el dólar y los organismos
multilaterales, entonces China quiere un camino de desarrollo.” Del
lado chino, Massa fue recibido por Wang Lingjun, miembro de la Administración
General de Aduanas, Yi Gang, gobernador del Banco Popular de China, Wang
Wentao, Ministro de Comercio, Li Chunlin, vicepresidente de la Comisión
Nacional de Desarrollo y Reformas, entre otros políticos y banqueros.
Sin embargo, hubo
un funcionario que efectivamente decidió hacer un punto aparte sobre el cómo.
Con el decoro que caracteriza a la diplomacia, la comitiva planteó que el
representante especial del gobierno chino para Asuntos Latinoamericanos, Qiu
Xiaoqi, se mostró especialmente interesado por la situación política regional y
local. “Fue una conversación profunda, picante, intensa. Son directos, decís
qué querés y te responden qué quieren”, contó el círculo massista.
Los entretelones de las negociaciones de Massa con China
Lo que Massa vivió
como un “profundo interrogatorio de dos horas”, se dividió en preguntas sobre
la situación macroeconómica, el crecimiento del sector de los minerales, la
transición del mandatario mexicano Lopez Obrador, el seguimiento de colombiano
Petro, y, claro está, las elecciones argentinas. En su respuesta, Massa
reconoció a la coalición opositora como rival político, y también mencionó el
crecimiento de la derecha. Como Cristina Fernandez de Kirchner, sin dar nombres
propios. Quizás porque no lo mencionó directamente, o porque no hizo alusión a
sus ojos claros, desde sus adentros aseguran que Qiu Xiaoqi nunca le preguntó
por Javier Milei y dudan que el gobierno Chino realmente lo conozca.
El entrelíneas de
la extensa conversación fue interpretado por la delegación a través de una pregunta:
“Che, y estos proyectos, con quién los sigo?” Es decir: para una comunidad de
inversores que proyecta a 60 años, la renegociación con el FMI o la entrada de
Argentina al BRICS, se necesita, de minima, “garantizar gobernabilidad” de aquí
al año entrante, y de máxima, sistematizar al Frente de Todos, responder
homogéneamente y generar certidumbre”. Así lo entiende la comitiva. La pregunta
está en sí la coalición podría o debiera adaptarse a la idea. Es sabido que el
massismo entiende la estrategia a través de un candidato único. “Puede ser el
perro Pluto o Mickey Mouse, no se trata de nombre, es la mirada colectiva”,
dicen en su entorno. También dicen que las posiciones antagónicas generarán más
explicaciones en los resultados de las elecciones que triunfos.
Bajo este panorama,
el 7 de junio habrá novedades. Funcionarios de primera línea aseguraron que los
Gobernadores impulsarán a través de un mensaje el llamado a una mesa de
decisión. Podría incluir el pedido de candidato único.
Qué puede pasar con el FMI
Pasada esa fecha,
que podría traer movimientos en el tablero, el staff técnico del Ministerio de
Economía viajará a Washington a “negociar la última milla.” No está confirmado
que Massa viaje, dependerá del estado de situación. Si puede, lo seguirá por Zoom.
Igualmente, aunque no vaya, ya dejó un mensaje claro a sus interlocutores: se
documenta la habilitación a la intervención en el mercado sobre el dólar, o no
se firma la renegociación del acuerdo. Desde su equipo económico aseguran que
la brecha cambiaria tiene impacto en los precios, y que así está comprobado
desde febrero en adelante. La jugada empresarial ya la saben: “se compra al
oficial, remarcan al blue, se dolarizan al contado con liqui”, repiten como un
versito. Cuando la brecha superó el 130%, Massa se comunicó con Cristina
Kirchner, le contó su decisión de violar esa cláusula prohibitiva del FMI y que
eliminarla será la próxima batalla. Ganarla podría implicar una baja en los
precios. De hecho, ya estiman que la inflación de mayo sería
menor a la de abril, como efecto de la intervención del BCRA sobre el dólar,
hecho que terminó por romper de facto el acuerdo vigente.
Las figuras del
Ministerio de Economía no quieren dejar ningún cabo suelto, la recta final
requiere de minuciosidades. Es que, de no llegar a un acuerdo, no solo
Argentina se vería vulnerada. El FMI pone especial atención en el caso
nacional. El default del país por u$s45 mil millones generaría la devaluación
del organismo en un 40%, sin contar el efecto dominó: si Argentina no paga,
Ucrania y Egipto tampoco lo harían por fijación de precedente. O sea, una
abrupta devaluación conjunta, el peor de los escenarios para el Fondo
Monetario. De todos modos, desde la comitiva buscan llevar tranquilidad
aclarando que las negociaciones están bien encaminadas y que ya se han logrado
avances.
Una eventual
ruptura de relación con Argentina significaría la excusa perfecta para correr
de su cargo a Kristalina Georgieva, la titular del FMI. La interna del
organismo se disputa contra el Tesoro de los Estados Unidos, el cual acusa a
Georgieva de haber demorado la entrega del desembolso a Ucrania en plena
guerra. A su vez, Georgieva se sostiene en su lugar a través del peso de las
autoridades europeas. La entidad multilateral, caracterizada por presionar a
los países en via de desarrollo, hoy mantiene la soga atada a su propio cuello.
La semana de
trabajo dejó como saldo un listado de inversiones por más de USD 3052 millones
destinados a redes de tendido eléctrico en el AMBA, avances en el Belgrano
Cargas y Ferrocarril Roca, las plantas potabilizadoras y cloacales de La
Ferrere y El Jagüel, y el parque solar Cauchari, ubicado en Jujuy. Sobre esto
último se encargó Cecilia Moreau de hacérselo saber al gobernador Gerardo
Morales, a quien le escribió: “a pesar de que nos puteaste, conseguimos la
plata”. “El Gobernador nos mandó un beso”, respondió un funcionario mientras se
reía.
La oportunidad de China a la Argentina
Además, la
comunidad empresarial china puso entres cejas al Gasoducto Nestor Kirchner y el
desarrollo energético. Por ejemplo, Power China, no solo presentó una oferta de
prefinanciamiento del segundo tramo por USD 1900 millones a través de un
crédito concesional, sino que también envió al vicepresidente de la entidad a
la argentina para presentar su propio proyecto de planta de licuefacción y gasoducto
dedicado. Mismo entusiasmo suscitó el litio, el mineral estrella responsable de
que empresas mineras chinas hayan acordado inversiones por USD 6 mil millones,
repartidas principalmente entre Jujuy y Salta.
A su vez, el
mercado agroexportador dijo “presente” acordando la apertura de mercados de
granos, frutas, y menudencias por u$s700 millones. Las inversiones se
instrumentaran en los principales bancos chinos, como Bank of China, China
Development Bank, China CITIC o Export-Import Bank of China.
En el ámbito de las
finanzas, el Banco Popular de China selló el acuerdo SWAP por u$s19 mil
millones por tres años más, entre los que se encuentran USD 10 mil millones de
libre disponibilidad, divididos en dos tramos. Fue la firma, encabezada por
Miguel Pesce, que vino a buscar Massa. Fuentes oficiales aclararon finalmente
que la condición de mantener el instrumento, no pasa por cumplir el acuerdo con
el FMI, sino por el desarrollo de las obras de infraestructura acordadas.
Además, se avanzó en el mecanismo de habilitación de yuanes como moneda de pago
para financiar inversiones. Ya con el pago habilitado para las importaciones,
terminaría de sistematizarse así el ciclo comercial y financiero entre ambos
países. La centralidad del anuncio se disputa entre enriquecer la relación
bilateral y disponer de financiamiento que la falta de dólares dificulta
obtener.
La conclusión de la
gira la compartió el Ministro de Economía el sábado, frente a cuarenta
empresarios chinos: “Los ciclos de dificultad están atados a la formación
de activos externos y los mecanismos de financiamiento de gasto público. Ahora,
tenemos una oportunidad como país.”
Argentina busca ser
el segundo exportador mundial de litio para 2030. Que China sea su principal socio comercial. También que un porcentaje
mayor de los 280 millones de chinos que recorren el mundo por turismo, elijan
el país como destino. De hecho, se acortará el trámite de visado de 90 a 15
días. Además, busca posicionarse como exportador agroindustrial y proyecta
autoabastecerse energéticamente por más de 100 años.
Por lo pronto,
todas estas metas se pusieron sobre la mesa el viernes por la noche, cuando
Massa cortó una videollamada prevista con Washington, se arremangó la camisa y
decidió hacer un asado en la Embajada para el círculo íntimo. Quiso recordarle
a Vaca Narvaja el buen comer argentino. Eso sí: pese a todo, aseguran que en
dos horas no se habló de política. “Estamos a 19.250 kilómetros de
Argentina, ya la semana que viene tendremos tiempo”, ironizaron los
comensales. |