Por Carlos
Arbia - Para el comienzo del segundo semestre de este año, o tal vez antes
el Ministerio de Economía, prepara una arriesgada y sorpresiva jugada
financiera. Se trata de un megacanje de la deuda en pesos para tratar de
refinanciar una gran parte de los todos vencimientos de esa deuda para
lograr extender esos plazos a partir del
2026.
De acuerdo a lo que
pudo saber iProfesional la intención del gobierno se basa en que esa
segunda parte del año vencen una gran cantidad de títulos de la Tesorería que
están en poder de la ANSES y otros organismos del estado y además
considera que la situación fiscal se puede agravar por el impacto negativo de
la sequía en los ingresos en particular en los derechos de exportación o
retenciones.
Los números del
ministerio de Economía muestran que en junio, el Tesoro enfrentará vencimientos
de deuda por unos 1,14 billones de pesos de los cuales un 78,4% está
en manos del sector privado y el resto en poder de el Fondo de Garantía y
Sustentabilidad (FGS) de la ANSES y otros organismos del sector público y la
próxima licitación será el 14 de junio.
En tanto que
el cronograma del segundo semestre es más exigente que el del primero
ya que en promedio vencen un total de unos 9 billones de pesos aproximadamente
1,3 billones de pesos por mes.
Lo que viene
El mes más
complicado del segundo semestre es julio en el que de acuerdo a los datos de
la Oficina de Crédito Público (OCP) vencen unos 3,5 billones por eso
se entiende el apuro del gobierno para tratar de efectivizar este nuevo canje
voluntario. Sería el cuarto desde que esta Sergio Massa está al frente del
ministerio de Economía.
Por ese motivo ayer
el secretario de Finanzas, Eduardo Setti, junto al subsecretario de
financiamiento, Leandro Toriano, tuvieron un encuentro con representantes
de bancos y fondos comunes de inversión, en el marco de las conversaciones que
viene llevando adelante el equipo económico con referentes del mercado para
negociar las condiciones previas a una nueva operación de canje voluntario de
activos en pesos.
"El ministerio
de Economía se encuentra analizando y trabajando en el lanzamiento de una
operación de conversión de activos de carácter voluntario para continuar con el
proceso de ordenamiento del perfil de vencimientos en pesos y obtener un alivio
financiero para el Tesoro" comentaron ayer a Iprofesional fuentes cercanas
al equipo económico.
Con respecto a la
evolución de la deuda en pesos hay que destacar que el martes pasado el Tesoro
en la segunda vuelta de la última licitación del mes obtuvo un
financiamiento adicional de 26.071 millones de pesos y con ello logró un
financiamiento positivo de unos 500.000 millones de pesos en el mes. Esto
implica una tasa de refinanciación de casi el 150 %.
Cómo fue la última licitación
El Gobierno en
esta última licitación consiguió unos 321.700 millones de pesos más
por encima de los vencimientos de 477.000 millones de pesos que vencían. Esa
suma significa el financiamiento neto más alto en una sola operación de
colocación de moneda local en lo que va del año.
Al respecto hay que
señalar que:
El Tesoro
consiguió $779.710 millones, superando los vencimientos totales desde la
anterior licitación que alcanzaban los $479.000 millones (84% sector
privado)
El Tesoro logró que
el 70% de las adjudicaciones fueran al sector privado y obtuvo 80% de lo
capturado en la licitación mediante las alternativas ajustables por CER.
El monto total que
el Tesoro capturó en el año fue de $1.5 billones. Esto implica
un financiamiento neto positivo de aproximadamente $499.300 millones en
mayo donde el 98,1% de lo capturado fue mediante instrumentos indexados,
superando el récord anterior de abril que se ubicó en 94,4%
Esta vez los CER
explicaron la mayor parte del componente indexado. De hecho, representaron el
79,8% del total obtenido, siendo el mayor componente mensual ajustado por
inflación en la administración de Alberto Fernández.
En mayo con
respecto de abril, el plazo promedio para los instrumentos ajustados por CER o
la inflación se extendió de 3,1 meses a 7,3 meses.
En cuanto a los
títulos vinculados al dólar, el plazo promedio ponderado fue de 14,5 meses.
Además, el plazo
promedio ponderado de colocación en mayo fue el mayor del año, así como
la tasa promedio ponderada fue la más baja del año.
Al igual que con
los instrumentos ajustados por CER, el plazo promedio ponderado del mes de mayo
fue el mayor del año, y la tasa promedio ponderada fue la más baja del año.
Esta licitación fue mejor que la anterior
Lo importante para
el Tesoro es que esta licitación fue mejor que la anterior la cual se
sostuvo a costa de una indexación prácticamente total de los instrumentos colocados.
Sin embargo,
el financiamiento real es mucho más bajo. Si excluimos mayo para
poder comparar datos a mes cerrado, el financiamiento neto que obtuvo el Tesoro
entre enero y abril de este año fue un 38% menor ajustado por inflación que el
de igual período del 2022. En la primera licitación de mayo se dieron dos
aspectos importantes que no se vieron en la licitación de esta semana.
En primer
lugar, prácticamente todo el financiamiento fue indexado. Abril ya
había dejado una alarma cuando menos del 6% de los instrumentos colocados no
eran indexados, el menor porcentaje de esta gestión.
En mayo se acentuó
esta dinámica: solo 3,1% del financiamiento fue no indexado.
Puntualmente, solo colocó una Lelite (para fondos comunes de
inversión), donde convalidó una muy pronunciada suba de tasas: 138,8% TEA,
un alza de casi 31 puntos respecto de las tasas pagadas en promedio en abril.
El financiamiento del Tesoro
En segundo
lugar, resalta la colocación del Bonte 2025, un bono cupón cero
ajustable por CER y apto para la integración de encajes bancarios. La adhesión
en este bono fue total y representó casi un 40% de todo el financiamiento
obtenido. En total, los instrumentos que indexan por CER (inflación)
representaron un 79% del financiamiento bruto. El plazo promedio al cual
se financió el Tesoro fue de 202 días, un mes y medio menos que en
abril. No obstante, los plazos siguen siendo mucho mejores que a fines de
2022 y comienzos de este año, cuando el Tesoro se financiaba principalmente con
LEDES y todavía se apreciaba una cierta desinflación que motivaba la demanda
por tasa fija.
Por otro lado, a
pesar de las turbulencias financieras un aspecto positivo a destacar es
que el rollover o la refinanciación se sostiene en un nivel
aceptable, aunque todavía por detrás del de 2022. El apuro del Gobierno
por realizar ese nuevo canje de deuda tendría cómo causa principal
el deterioro de las cuentas fiscales que habría profundizado
significativamente en mayo. Al respecto el último informe de la consultora
Portfolio Personal Investment señala que el financiamiento total del Tesoro si
se excluyen las compras del sector público de dólares sirve como una
buena aproximación para determinar la tendencia del rojo fiscal en el
futuro.
De acuerdo al
informe las necesidades de financiamiento del fisco auguran un mal
panorama fiscal. En ese punto señala que abril estuvo en línea con el déficit
primario e, incluso, en el primer trimestre del año sistemáticamente lo
subestimó.
El fisco
obtuvo financiamiento neto en las licitaciones por $499.300 millones
y asistencia monetaria directa del BCRA por Adelantos Transitorios por
$440.000 millones. Por lo tanto el financiamiento total al Tesoro ascendió
a unos $939.300 millones en el mes, considerando que no se girarían más
Adelantos Transitorios desde el 24/05 dado que ingresa el dinero fresco
obtenido en la última licitación del mes. Pero de este
monto, el sector público habría usado $172.200 millones para
comprar divisas, mientras que los restantes $767.100 millones habrían sido
utilizado para cubrir necesidades fiscales.
"Si bien no
podemos afirmar que el rojo fiscal de mayo esté en el orden de
$800.000 millones, esperamos que al menos duplique el déficit de abril
de $331.373 millones. Mirando en retrospectiva, esto no es un hecho
habitual y por lo general el resultado primario de mayo suele estar
bastante en línea con el de abril.
Es factible que
el efecto negativo de la sequía se vea de lleno en este mes, ya que
es el pico estacional de la liquidación. En consecuencia es probable que se
verifique una fuerte caída de los ingresos fiscales vía una fuerte merma en los
derechos de exportación y efectos indirectos en otros impuestos por una menor
actividad económica y esta es una de las principales causas por las cuales el
equipo económico buscará refinanciar una gran parte de los vencimientos de
deuda en pesos del segundo semestre del año. |